La fallida detención de Pablo Muñoz Hoffman en Brasil el 2002 junto a Raúl Escobar Poblete

La fallida detención de Pablo Muñoz Hoffman en Brasil el 2002 junto a Raúl Escobar Poblete

Recriminaciones varias hubo en 2002 cuando los exintegrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) Pablo Muñoz Hoffman y Raúl Escobar Poblete, alias Emilio, fueron detectados en la frontera entre Brasil y Uruguay sin que se pudiera concretar su detención.

El destino de los protagonistas de la “fuga del siglo” a más de 28 años del cinematográfico escape

Emilio terminó siendo apresado en junio de 2017 en San Miguel de Allende, México, y condenado a 60 años de cárcel por el secuestro de una mujer en ese país. En medio de su condena, las autoridades mexicanas permitieron que enfrentara en Chile el proceso por ataque del FPMR al senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Jaime Guzmán Errázuriz, ocurrido en abril de 1991. Se le condenó a una pena de 18 años de presidio, en calidad de autor del delito consumado de atentado terrorista contra autoridad política con resultado de muerte. En octubre de 2023 volvió a México.

Escobar Poblete tuvo un rol clave en el operativo de fuga de Muñoz Hoffman junto a Ricardo Palma Salamanca, Mauricio Hernández y Patricio Ortiz Montenegro desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS), a bordo de un helicóptero a fines de 1996.

Muñoz Hoffman fue finalmente detenido en Bolivia, luego de 28 años prófugo.

La fallida detención en Brasil

En el libro Asesinato en el Campus Oriente, de Lilian Olivares, se señala que Pablo Muñoz y Emilio arrendaban una casa en Santana do Livramento, territorio brasileño que está separado de la ciudad uruguaya de Rivera por una plaza que marca la frontera entra ambas naciones y por la que los ciudadanos transitan sin restricciones, de un país al otro. Policías chilenos que les seguían la pista los ubicaron allí a principios de junio de 2002.

La Policía Federal de Brasilia manejó la información, pero no podía actuar sin una orden.

“Las autoridades chilenas realizaron múltiples gestiones con la finalidad de agilizar las pesquisas en Brasil y lograr la detención de los prófugos para que fueran extraditados a nuestro país. Sin embargo, pese a los rápidos trámites que fueron coordinados directamente por el ministro del Interior, José Miguel Insulza, ni la policía ni la la misma justicia brasileña actuaron con la celeridad y diligencia, y los prófugos terminaron por eludir el supuesto cerco que se les había tendido en la localidad limítrofe con la frontera de Uruguay. Las principales críticas que surgieron tras la fracasada pesquisa fue que Brasil no necesitaba tanta documentación, como se exigió a Chile, para detener y expulsar de su territorio a extranjeros ilegales”, consigna una nota de La Tercera, de febrero de 2003 que señalaba que los frentistas ya habían abandonado Brasil.

Fuente

LaTercera.com

LaTercera.com

Lo + visto

Comentarios

Escribe un comentario