La economía de Reino Unido se contrae inesperadamente en un nuevo revés para el Gobierno

La economía de Reino Unido se contrae inesperadamente en un nuevo revés para el Gobierno

La economía británica se contrajo inesperadamente un 0,1% en octubre, sumándose a los indicios de una ralentización mayor de lo esperado, en una nueva mala noticia para la ministra de Finanzas del Reino Unido, Rachel Reeves, que calificó los datos oficiales del viernes de “decepcionantes”.

Los economistas consultados por Reuters habían previsto una expansión mensual del 0,1%.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés), el sector servicios se estancó, mientras que la producción de las industrias manufacturera y de la construcción disminuyó en octubre.

“Aunque las cifras de este mes son decepcionantes, hemos puesto en marcha políticas para lograr un crecimiento económico a largo plazo”, dijo Reeves en un comunicado.

Su declaración presupuestaria del 30 de octubre —cuyo impacto directo se dejará sentir en los datos del PIB a partir de noviembre— impuso grandes subidas de impuestos a las empresas.

Un estadístico de la ONS dijo que había pruebas anecdóticas “mixtas” del impacto del presupuesto, con algunas empresas diciendo que el volumen de negocios se había visto afectado por los clientes que esperaban el anuncio de Reeves. Otras adelantaron la actividad.

El mes pasado, el Banco de Inglaterra recortó su previsión de crecimiento anual para 2024 del 1,25% al 1%, pero pronosticó un 2025 más fuerte, con un crecimiento del 1,5%, lo que refleja un impulso a corto plazo de la economía gracias a los planes presupuestarios de gran gasto de la ministra Reeves.

La producción económica británica ha crecido lentamente desde la pandemia del COVID-19. Solo Alemania, que también se vio muy afectada por el aumento de los costes de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, ha obtenido peores resultados entre las principales economías avanzadas.

A principios de este mes, el primer ministro, Keir Starmer, confirmó que su ambición era que Reino Unido tuviera el crecimiento per cápita más rápido del producto interior bruto entre las economías avanzadas del Grupo de los Siete (G7). (Información de Andy Bruce; edición de Suban Abdulla y Sarah Young.