Kiko Navarro, primer entrenador de Carlos Alcaraz: “Creo que es capaz de todo. Si alguien puede superar a Nadal o Djokovic, es él”

Kiko Navarro, primer entrenador de Carlos Alcaraz: “Creo que es capaz de todo. Si alguien puede superar a Nadal o Djokovic, es él”

El exentrenador del tenista murciano habla con ‘Infobae España’ sobre los inicios del deportista, su evolución y su carrera Kiko Navarro y Carlos Alcaraz. (Imagen cedida por Kiko Navarro)

Desde que diera el salto al ranking de la ATP, el nombre de Carlos Alcaraz no ha dejado de resonar por los cuatro costados del circuito de la ATP. A sus 21 años, ya cuenta con cuatro Grand Slam a la espalda. Ahora está inmerso en el Open de Australia y con expectativas de seguir ampliando su palmarés. Pero su nombre ya comenzaba a escucharse cuando contaba con tan solo 13 años, e incluso antes: tanto su padre como Kiko Navarro, su primer entrenador, se dieron cuenta de que Alcaraz tenía algo especial cuando, con cuatro años, le vieron golpear la pelota por primera vez. “Fue increíble. Me sorprendió mucho”, recuerda Navarro en esta entrevista con Infobae España.

Carlos Alcaraz (padre) y Kiko Navarro alucinaron con la “forma que tenía de golpear, por cómo se veía en la pista, por la técnica. Por todo”. Fue el padre quien comenzó a entrenarle y a acompañarlo en los primeros pasos de Carlitos en el mundo del tenis. Y cuando tenía nueve años, decidieron que era el momento de organizar un equipo en torno al joven tenista para “ver hasta dónde podía llegar”. A partir de ese momento, los entrenamientos comenzaron a correr a cargo de Kiko Navarro. Era pronto para pensar en Carlitos como tenista profesional, pero ya entonces “apuntaba maneras”.

Sobre la pista era igual que lo que se ve ahora, con esa variedad que tiene en los golpes. “Lo que más llama la atención es la dejada, de niño la hacía igual que ahora, y la volea también. Cuando eres niño, esos dos golpes son muy complicados, y los dominaba a un nivel impresionante”. El carácter risueño y la sonrisa se han convertido en un elemento característico del murciano, pero de niño no era así. “Sí, tenía alegría, pero tenía mucho carácter, que también es importante en el tenis. Tenía muchos enfados cuando las cosas no iban bien, algo típico y que también hay que tener”. Rápidamente, se hizo el rey de los torneos nacionales: batió todos los récords posibles. “Iba quemando etapas muy pronto. Con 13 o 14 años, su padre y yo teníamos claro que íbamos a intentarlo todo y poner todos los medios para que fuera tenista. Era la prioridad número uno por encima de los estudios. Lo teníamos claro y no nos equivocamos”.

Kiko Navarro y Carlos Alcaraz. (Imagen cedida por Kiko Navarro)

De los nueve a los 15 años, Kiko Navarro fue su entrenador, pero poco a poco Murcia se les fue quedando pequeña a nivel de infraestructuras. Entonces, tanto el padre como el mánager se pusieron a trabajar mano a mano para buscar un nuevo centro de entrenamiento que no estuviera muy lejos de El Palmar, donde residía y reside Carlitos. Fue entonces cuando Juan Carlos Ferrero entró en la ecuación. Su academia estaba a tan solo una hora y cuarto de Murcia. Dos años estuvo Navarro acompañando a Carlos a Villena. Cuando el deportista cumplió los 17, Kiko se apartó para que fuera Ferrero quien se pusiera al frente del equipo.

Los cambios en el juego de Carlos Alcaraz

De cara a esta nueva temporada, que arrancó hace unas semanas, Carlitos ha incorporado una serie de cambios, como añadir cinco gramos de peso a su raqueta mediante cintas de plomo, lo que le permitirá incrementar la aceleración, la potencia y el peso de la pelota en cada golpeo. El saque ha sido otro aspecto de su juego que ha recibido especial atención durante la pretemporada, un área que el propio tenista ha reconocido como un punto débil.

Ya cuando tenía 15 años, Kiko Navarro y Ferrero decidieron cambiar el saque del murciano. “Hicimos un cambio que fue muy llamativo: juntar los pies en el saque. Hay mucha gente que, a nivel profesional, no ha conocido el saque de Carlos cuando sacaba con los pies separados. Ahora han tocado un poco el tema de la apertura del saque para que sea un poquito más fluido. Aunque yo creo que el gran cambio de Carlitos fue a nivel físico. Está hecho un animal, está muy fuerte”.

Uno de los puntos débiles de Alcaraz, en el que todavía sigue mejorando, son las desconexiones en los partidos. “A nivel de concentración ha mejorado mucho, de niño te hacía puntos muy complicados como si fuera fácil y fallaba lo más sencillo”, recuerda Kiko Navarro. Aunque considera que todavía es un aspecto que debe mejorar. “Al final son unos pocos privilegiados como Rafa Nadal los que no pierden la concentración”. Esas desconexiones fueron una de las luchas de Kiko Navarro y uno de los principales motivos de sus cabreos cuando Carlitos era pequeño: “De repente perdía el primer set y parecía como si no estuviera al 100%. Yo siempre le pedía lo mínimo que puedes pedir a los jugadores, que te lo dé todo, que te dé el 100% de intensidad. Al final es verdad que el 90% de las veces terminaba ganando, pues se volvía a conectar cuando tenía que hacerlo”.

Kiko Navarro y Carlos Alcaraz. (Imagen cedida por Kiko Navarro)

En este sentido, considera que hay muchos partidos que podría haber ganado más fácilmente si no fuera por esas desconexiones. “Al final yo creo que lo mejorará, es algo que tiene que trabajar todavía. Pero que siga desconectándose, si eso significa que sigue ganando”, destaca entre risas. A nivel mental, Carlitos ha ido mejorando con los años, gracias al trabajo de su equipo, de la psicóloga y al apoyo de su entorno. Los calambres por el estrés, la tensión y los nervios fueron un episodio que no ha vuelto a repetirse en su carrera. Ocurrió en 2023, durante las semifinales de Roland Garros, en un partido contra Djokovic. “Ese día estaba más nervioso de la cuenta y le aparecieron los calambres. Creo que lo más destacado de aquello es que un mes después llega a la final de Wimbledon, de nuevo contra Djokovic y le gana. Para mí ese es el reflejo de Carlitos”.

El Open de Australia y el futuro de Carlos Alcaraz

Aunque todavía es pronto para pronosticar hasta dónde llegarán la carrera de Alcaraz y su palmarés, Kiko Navarro lo tiene claro: “Creo que es capaz de todo”. Y añade: “Si todo va bien, si no hay lesiones, ni hay ningún problema mental, creo que puede batir los récords de Rafa e, incluso, de Djokovic en cuanto a Grand Slam y a todo. Creo que va a llegar a la doble cifra de grandes torneos, y con un dos delante”. Respecto al Open de Australia, donde actualmente se encuentra inmerso Carlitos, asegura tener la “corazonada” de que lo ganará. Siempre hay un espacio para las sorpresas, considera, aunque su apuesta es clara: final entre Alcaraz y Sinner, con el murciano levantando la copa. “Empezar la temporada ganando en Australia sería increíble para él”, destaca.

A sus 21 años, Carlos todavía tiene una larga y prometedora carrera por delante. Kiko, que entrenó con él durante años, que ejerció (como él explica) de padre, amigo, hermano y entrenador, ha vivido todo tipo de historias junto al joven tenista, pero hay una que todavía provoca las risas entre el profesional y su extenista. “A veces me tocaba hacer un poco de malo”. Cuando Alcaraz pequeño, sus padres le obligaban a dejar el móvil a las 12 de la noche, porque con los entrenamientos no podía casi usarlo. “Un día que ya eran más de las 12 me metí en Telegram y de repente me apareció Carlitos, le puse: ‘Hola’ y se debió quedar muerto porque al día siguiente durante el entrenamiento no dijo ni ‘buenos días’. Durante años hemos bromeado mucho con eso”.

Esa es una de tantas historias que recuerda Kiko, quien asegura que una de sus obsesiones como entrenador siempre fue que Alcaraz tuviera los pies en la tierra. “Tuve muchas charlas con él, en el coche, el tren o el avión para que fuera una persona humilde. Hice mucho hincapié en eso, porque no es fácil que no se te suba a la cabeza. Al final es una estrella mundial y ha sido el número uno del mundo muy joven”.

Fuente

Infobae.com

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