HABLEMOS DE LA TELE. Desinterés juvenil

HABLEMOS DE LA TELE. Desinterés juvenil

Todo indica que la televisión no termina todavía por desencantar definitivamente a las nuevas generaciones, porque se acercan a ella a través de las tablets y los teléfonos inteligentes. Sobre todo, aducen problemas de horarios, con los que estudiantes y trabajadores no coinciden y no dan tiempo para sentarse frente a una pantalla.

José Luis Córdova. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 9/10/2024. El Anuario Estadístico de televisión elaborado por el Consejo Nacional de Televisión muestra que apenas el 4% de la teleaudiencia de los jóvenes entre 18 y 24 años ve televisión. Entre los 25 y los 34 años, apenas llega al 11%. No se sientan a ver programas, sino que los ven a través de plataformas como Tik Tok. De este modo conocen extractos de las teleseries más populares, concursos y los reality shows. Estos últimos, fundamentalmente porque se comentan y debaten en las redes sociales, mientras a otros espacios acceden a través de videos de You Tube o streaming.

Todo indica que la televisión no termina todavía por desencantar definitivamente a las nuevas generaciones, porque se acercan a ella a través de las tablets y los teléfonos inteligentes. Sobre todo, aducen problemas de horarios, con los que estudiantes y trabajadores no coinciden y no dan tiempo para sentarse frente a una pantalla.

Mientras, sólo sus padres están mirando las pantallas, sobre todo a la hora de los noticiarios y ellos simplemente la escuchan cuando llegan a casa de noche y se conectan a otros contenidos a través de celulares de última generación.

Las nuevas generaciones aseguran que la televisión abierta -definitivamente- no tiene programas dirigidos a ellas ni tampoco referentes que las identifiquen, como pasaba anteriormente con programas como “Yingo”, “Rojo” o “Calle 7”.

La actriz Tati Fernández comenta que “hay muchos jóvenes que no conocen a los rostros que salen en televisión porque sus actuales referentes están en las redes sociales. Si se hacen entrevistas, habría que llevar a personas o talentos que estén presentes en los lugares donde acudimos los jóvenes”, asegura.

La insistencia en llevar a los programas políticos a antiguos jerarcas de partidos políticos, ex parlamentarios, ministros y autoridades de gobiernos anteriores no llama la atención de los actuales jóvenes visiblemente descreídos y apartados de la política, la politiquería y las habituales rencillas de poca monta.

Son los casos de invitados como el excarabinero Desbordes, el exDC Sebastián Iglesias (ahora llamado Sichel) y los exministros de Piñera, Carla Rubilar y Jaime Bellolio, todos asiduos panelistas en matinales y espacios de conversación y farándula.

Ni hablar que a propósito de los whatsapp del abogado Luis Hermosilla con el ex fiscal Manuel Guerra han vuelto a la palestra los escandalosos casos Penta, Ley de Pesca, caso Cascadas, Dominga y otras irregularidades encubiertas o ignoradas por la justicia.

Así, volvieron a los matinales los alcaldes Rodolfo Carter, Evelyn Mathei y los exfiscales Carlos Gajardo, Sabas Chahuán, el senador Ossandón, los empresarios “Choclo” Délano y Carlos Eugenio Lavín, otros involucrados en el financiamiento ilegal de la política y hasta Iván Moreira.

Entre los esfuerzos por ampliar la cobertura de teleaudiencia y -sobre todo- la urgente necesidad de marketing publicitario, los canales de televisión abierta han aprovechado el actual sistema digital para instalar nuevas frecuencias como el canal infantil-cultural de TVN, (NTV), así como emisoras con noticias durante todo el día -del tipo Canal 24 Horas- que hoy compite con T13 en vivo, U de Chile TV, Mega 2, Señal 3 TV Más y -además- estaciones de radio como CNN Radio y Biobío TV.

Como es habitual, la debilidad está en los contenidos de estos nuevos medios que no difieren de los canales tradicionales y no atraen a las nuevas generaciones precisamente por su uniformidad, reiteración de temas y opacidad en los mensajes interesados en la publicidad por sobre la información y la formación de una ciudadanía democrática y defensora de los derechos humanos, contra el negacionismo y la impunidad.

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