La UE cede al chantaje de Hungría para salvar la lista negra de oligarcas rusos: 24.900 millones de euros, mansiones y ‘superyates’ en Mallorca y Tarragona

La UE cede al chantaje de Hungría para salvar la lista negra de oligarcas rusos: 24.900 millones de euros, mansiones y ‘superyates’ en Mallorca y Tarragona

A un día para que expirase el plazo, Budapest levanta su veto tras acordar con Bruselas retirar a cuatro nombres de las 2.4000 personas que actualmente están sancionadas Imagen de archivo del yate Tango, propiedad del multimillonario ruso Viktor Vekselberg, anclado en el Club Náutico de Palma de Mallorca. (EFE/ Cati Cladera)

La Unión Europea acuerda renovar sobre la bocina las sanciones individuales que afectan a 2.400 personas, entre políticos, militares y oligarcas, todos ellos cómplices (ya sea por financiar o apoyar políticamente) de la invasión a Ucrania ordenada por Vladimir Putin el pasado febrero de 2022.

Hasta este mismo viernes, la piedra en el camino ha vuelto a ser el veto de la Hungría de Viktor Orbán, que este miércoles volvió a amenazar con votar ‘no’ a una nueva prórroga si Bruselas no retiraba ciertos nombres de oligarcas. Las sanciones deben renovarse por unanimidad de los Veintisiete cada seis meses y a las 23:59 horas del sábado expiraba el plazo para extenderlas

Tras una negociación a contrarreloj con Budapest que ha mantenido en vilo a Bruselas, Orbán ha levantado el veto después de que la UE cediese a parte de sus demandas retirando cuatro nombres de los siete mencionados por Hungría: son los oligarcas billonarios Vladimir Rashevsky (argumentan que era “un caso legal débil”), Gulbakho Imailova, Viatcheslav Kantor; y el ministro de Deportes ruso, Mikhail Degtyarev.

En esta delicada negociación no había plan B. La alternativa era volar por completo la lista negra de la UE, donde figuran los nombres del presidente ruso y otros miembros de la Duma y el Consejo de Seguridad, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov. También aparecen nombres de oligarcas como el dueño del holding que controla la cadena de supermercados Dia; políticos locales como el alcalde de Moscú; o mercenarios del grupo Wagner. Las sanciones individuales contemplan la prohibición de viajar a territorio comunitario y la congelación de activos y bienes.

No puede considerarse un matchball, pero sí una bola de set clave. No sacar esto adelante hubiese sido indudablemente un golpe anímico para la UE, ya que volvería a mostrar signos de debilidad cuando insiste en reflejar que en esta lucha todos reman al unísono. Si bien las sanciones individuales no tienen el impacto de las sectoriales a la hora de minar la economía del Kremlin, esto hubiese sido igualmente un chute de fuerza para su esfuerzo bélico. Esta situación, en medio de un proceso de negociaciones de paz, sería darle un ‘as’ adicional a Putin a la hora de dictar sus condiciones.

Yates de lujo y mansiones en España

La UE tendría que haber devuelto todo ese dinero congelado y los bienes de estas personas que, según cifras del Consejo Europeo, tienen un valor total que asciende a los 24.900 millones de euros. Asimismo, los oligarcas rusos tendrían permitido volver a veranear junto a sus familias en sus superyates de lujo -hasta ahora embargados- atracados en territorio español. Sin ir más lejos, España tiene confiscados decenas de ‘palacios flotantes’ en puertos como el de Mallorca o Tarragona, así como mansiones y otros inmuebles con valores mil millonarios.

El bloque comunitario ya tuvo que sudar la gota gorda para tratar de sortear el veto de Hungría a las sanciones sectoriales, que contemplaban la inmovilización de 200.000 millones de euros de activos procedentes del Banco Central ruso, además de prohibiciones de importación y exportación. Tanto las individuales como las sectoriales no pueden utilizarse directa o indirectamente, pero hasta ahora Los Veintisiete han usado sus beneficios extraordinarios para financiar la ayuda en Ucrania.

En la pasada negociación, Hungría junto a Eslovaquia, presionaron hasta el último momento condicionando su veto a que continuase el tránsito de gas ruso -o azerbayano- por Ucrania, ahora detenido por completo. Las sanciones volverán a votarse dentro de seis meses, donde se espera que vuelva a haber culebrón. Bruselas ya sabe que en cada movimiento tendrá que enfrentarse a la democracia transaccional del rebelde de la UE.

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Infobae.com

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