“La guayabera llegó para quedarse”

“La guayabera llegó para quedarse”

SEÑOR DIRECTOR:

Este domingo fue celebrada la segunda vuelta de gobernadores regionales, y los resultados no dejaron de sorprender, habiendo batallas interesantes en las regiones Metropolitana, Valparaíso, Los Lagos (entre las dos derechas), Antofagasta (entre oficialistas), y La Araucanía.

Los datos indican que la elección presidencial sigue abierta; la oposición no ha ganado aún, pese a que pasaron de uno a seis gobernadores. Y quedó claro, también, que no hay lugar para la polarización.

Al respecto, el tono de las campañas en la Región Metropolitana y Valparaíso no fue el mejor. Ambos candidatos de Chile Vamos mostraron discursos polarizantes y descalificaciones, particularmente Francisco Orrego, quien se hizo conocido no por una carrera profesional o política destacada, sino por insultar a contrincantes y adversarios políticos, esparciendo mentiras y ensuciando el debate político.

El reconocido politólogo norteamericano Steven Levitsky, en una entrevista a pocos días del triunfo de Trump, planteó las complejidades de estos liderazgos que contribuyen a erosionar las democracias y el libre intercambio de ideas, infectando el ágora pública. Levitsky afirmó que son las élites partidarias las llamadas a detenerlos.

Sin embargo, a Francisco Orrego ya nadie lo detiene. Hemos visto a la candidata presidencial Evelyn Matthei alabando su trabajo, sin cuestionar en absoluto estas formas.

La democracia chilena está en riesgo hace algunos años, cosa que a las élites políticas pareciera no importar. Abrir la puerta a este tipo de liderazgos acabará por deteriorar -aún más- nuestra institucionalidad. Pero tal como dijo el candidato derrotado, al parecer, “la guayabera llegó para quedarse”.

Javiera Arce Riffo

Red de Politólogas

Fuente

LaTercera.com

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