La columna de María Ana Matthias: “Avanzar hacia la complementariedad de talentos requiere de líderes convencidos”

La columna de María Ana Matthias: “Avanzar hacia la complementariedad de talentos requiere de líderes convencidos”

“El poder de la complementariedad puede llevar a una organización, un equipo o, en nuestro caso, una orquesta, a alturas inimaginables, reconociendo que cada miembro tiene un rol único y que solo a través de la colaboración podemos crear una obra maestra”, dijo la reconocida directora de orquesta Alejandra Urrutia el pasado martes 12 de noviembre, día en que Redmad realizó su séptimo summit, que llevó por título “Liderar el crecimiento. Talento y productividad, la clave para el desarrollo”.

Urrutia, junto a la Orquesta Festival Portillo, interpretó una experiencia musical memorable, a través de la cual nos invitó a reflexionar sobre el papel del líder, rol que tiene una connotación profunda, porque es quien tiene la responsabilidad no solo de marcar el camino, adelantar escenarios y tomar buenas decisiones, sino también de crear las condiciones para que cada persona sienta que su contribución es vital, empoderándolas para dar lo mejor de sí, y de esa forma crear algo nuevo, juntos. Y quizás en ese último concepto está la clave, porque si en ese “juntos” hay complementariedad, el resultado será notablemente más fructífero. Como dijo Urrutia, “cuando cada músico respeta su rol y valora las contribuciones de sus colegas, el resultado es mucho mayor que la suma de sus partes (…) Esta es la complementariedad en acción, un proceso que puede inspirar nuevas formas de pensar sobre el liderazgo y colaboración en sus propias organizaciones”.

Esta mirada tiene una clara conexión con los objetivos y desafíos que las compañías poseen hoy. Porque como señaló nuestra segunda speaker, la autora y consultora organizacional Avivah Wittenberg-Cox, el tener un balance de género en las organizaciones constituye un imperativo de negocio, lo que se sustenta en aspectos bastante evidentes, como el hecho de que el mundo está equilibrado en cuanto a talento y mercado. De ahí que sea clave contar con líderes que tengan claro los efectos de esto, porque como expresó Wittenberg-Cox, alrededor del 80% del éxito de cualquier iniciativa sobre el equilibrio entre hombres y mujeres depende de cómo los líderes enmarquen el tema.

En ese sentido, si bien hay que reconocer que hemos ido avanzando en Chile, aún queda mucho por hacer para que la complementariedad en el ámbito laboral, pero especialmente en los espacios de toma de decisión, sea una realidad. Este tema lo abordamos en profundidad en un panel de conversación compuesto por destacados actores del mundo empresarial. Es claro, tras escucharlos, que en la medida en que tanto los líderes de las organizaciones como también sus dueños vean el valor estratégico que tiene contar equilibrio de talentos en las compañías, y que tomen las acciones correspondientes para fomentarlo y apoyarlo, estas avanzarán en esa línea. También es importante tener presente que esta convicción no está totalmente consolidada en Chile.

Si hay algo que nos mostró nuestro summit –y que consistentemente ha expuesto la evidencia internacional- es que la complementariedad en las organizaciones no tiene que ver con beneficiar a un grupo en particular; tampoco es un asunto de compliance o de buena ciudadanía. Como lo ha dicho la OIT y tantas otras entidades, una mayor diversidad de género en la alta dirección se relaciona con mejores resultados financieros y operativos y tiende a generar un liderazgo más colaborativo y eficaz en la gestión de equipos. Se trata, a fin de cuentas, de un asunto de sostenibilidad.

*La autora de la columna es presidenta de la Red de Mujeres en Alta Dirección, Redmad

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LaTercera.com

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