La pobreza es la herramienta de las dictaduras del socialismo del siglo 21 para oprimir
- 6 Horas, 19 Minutos
- Infobae.com
- Deporte
La pobreza es la herramienta de las dictaduras del socialismo del siglo 21 para oprimir

En dictadura se trata de detentar el poder indefinidamente con impunidad y a cualquier costo, para lo que es prioritario que la gente pierda libertad y se someta al control de régimen
Mientras las sociedades democráticas con sus sistemas políticos y económicos tienen como objetivo la libertad, el bienestar y la prosperidad, los regímenes dictatoriales y cualquier forma de autoritarismo utilizan la pobreza como mecanismo para aumentar la dependencia y el control de los ciudadanos. La pobreza -como lo demuestra la situación de Cuba, Venezuela y el rumbo de Bolivia y Nicaragua- es la herramienta del socialismo del siglo 21 o castrochavismo para oprimir a los pueblos.
En democracia, que está fundada como mínimo en la libertad, el respeto a los derechos humanos, la igualdad ante la ley, la separación e independencia de poderes y la rendición de cuentas, la soberanía reside en el pueblo y los gobernantes son mandatarios o apoderados temporales, encargados de mejorar la vida de sus mandantes. Cualquier situación mala, difícil o de crisis señala la pérdida del respaldo popular y responsabilidades.
Con la unión de Hugo Chávez, Fidel Castro y Luis Ignacio Lula da Silva en efecto desde 1999 cuando Chávez llegó a la presidencia de Venezuela, la expansión de la dictadura de Cuba se disfrazó de populismo, antiimperialismo y lucha contra la pobreza. Líderes, partidos políticos e instituciones de la democracia fueron atacados por la falta de mejores resultados a favor de los pobres. Aprovecharon las riquezas y reservas construidas en democracia, deslumbraron con acciones efectistas usando el petróleo y la riqueza de Venezuela, la corrupción del Lava Jato financiado por Brasil de Lula, el sobre endeudamiento internacional y el crimen.
El desarrollismo en que se fundó la narrativa en los primeros años del proyecto Alba, movimiento bolivariano, hoy socialismo del siglo 21 o castrochavismo, se reforzó con la creación de un gran número de nuevos ricos que pronto ejercieron influencia financiera internacional. La burguesía del socialismo del siglo 21 aún permanece impune a la sombra de las millonarias fortunas que compran mecanismos de protección.
Todo este proceso de “lucha contra la pobreza del socialismo del siglo 21” se reforzó con la operación de los países que controlan como narcoestados, narcotráfico, operación del crimen organizado trasnacional, migraciones forzadas, trata de personas y todo tipo de delitos, mientras la situación de los pueblos avanzaba en más pobreza y pérdida de libertad.
Después de 25 años de iniciada la expansión de la dictadura de Cuba, el resultado es la expansión de la pobreza que el castrismo vivía en su periodo especial antes del rescate operado por Chávez en 1999. Han expandido la pobreza, la corrupción, el crimen, el narcotráfico y la desesperanza a los países que controlan como Venezuela, Bolivia y Nicaragua y a los que han tocado con sus paradigmas como Argentina con Kirchner, Brasil con Lula, Ecuador con Correa, México con López Obrador y más. Cuba es sin duda el epicentro y la mayor víctima de estos crímenes que se resumen en pobreza extrema y total desigualdad entre el pueblo y los perpetradores que detentan del poder.
La realidad objetiva prueba que sin libertad no hay iniciativa ni competencia ni mercado, sin expectativa de utilidades no hay inversión, sin propiedad privada no hay desarrollo. La concentración del poder solo trae excesos, crimen y corrupción y con ellos la destrucción del aparato productivo, el estatismo y la quiebra que llevan a más pobreza. No fue suficiente que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sucumba, fue necesario que con los mismos y peores vicios se repita en Latinoamérica a título de socialismo del siglo 21.
Lo que en el mundo de la libertad no entendemos, o tardamos mucho en hacerlo, es que los objetivos y herramientas del socialismo del siglo 21 y de los regímenes no democráticos son diferentes a los de la democracia. En dictadura se trata de detentar el poder indefinidamente con impunidad y a cualquier costo, para lo que es prioritario que la gente pierda libertad y se someta al control de régimen; esto es que pierda iniciativa, pierda opciones de competir, deje de tener expectativas, en suma que sea pobre o más pobre. Hay que generar dependencia.
Conforme la gente empobrece depende más de la autoridad centralizadora, de los permisos, asistencias, subsidios, mecanismos de distribución, educación, alimentación, identificación, hasta de la libertad de circulación y viaje. Para todo se necesitará del régimen que terminará por imponer si trabajas, en que trabajas, si comes y cuando y cuanto, si puedes seguir gozando de la libertad de circulación y en qué condiciones, y todo lo demás. Solo basta ver Cuba y Venezuela de hoy y el rumbo de Bolivia y Nicaragua.
La pobreza es el negocio de las dictaduras. Cuando hay crisis, apagones, falta de dólares o de combustibles, cuando ya no hay producción nacional, no hay alimentos ni medios para adquirirlos y hay desesperanza creciente en la población, ese es el ámbito para oprimir y mantenerse en el poder. Complementan la pobreza con el terrorismo de Estado y pueden detentar indefinida e impunemente el poder.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
www.carlossanchezberzain.com
Comentarios