Igualdad de género: un pilar esencial para el progreso sostenible, según expertas

La Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por los dirigentes mundiales en 2015, propone a los países y sus sociedades una hoja de ruta para lograr progreso sostenible que no deje a nadie atrás.

Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 ODS establecidos. El año pasado la Cepal, junto a ONU Mujeres, presentaron la publicación “La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Agenda Regional de Género en América Latina y el Caribe”, documento que presenta un análisis descriptivo de los indicadores de género para el seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, en donde sostienen que invertir en la igualdad de género y en la sociedad del cuidado es una acción estratégica para dinamizar la economía y para acelerar el progreso hacia el desarrollo sostenible.

Margarita Ducci, directora ejecutiva de Pacto Global Chile, comparte la relevancia del rol de la mujer para alcanzar los ODS. Asegura que las mujeres aportan miradas y enfoques propios, que son esenciales para abordar los desafíos complejos que existen en la sociedad, y para construir un desarrollo sostenible armónico y donde todos puedan aportar. “La diversidad de pensamiento en la toma de decisiones, sin duda, conduce a soluciones más innovadoras y efectivas que complementan la visión masculina, respetando todas las perspectivas. Por ello, promover la igualdad de género no sólo es un objetivo en sí mismo (ODS 5), sino que también es muy importante para alcanzar otros objetivos, como la reducción de la pobreza (ODS 1) y la promoción del crecimiento económico inclusivo (ODS 8)”, señala Ducci.

Esta publicación de la Cepal y ONU Mujeres también pone énfasis en algunas áreas claves donde las mujeres tienen un impacto decisivo para el desarrollo sostenible, entre ellas el trabajo no remunerado, las nuevas energías, y la falta de corresponsabilidad en los cuidados.

Cuidados: labor crucial para la prosperidad global

El estudio “Transformar los sistemas de cuidados en el contexto de los objetivos de desarrollo sostenible y nuestra agenda común”, también realizado por la Cepal, señala que en América Latina las mujeres destinan más del triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico, limitando sus oportunidades de crecimiento personal y profesional. Este desajuste no sólo es una cuestión de equidad, sino de eficiencia económica global.

Según Francisca Jünemann, presidenta ejecutiva de la Fundación ChileMujeres, el trabajo no remunerado de las mujeres “es clave para la economía, ya que sin el cuidado en los hogares no sería posible la productividad y la fuerza laboral del país”. La brecha de género en los cuidados afecta directamente a la capacidad de las mujeres para participar en el mercado laboral en igualdad de condiciones, comenta. Para revertir esta brecha, Jünemann propone poner mayor foco en la corresponsabilidad en el hogar, donde hombres y mujeres asuman juntos las tareas de cuidado, apoyados por políticas laborales flexibles. “Sin un cambio en las condiciones laborales que favorezca la corresponsabilidad, es imposible avanzar en igualdad”, afirma. De esta manera, dice, la valoración social del cuidado debe ser prioridad, entendiendo que sin este trabajo nadie podría desarrollarse o sobrevivir, y que debe recibir la importancia que merece dentro de la economía global.

Trabajo remunerado vs. no remunerado

“En nuestro país las mujeres siempre destinan más tiempo al trabajo no remunerado que los hombres, tanto cuando ambos trabajan fuera del hogar como cuando son desocupados, del mismo modo que cuando los dos son inactivos, es decir, no trabajan ni buscan trabajo. Paradójicamente es en la categoría de inactivos donde está la mayor brecha de género en las horas destinadas al trabajo de cuidado de la familia y del hogar”, señala Jünemann.

Ante esto, Margarita Ducci asegura que la equidad de género en los negocios es un pilar esencial para avanzar en los ODS, ya que promueve una distribución más justa de los recursos y oportunidades.

“Promover la equidad de género no solo reduce la pobreza, sino que fomenta el crecimiento económico inclusivo y sostenible”, manifiesta.

Energías renovables y las mujeres como agentes de cambio

Para la inclusión de talento femenino en el sector laboral, Jünemann cree relevante dos aristas. Por un lado, plantea que las industrias tradicionalmente masculinizadas, como la minería, son una gran oportunidad para el empleo de las mujeres en Chile y para la reducción de las brechas de ingresos.

Por otro lado, la gran oportunidad para las mujeres que significa la industria de energías limpias y renovables, como la del hidrógeno verde. “Esta industria estaría naciendo con un impulso al empleo femenino, y por lo tanto, con un buen foco en el desarrollo sostenible”, sostiene.

Liderazgos femeninos: más allá de la representación

La representación femenina en roles de poder es otro factor relevante. Ducci indica que si bien ha habido avances en la participación femenina en espacios de decisión, aún queda mucho por hacer.

En Chile, el gabinete presidencial actual está compuesto en un 58% por mujeres, lo que sitúa a Chile como líder en América Latina. Sin embargo, Jünemann destaca que no sólo se trata de aumentar el número de mujeres en el poder, sino de generar cambios estructurales que promuevan un ambiente de trabajo inclusivo y equitativo.

“Es fundamental que las mujeres en cargos de poder trabajen para que las políticas laborales sean más inclusivas y favorables para todas las mujeres, no sólo para aquellas que ya están en posiciones de liderazgo”, explica la presidenta de ChileMujeres. Para Ducci, las políticas públicas que reconozcan el trabajo no remunerado y promuevan la igualdad salarial son esenciales para reducir las brechas de género. “El cambio real se logra cuando las mujeres en el poder abogan por un sistema de cuidados robusto y equitativo que beneficie tanto a hombres como a mujeres”.

Marcela Salas, gerenta de Sostenibilidad de SMU -empresa que recientemente ingresó a los índices de Sostenibilidad Dow Jones Chile y MILA-, entrega una visión organizacional respecto al tema. Salas señala que para construir un modelo sostenible es necesario y fundamental incorporar mujeres en posiciones de liderazgo, ya que está demostrado que las mujeres aportan una perspectiva única a la toma de decisiones en materia de sostenibilidad. “Esta visión enriquece a los equipos, y contribuye a tener una mirada más integral en un contexto global en que el cambio y la complejidad son características que lo identifican”, enfatiza.