La política del descuido: los programas para niñas y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad que ya no están

La política del descuido: los programas para niñas y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad que ya no están

El 65% de las familias argentinas tuvo que recortar su alimentación y en los barrios populares el plato medio vacío llegó al 80% de los hogares. El gobierno redujo, desfinanció o desmanteló 42 programas de cuidado: el 86% de las políticas públicas se cerraron, están en riesgo o mantienen el nombre pero sin financiamiento. Las conclusiones de una investigación titulada "La cocina del cuidado" Grisela Ríos y su hija hacen fila con otras personas afuera de la oficina de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Las madres cuentan con menos planes de cuidado. Buenos Aires, Argentina, el lunes 5 de febrero de 2024. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

En Argentina había 49 políticas de cuidado. Ahora solo quedan vigentes 7. El déficit es de 42 prestaciones que sostenían a las personas y eran el sostén de las que sostienen. Ya no hay piso, colchón o refugio. El 86% de los programas que respaldaban la crianza de chicos y chicas, el bastón de ancianos y las terapias para personas con alguna discapacidad desaparecieron o es como si hubieran desaparecido. Si el Estado en Argentina ponía el hombro ahora da la espalda.

La mayoría de los planes (24) están discontinuados o derogados y 18 estrategias de cuidado están en coma con un presupuesto subejecutado o en terapia intensiva o en riesgo de extinción. El 57% de las familias que asisten a comedores barriales o escolares no necesitan hablar, no pueden o no son escuchadas. Pero no hay silencio, sino ruidos de la panza. Ahora encuentran menos comida en donde antes podían encontrar un plato lleno. No hay forma de ver el vaso con agua si no hay carne, frutas y leche para poder mirar con claridad.

La situación empeoró mucho más en la percepción de las mujeres (74%) que para los varones (57%). Las madres son las que ponen el cuerpo y las que se sacan del cuerpo el bocado de la boca para que el resto coma. Se alimentan menos, pero se cansan más. La diferencia del ajuste lo pagan más ellas que ellos: comen porciones más chicas y se acuestan menos horas. No todos pagan igual ni dan lo mismo. Seis de cada diez mujeres sobrecargaron el tiempo destinado a cuidar a sus mayores y a los niños y niñas de la casa. En cambio solo tres de cada diez varones tuvieron que ajustar sus relojes personales para poner las agujas, las piernas y la cabeza a disposición de los más chicos o las más grandes.

Las mujeres se alarman especialmente por la menor disponibilidad de jardines maternales, salas de primera infancia y guarderías

Siete de cada diez familias tienen más dificultades para obtener vacantes en espacio de cuidado y jardines, según una encuesta telefónica, a nivel nacional, entre 1730 casos, entre el 30 de agosto y el 20 de septiembre de 2024, realizada por Ágora Consultores para “La cocina de los cuidados”, un espacio intersectorial y transversal de seguimiento y producción de información sobre las medidas del gobierno en el campo de los cuidados que funciona desde marzo del 2024.

“Las madres (37%) y las abuelas (19%) resultan la estrategia principal (56%). Los cuidados a cargo del padre (15%) o recurriendo a niñera o cuidado pago (12%) son recursos mencionados bastante por detrás”, diferencia “La cocina del cuidado”. “El ranking de problemas o dificultades que atraviesan estas familias está encabezado por la menor disponibilidad de espacios (servicios de educación o cuidado) y del tiempo propio para cuidar, en comparación al año anterior. Al profundizar por qué y cómo se percibe el tiempo como factor problemático surgió la necesidad de trabajar largas horas y de tener más de un empleo”, subrayan.

El 43% de las mujeres es consciente de los aumentos y de la reducción de vacantes en jardines maternales o espacios infantiles. Las madres ven más la realidad en el supermercado y en las salitas del barrio. Los varones no ven lo mismo, tal vez porque van menos a comprar y a buscar vacantes. Ellos notaron los cambios de precios y la disminución de posibilidades de encontrar guarderías u otros espacios en un 29%. Ojos que no ven, corazón que no siente, ciudadano que no observa.

Las dificultades para acceder a terapias en las familias con hijos e hijas de personas con discapacidad se acrecentó durante 2024

El 65% de las familias argentinas realizó recortes en su alimentación en el último año. En barrios populares esa proporción llega a 8 de cada 10 habitantes. La mesa no es la misma. Le falta una pata. La malnutrición puede derivar en el fenómeno de “petisos sociales” que comen harina para pasar el hambre pero no se alimentan bien y no crecen adecuadamente como se vio en la crisis del 2001 o en otras derivaciones por la falta de nutrición adecuada. La falta de vitaminas, calcio, hierro y otras necesidades es un peligro para la salud de la población, la calidad y la extensión de la vida.

En los hogares con personas mayores el 76% siente el impacto de los mayores costos en los medicamentos no cubiertos por el PAMI y el 74% declaró contar con menores ingresos para contratar cuidadoras para abuelas, abuelos u otros familiares. No solo no pueden derivar estas tareas o lograr que estén acompañados/as para ir al médico, tomar bien la medicación, hacer ejercicios para su salud o no correr riesgos de accidentes, sino que tampoco se pueden ocupar porque la supervivencia es más difícil y el trabajo más demandante. Las familias tienen menos disponibilidad de tiempo para ocuparse de niños y ancianos en los últimos seis meses.

Las víctimas de violencia de género tienen menos respuestas para poder hablar, pedir ayuda y salir del círculo en donde las humillaciones, golpes y abusos son moneda corriente. “El cambio en la visión y el incumplimiento de los compromisos del Estado en materia de prevención y erradicación de las violencias de género es la marca de este período. El gobierno sumó barreras (como el requisito de denuncia judicial) y redujo la cobertura del programa Acompañar, desmanteló y empeoró las condiciones de trabajo en la línea 144 que permiten una mejor respuesta a quienes están viviendo situaciones de violencia en todo el territorio nacional”, advierte el informe de expertas en género.

Las jubiladas y jubilados tienen mayores problemas para acceder a los medicamentos y para contar con cuidadoras/es que los acompañen al médico, a comprar la medicación y a cuidar su salud

“En el país del Ni Una Menos, los retrocesos en políticas están acompañados por declaraciones y posiciones oficiales como ‘la violencia no tiene género’. En ese sentido, ‘no vamos a tener política de género’, como publicó la oficina de prensa del Ministerio de Justicia nacional, irradia a toda la institucionalidad estatal”, señalan en el tercer informe de “La cocina de los cuidados”.

También se está desarticulando la ayuda a los hijos e hijas huérfanos a causa de femicidios que podían acceder a una asignación (similar a una jubilación) a través de la Ley Brisa. El objetivo de la norma (que se debería cumplir porque es una ley vigente) es que si a un chico ya le falta su mamá no se le acentúa la ausencia con falta de recursos para poder estudiar, vestirse y alimentarse cuando los sigue criando una abuela o una tía con otros hijos o hijas, nietos o nietas y en un contexto de duelo y dificultad. “Esta ayuda económica fue interrumpida y se cerraron las altas. El programa tiene una ejecución a septiembre del 16%”, informa el monitoreo.

En el semáforo de las políticas de cuidado relevadas están en rojo las que están siendo desmanteladas. Es llamativo que, por un lado, se desfinancia y demoniza el Plan ENIA (Embarazo No Intencional en la Adolescencia) que había logrado bajar en 60% el embarazo adolescente no buscado a través de la colocación voluntaria de implantes sub dérmicos. Pero si las chicas por falta de recursos se convierten en madres también les van a faltar los kits de lactancia y el apoyo del plan mil días. No es una política pro vida, es anti mujeres.

La AUH puede dejar de actualizarse y quedar reducida y otros planes como La Ley Brisa solo ejecutaron el 16% del presupuesto. Los programas de cuidado quedaron arrasados en 2024

En las familias con personas con discapacidad la principal dificultad (para el 85% de los y las encuestadas) se da por la suba de precios de los medicamentos, pero el 64% encuentra más obstáculos para obtener prestadores para las terapias. Las madres y padres de hijos neurodivergentes tienen que ir a la psicóloga, psicopedagoga, terapia ocupacional, fonoaudióloga, musicoterapeuta entre otras actividades para estimular a sus hijos/as, contenerlos, encontrar pautas de crianza y lograr que puedan crecer incluidos socialmente y desarrollar todas sus capacidades. Por eso, cada puerta que se cierra, no es una medida coyuntural sino un final vital que queda desaprovechado para saltear barreras y aprender a sobrellevar las dificultades cotidianas y los desafíos vitales.

“Junto a las políticas de ajuste del Estado, las políticas macroeconómicas de devaluación, precios y desregulación de tarifas provocaron que la pobreza en Argentina ascienda hoy al 52,9% de las personas. Son 11 puntos porcentuales por encima de los valores en el mismo período de 2023: 5,5 millones de nuevos pobres. Nos encontramos en un escenario similar al de la post crisis de 2001. Esta situación se materializó a partir de un conjunto de medidas adoptadas −todas con incidencia directa o indirecta en los cuidados−: el veto a la fórmula de movilidad que buscaba recuperar en parte la pérdida real de ingresos de jubilados y jubiladas; el tope fijado a la negociación salarial (2%) y la inmovilidad de las ayudas monetarias al universo cubierto por el ex Potenciar; el precio de las tarifas de servicios de agua, transporte, electricidad y la eliminación de esquemas de subsidio para sostener el acceso a servicios mínimos (garrafa) en barrios populares; la concreción de la modificación regresiva del impuesto a las ganancias −ingresos medios− y la exigencia de reempadronamiento al esquema de protección ofrecido por el monotributo social”, señala el informe realizado por Vanina Escales, Lucía de la Vega, Victoria Verone, Luciana Vidal, María José Rodríguez, Virginia Franganillo, Edurne Cárdenas y Lucía Cirmi.

“El proyecto de ley del presupuesto 2025 puede profundizar aún más la desigualdad, ya que las políticas de transferencia directa dejarían de actualizarse de forma automática. Esto abarca la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo (AUH, AUE) y la totalidad de las asignaciones familiares para trabajadores y trabajadoras con salario”, señalan desde un espacio compuesto por el Padre Francisco “Paco” Oliveira; la Asociación Civil “La Poderosa”; María Luisa Storani, del Centro de la Mujer de San Fernando (CEDEM); Norma Sanchís de la Asociación Lola Mora; María Rosa Martínez; Elizabeth Jelin; María del Carmen Feijoo; Eleonor Faur; Carolina Buceta de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), Julieta Campana y Florencia Cascardo del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas y Edurne Cárdenas, del CELS.

El informe destaca que el país no tiene estabilidad, sino un cambio recargado sobre las que ya cargaban con el peso de la vida propia y, por sobre todo, de la vida de los demás. Las que cuidan están más descuidadas. No es estabilidad, sino desprotección. No es blanqueo, sino desamparo. La investigación resalta: “La sobrecarga del tiempo familiar de cuidado y el registro de un aumento de las horas diarias que esas personas pasan en soledad evidencian el desamparo por la ausencia de políticas de cuidado”.

Fuente

Infobae.com

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