La investigación por posible financiamiento ilegal que golpea al partido Vox en España

La investigación por posible financiamiento ilegal que golpea al partido Vox en España

Viktor Orbán y Santiago Abascal no solo compartían ideas políticas y mítines nacionalistas: una denuncia abierta por la Fiscalía Anticorrupción española señala que el partido de extrema derecha, Vox, habría recibido más de 4,5 millones de euros por un banco vinculado al primer ministro húngaro. Esto podría suponer un incumplimiento de la legislación sobre financiamiento de la política en España.

Las diligencias de la Fiscalía fueron abiertas luego de una denuncia interpuesta por el oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en diciembre del año pasado, e incluyen también un apartado por las “cajas de caudales” que usaría la formación de Abascal para recaudar fondos, y que los socialistas acusan como poco transparente.

Esta no es la primera vez que Vox se ve envuelto en problemas de caja, ya que el año pasado el Tribunal de Cuentas español sancionó al partido por “infracciones muy graves en la ley de financiación de partidos políticos”. Esto, por haber recibido donaciones irregulares que superaron los 200 mil euros, entre 2018 y 2019. Con este antecedente, las consecuencias legales que podría enfrentar la formación política podrían ser más severas.

El líder de Vox, Santiago Abascal, en un evento en Barcelona. Foto: Archivo

Al menos en la trama húngara, Vox ya había admitido previamente el haber recibido dinero desde Budapest. En septiembre de 2024, reconocieron el ingreso de 9,2 millones de euros por parte del banco húngaro Magyar Bankholding (MBH), perteneciente al empresario Lörinc Mészáros, próximo a Orbán.

Al respecto, el partido de Santiago Abascal aseguraba que el préstamo era para financiar sus campañas en las elecciones municipales y generales de 2023. Esto, porque según ellos, las entidades bancarias españolas “no querían financiarles”.

Ahora, la denuncia del PSOE habla de un préstamo de otros 4,5 millones de euros, también provenientes del MBH. El documento asegura que ese préstamo infringiría la normativa de financiamiento de la política, ya que se le prohíbe a los partidos recibir recursos de organismos, entidades o empresas públicas extranjeras.

Estos préstamos aparecen en las Cuentas Anuales del Ejercicio 2023, un documento en la página de Vox. Al momento en que se elaboró ese reporte, el partido ya había pagado 1,8 millones de euros al banco, aunque quedaban pendientes de pago 7,3 millones.

José Antonio Fúster, portavoz de Vox, durante una conferencia de prensa. Foto: Archivo

Además de la trama húngara, el PSOE denuncia maneras “opacas” de financiarse, ya que Vox colocaba “huchas o cajas de caudales” en sus mesas informativas. Lo que indica la denuncia es que la venta de productos de merchandising de Vox habría permitido al partido conseguir ingresos al margen de los controles habituales, “sin marcos de transparencia que garanticen su legalidad”.

Luego de conocerse la denuncia, la portavoz del partido en el Congreso, Pepa Millán, intentó minimizar la importancia del caso, acusando al PSOE de “desviar la atención”. “El PSOE y el gobierno están cercados por la corrupción. Esta denuncia no nos preocupa en absoluto, porque el Tribunal de Cuentas ya tiene toda nuestra información”, aseguró Millán.

Esta respuesta se cuelga del “caso Koldo”, un escándalo que se hizo público hace unos meses, en el que un asesor del entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos habría cobrado comisiones por la compra de mascarillas. Aún sin ser imputado por la causa, Ábalos ya fue suspendido de la militancia al PSOE, y el partido le ha reclamado que entregue su acta de diputado, por la responsabilidad política de nombrar a un asesor investigado.

Santiago Abascal junto a Javier Milei en España. Foto: Archivo

En tanto, el diputado de Vox José Antonio Fúster también declaró, asegurando que se trataba de una “persecución” contra su partido. De hecho, el legislador agregó que se trataría de un “triángulo mágico de Ferraz-Génova y Sol”, para referirse a una supuesta alianza entre el PSOE, el PP y el gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso, con el fin de acallar a la colectividad de extrema derecha.

En los últimos meses, Vox había estado subiendo en las encuestas, aunque habría “tocado techo” en febrero. Hoy por hoy, el partido aglutina el 12,9% de las intenciones de voto, lo que es dos décimas menos de lo que estimaban las encuestas del mes pasado.

Los medios españoles aseguran que esta baja en los sondeos está ligada al apoyo que Vox ha venido haciendo a los proyectos de Donald Trump para terminar la guerra en Ucrania. De hecho, el mismo Abascal había ido a Washington a finales de febrero para tomar parte en una reunión política trumpista. Insistiendo en esa dirección, precisamente este lunes el partido se pronunció en contra de que España participe en una misión militar de la Unión Europea en Ucrania, una vez que se alcance un eventual acuerdo de paz.

De hecho, la política exterior de Trump ha llevado a una fisura en Vox. Por un lado, está la directiva que respalda al mandatario norteamericano, llegando a asegurar que el jefe del Ejecutivo español, el socialista Pedro Sánchez, “se ha ganado a pulso” los aranceles que el magnate quiere imponer sobre los productos españoles. Por otro lado, voces como la del diputado Javier Ortega Smith señalan sentirse traicionados por el partido.

“Si Trump decide imponerle a España unos aranceles que hacen daño a la economía, no podemos estar de acuerdo; si decide darle la espalda a un país europeo como es Ucrania, repartir sus fronteras y llegar a supuestos acuerdos de paz sin tener en cuenta a la nación agredida, no podemos estar de acuerdo”, indicó Ortega Smith en una entrevista.

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LaTercera.com

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