La exigencia de encontrar con vida a Julia Chuñil

La exigencia de encontrar con vida a Julia Chuñil

Un mes lleva desaparecida la activista ambiental y presidenta de la “Comunidad Mapuche Putreguel” de la comuna de Máfil, quien fue vista por última vez cuando fue en busca de unos animales a un predio de bosque nativo bajo su cuidado y que es codiciado por particulares de la zona para la tala y venta de leña. Tras la querella interpuesta por su familia y la Fundación Escazú por posible participación de terceros en su desaparición, el Ministerio Publicó intensificó las labores de búsqueda, sumando nuevos equipos para labores de rastreo. El Presidente Boric advirtió que “no vamos a cejar hasta encontrarla” y la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes del PC exigió “que se garantice la seguridad de quienes defienden el medioambiente y los derechos de los pueblos indígenas en Chile, que se termine con la militarización y el Estado de Excepción del Wallmapu, y con la criminalización y represión permanente contra el Pueblo Nación Mapuche”.

Úrsula Fuentes Rivera. “El Siglo”. Santiago. 14/12/2024. Inquietud nacional generó la desaparición hace poco más de un mes de Julia Chuñil Catricura, defensora ambiental de 72 años y presidenta de la “Comunidad Mapuche Putreguel”, ubicada en la comuna de Máfil, Región de los Ríos, quien se ha dedicado a la preservación del bosque nativo y de la biodiversidad de su territorio y a mantener vivas, junto a otras dos comunidades del sector, las tradiciones de su pueblo en una zona muy poco habitada, donde representan una parte importante de la población.

El martes 10 de diciembre se dieron a conocer los detalles de la querella criminal interpuesta el pasado 8 de diciembre en el Juzgado de Garantía de Los Lagos, en la región de Los Ríos, por la familia de Julia Chuñil junto a la Fundación “ONG Escazú Ahora”, por sospechas de que en su desaparición haya participación de terceros, debido a su activismo medioambiental, apuntando principalmente a un empresario de la zona.

Génesis de las sospechas de intervención de terceros

El 2014 la “Comunidad Mapuche Putreguel”, en la que viven 17 familias, fue reconocida por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) como territorio indígena ancestral y desde ese año Julia Chuñil es su presidenta y representante legal.

El 2014 la comunidad aledaña “Blanco Lepin” recibió un predio de 900 hectáreas, denominado “Reserva Cora Número Uno-A”. Sin embargo, fue abandonado aludiendo que no cumplía con las características para actividades ganaderas y agrícolas.

Frente a este abandono y dado que la CONADI considera el predio como tierra indígena, el 2015 la comunidad representada por Julia Chuñil asumió el cuidado y preservación del bosque nativo y la biodiversidad existente en las 900 hectáreas de la “Reserva Cora Número Uno-A”, así como la crianza de ganado a pequeña escala en aquellas tierras que, según señala la querella interpuesta por la familia de la dirigenta, también serían de interés del empresario local Juan Carlos Morstadt Anwandter, para la tala de bosque nativo y la venta de leña.

Tras hacerse cargo del predio aledaño, pasaron tres años en que la Comunidad Putreguel pudo mantenerlo sin inconvenientes. Según indican familiares de Julia Chuñil, la calma se interrumpió el 2018, cuando ella comienza a recibir amenazas y actos de hostigamiento de parte de personas interesadas en ese predio, dada su negativa a vender esas tierras.

Un hijo de la mujer señaló en la denuncia que uno de los actos de amedrentamiento recibidos por Julia Chuñil fue el corte de un puente que ella utilizaba para transitar de manera habitual. “Según dichos de mi madre, esto habría sido realizado por José Luis Painean Coronado, quien habría recibido el monto de 3 millones de pesos por parte del dueño de la empresa titular del predio” -propietario anterior a que la CONADI reconociera el predio como tierras ancestrales indígenas-, agregando además que a Chuñil le habrían ofrecido dinero para retirarse del lugar con frases como “ya po Julia, ya los tengo a todos comprados. Faltai tú no más”.

Asimismo, afirmó que el empresario interesado en el predio, Juan Carlos Morstadt Anwandter, le habría sugerido a Esteban Sánchez, vecino de Julia Chuñil, que le pidiera a la mujer abandonar su domicilio para luego quemarlo, y que en agosto de este año  -según consigna la querella- habría intentado atropellarla camino a la “Reserva Cora Uno-A”. No obstante, el empresario argumentó que “no la había visto y ofrece llevar a sus hijos y a ella a su hogar”.

En el trayecto, uno de los hermanos que iba en el asiento del copiloto habría conversado con el sujeto, quien le habría dicho “puta que son porfiados. Habla con tu mamita y yo le doy platita para que se vayan”. Sin embargo, las negociaciones no prosperaron.

Con todos estos antecedentes, la familia presentó una querella contra todos quienes resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores por presunto secuestro y/o femicidio.

El día de la desaparición

La última vez que fue vista Julia Chuñil fue el pasado 8 de noviembre, cuando se encontraba en el domicilio de su hija, Jeanette Troncoso Chuñil. En ese momento la víctima se percata que algunos animales estarían extraviados, por lo que en compañía de una vecina e hija, salen rumbo al predio “Reserva Cora Número Uno-A”, donde Julia Chuñil tenía animales para la ganadería y un domicilio.

Una vez ahí, según el relato de la vecina, la mujer tomó un machete y salió en busca de los animales extraviados junto a su perro “Cholito” que la acompañaba a sus recurrentes caminatas.

Dos días más tarde, el domingo 10 de noviembre, su familia se percató que no había vuelto, cuando la fueron a buscar a su casa para invitarla a almorzar, lo cual fue confirmado por la vecina que la acompañó. Ese día se presentó una denuncia por presunta desgracia.

En la querella criminal interpuesta por la familia con la Fundación Escazú, uno de sus hijos señala que se dirigió al lugar donde fue vista por última vez para encontrar pistas que pudiesen dar con su paradero, aunque no había rastro del machete, de Cholito, ni de Julia. Sin embargo, encontró huellas de una camioneta, que sería un vehículo inusual para el sector.

Al respecto, la Fundación Escazú informó que las primeras pericias dan cuenta de que ese día Julia bajó y subió por un mismo sendero. Cerca del lugar del último registro, se identificaron huellas de una camioneta en un camino poco transitado y de difícil acceso. Esta fue la principal razón por la cual se baraja la hipótesis de secuestro dada su labor como defensora ambiental.

“Lamentablemente, casos como el de Julia son comunes en nuestra región. Año tras año cientos de defensores son amenazados, agredidos e incluso asesinados por su labor en la protección del medio ambiente”, señala el fundador de Escazú Ahora, Sebastián Benfeld.

Acciones de búsqueda

Ante el caso de Julia Chuñil, diversas organizaciones ambientales de Chile evocaron el Acuerdo de Escazú para que Chile, como firmante del acuerdo adherido por países de América Latina y el Caribe, tome acciones legales para proteger a defensores ambientales que son víctimas de agresiones.

En el marco de este acuerdo, el 27 de noviembre pasado se creó una mesa de seguimiento del caso de Julia Chuñil, donde participan Seremis de Justicia y Medio Ambiente, representantes del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y el equipo jurídico y de gabinete de la Delegación Presidencial de Los Ríos.

El Ministerio Público ordenó el 10 de noviembre a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) indagar el caso y dispuso labores de búsqueda al Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de Carabineros. A su vez, participaron del operativo Bomberos, organizaciones de la sociedad civil y medios como drones, un helicóptero y perros entrenados para la búsqueda de personas.

En estos últimos días, el ente persecutor intensificó las labores de búsqueda, sumando nuevos equipos y medios para realizar labores de rastreo terrestres, aéreas y en el agua, entre ellas, la Escuela de Formación de Carabineros, el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (LABOCAR) y el Departamento de Operaciones Subacuáticas de la PDI.

En tanto, el Presidente de la República Gabriel Boric, durante el acto de conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, realizado el 10 de diciembre abordó la desaparición de Julia Chuñil. “Vamos a seguir firmemente en aquello. Sabemos que hay una preocupación muy grande en el mundo de los derechos humanos y no vamos a cejar hasta encontrarla”, afirmó.

EL PC en estado de alerta por la desaparición de la dirigente ambientalista mapuche

La Comisión Nacional de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes del Partido Comunista de Chile, se sumó también a “las denuncias y manifestaciones de preocupación y estado de alerta tras la desaparición de la lagmien Julia Chuñil”. Así lo expresó en una declaración pública donde destacó la labor de la dirigente en la protección del bosque nativo en el sector Los Ciruelos, de la comuna de Máfil, un ecosistema crucial para la biosfera de la región de Los Ríos”.

“Exigimos se garantice la seguridad de quienes defienden el medioambiente y los derechos de los pueblos indígenas en Chile. Hemos sido testigos, de múltiples y sospechosas muertes anteriormente, como Nicolasa Quintremán, ahogada en la central Ralco; Macarena Valdés, opositora a la hidroeléctrica del rio Tranquil; Javiera Rojas, opositora a la termoeléctrica Prime y el embalse La Tranca, defensora del agua; entre otras y otros”, sostuvo la comisión.

Asimismo, se exigió “justicia, para todas y todos quienes han sido víctimas de la violencia más dura del sistema capitalista neoliberal; un sistema depredador que prioriza el extractivismo, inversión y economía por sobre los derechos humanos y la vida”.

Finalmente, la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes del Partido Comunista de Chile demandó en su declaración el fin de la discriminación en Chile, exigiendo terminar con la militarización y el Estado de Excepción del Wallmapu, y con la criminalización y represión permanente contra el Pueblo Nación Mapuche en su lucha por la reivindicación de sus legítimos derechos y restitución de sus tierras usurpadas.

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