La dieta que previene el ictus y el deterioro cognitivo y apenas se conoce en España, según el estudio de un neurólogo

La dieta que previene el ictus y el deterioro cognitivo y apenas se conoce en España, según el estudio de un neurólogo

La investigación compara las diferencias entre hombres y mujeres de raza blanca y negra de las comidas sugeridas Qué es una dieta MIND. (Montaje Infobae España)

Un estudio publicado el pasado 18 de septiembre de 2024 por la Academia Estadounidense de Neurología en Neurology ha resaltado el impacto significativo de la dieta MIND en la prevención de enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo, como el Alzheimer, además de su potencial para reducir el riesgo de ictus. Según los resultados obtenidos por el equipo del doctor Russell P. Sawyer, este plan alimenticio, diseñado específicamente para mejorar la salud cerebral, puede marcar la diferencia para conseguir un envejecimiento saludable.

La dieta MIND (Mediterranean-DASH Diet Intervention for Neurodegenerative Delay) combina dos patrones dietéticos reconocidos: la dieta mediterránea y la dieta DASH, ambas célebres por sus beneficios sobre la salud cardiovascular. A pesar de no ser un tipo de alimentación muy conocido en España, debería obtener un lugar más reconocido en la sociedad debido a su gran utilidad, según este experto. Asimismo, el estudio del neurólogo Sawyer ha revelado algunas diferencias entre mujeres y hombres ante esta dieta, pero también entre personas de raza negra y blanca.

Características principales de la dieta MIND

Dieta Mind. (Freepik)

Entre los alimentos que juegan un papel clave en esta dieta destacan las verduras de hoja verde, como la col rizada, la espinaca o la acelga, que deben ser consumidas al menos seis veces por semana. Estas verduras aportan antioxidantes y compuestos bioactivos que protegen las células del cerebro de daños y contribuyen a ralentizar el deterioro cognitivo. Complementando este grupo, se recomienda la ingesta diaria de otras verduras y al menos dos porciones semanales de bayas como fresas, arándanos o moras, frutas conocidas por sus propiedades neuroprotectoras. Asimismo, todos los alimentos deben tener un bajo contenido graso para adaptarse a este tipo de alimentación.

Otros elementos esenciales son las legumbres —tres veces por semana—, los frutos secos —varias veces a la semana—, los cereales integrales —con una ingesta diaria preferiblemente— y el pescado azul —al menos una vez por semana—. Además, la carne de aves como el pollo o el pavo debe integrarse en la dieta unas dos veces semanales. La grasa saludable principal de la dieta MIND es el aceite de oliva; pero también es recomendable el consumo moderado de vino tinto, según la Mayo Clinic.

Por otro lado, el plan restringe alimentos como mantequilla (a menos de una cucharada diaria), quesos y carnes procesadas, que no deben consumirse más de tres veces por semana. Además, se insta a evitar frituras, comida rápida, dulces y bollería, pues estos alimentos generan un mayor porcentaje de efectos negativos en la salud cognitiva.

Resultados del estudio

El neurológico Russell P. Sawyer, de la Universidad de Cincinnati, en Ohio, realizó un estudio a unas 14.000 personas con una media de 64 años. Esta muestra estaba dividida en diversos grupos según su adherencia a la Dieta MIND. En un seguimiento que duró 10 años, pudo observar que el deterioro cognitivo disminuyó a medida que los sujetos eran más afines a este tipo de alimentación.

Concretamente, se establecieron tres niveles que diferenciaban la simpatía por la dieta MIND: baja, media y alta. En el resultado de la investigación se comprobó que el grupo con mayor unión presentaba un 4% menos de riesgo en comparación con aquellas personas que tenía una conexión baja. Del mismo modo, se pudo observar que el primer grupo obtuvo un deterioro cognitivo mucho más lento según avanzaba el tiempo.

Por otro lado, en las conclusiones se apreció el especial beneficio de estos alimentos a los participantes afroamericanos. Estos mostraron una disminución aún más pronunciada que los caucásicos. En cuanto a las diferencias entre sexos, la dieta MIND resultó ser una mayor aliada en las mujeres que en hombres.

Los investigadores determinaron igualmente que las personas que siguen estrictamente este plan alimenticio puede reducir hasta un 53% del riesgo a padecer de Alzheimer. Incluso, no sería necesario un desarrollo riguroso, ya que los expertos apuntaron a que una adherencia moderada ya podría aportar unos beneficios significativos con una reducción estimada del 35%. Esto es, proponen pequeños cambios en los hábitos alimenticios para provocar un impacto en la calidad de vida, sobre todo en la población envejecida.

Fuente

Infobae.com

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