Formalidad laboral y su impulso desde la educación

Formalidad laboral y su impulso desde la educación

La educación superior Técnico Profesional (TP) es insustituible para potenciar la formalidad empresarial en Chile, principal motor de nuestra economía. En efecto, la creación de nuevas empresas, así como el escalamiento de las mismas, exigen de forma creciente un mayor nivel de innovación y especialización tecnológica, para responder con eficacia, pertinencia y capilaridad a las diversas realidades productivas de Chile.

Según el primer Informe del “Observatorio Grande Pyme”, elaborado por el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales (CEEL), las Pymes representan el 98% de las 732.924 empresas activas en Chile y emplean al 64% de los trabajadores formales. Si queremos promover una actividad económica formal en todos los niveles, regiones y localidades del país, que permita un desarrollo integral y más seguro, las instituciones de educación superior debiesen asumir la responsabilidad de entregar a sus estudiantes los conocimientos básicos necesarios para el emprendimiento formal, independientemente del estudio base que hayan cursado.

En efecto, no todos los empresarios han estudiado materias ligadas a la administración y no todos los administradores de empresas son empresarios, pero todos ellos debiesen conocer los conceptos básicos para el éxito empresarial. Crear empresas y empleos formales no es un desafío fácil, lo cual se refleja con claridad en la última tasa de ocupación informal entregada por el INE, donde se ubicó en 26,3%. Esta cifra preocupa, pues la informalidad es una condena a la precariedad. Por de pronto, solo desde la formalidad se puede obtener financiamiento a tasas de mercado, además de diversos apoyos y beneficios por parte del Estado. Las empresas formales acceden a redes de proveedores más competitivos, ampliando a su vez su red de clientes, lo que les permite crecer y generar mayor nivel de empleo.

Para salir de la trampa del ingreso medio, Chile necesita más empresas competitivas, con capacidad de crecer y crear empleos formales. En la medida que más empresas pequeñas se transformen en medianas, y más empresas medianas se transformen en grandes, mayor será el impacto en el crecimiento del país y en la calidad de vida de sus habitantes. Por ello, desde INACAP estamos absolutamente comprometidos con dar herramientas para que más iniciativas puedan prosperar, y lo hacemos desde aquello que sabemos hacer: la Formación Técnico Profesional.

Nuestro objetivo es que cada uno de nuestros más de 110.000 estudiantes de pregrado reciban las competencias necesarias para poder iniciar y administrar sus propios negocios formales, si así lo decidieran. No en vano el 11% de nuestros casi 20.000 titulados al año, decide emprender. Adicionalmente, brindamos apoyos posteriores para las etapas de crecimiento y maduración de las empresas, a través de acompañamiento, disposición de espacios, capacitaciones y mentorías, todo lo anterior en modalidades gratuitas y abiertas a la comunidad como lo es la Red Crea Empresas. Las buenas ideas se pueden transformar en buenos negocios con impacto en la sociedad; solo debemos trabajar en conjunto, de manera colaborativa.

Respecto de nuestros planes de formación, hemos incluido educación financiera y administración (entre otros) en las mallas curriculares de manera transversal. La innovación y el emprendimiento son parte de nuestro sello formativo, por lo que todos los estudiantes cursan asignaturas en la materia. En definitiva, estamos poniendo de nuestra parte para el desarrollo de todas las empresas del país, públicas y privadas, de todos los tamaños. Transformamos Chile, para que este sea un país de más oportunidades.

Por Lucas Palacios, rector de INACAP.

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LaTercera.com

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