Las preocupaciones por el historial médico de Lula: se recupera de cirugía de emergencia por una hemorragia craneal

Las preocupaciones por el historial médico de Lula: se recupera de cirugía de emergencia por una hemorragia craneal

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, fue internado de urgencia, a última hora de la noche del lunes, en el Hospital Sírio-Libanês, en Sao Paulo, donde fue sometido a una intervención quirúrgica para drenar una hemorragia cerebral relacionada con una caída sufrida en octubre en su casa. Los médicos que lo atienden informaron el martes que, tras la intervención, el mandatario se encontraba estable y con las funciones neurológicas preservadas.

Los facultativos dijeron que la cirugía, conocida como craneotomía, duró unas dos horas. El médico personal de Lula, Roberto Kalil Filho, informó que la previsión, “si todo va bien”, es que el mandatario regrese a Brasilia a principios de la próxima semana. Kalil repitió más de una vez que el presidente no había sufrido daños cerebrales ni tenía secuelas, y afirmó que el riesgo de lesión como consecuencia del hematoma es “cero”.

Los médicos que trataron a Lula explicaron que el hematoma, de 3 centímetros, fue completamente drenado durante la intervención. Estaba situado entre el cráneo y la membrana meníngea, fuera del cerebro, y se optó por drenarlo para evitar que comprimiera el cerebro, lo que podría provocar complicaciones.

#EquipeLula pic.twitter.com/xbmxExIm0z

— Lula (@LulaOficial) December 10, 2024

La semana pasada, el presidente incluso acudió al Hospital Sírio-Libanês, en Brasilia, debido a un “malestar”, según informes de dos asesores cercanos citados por el medio G1. El lunes por la noche, después de reunirse con los presidentes de la Cámara y del Senado, Lula regresó al mismo centro asistencial tras quejarse de un dolor de cabeza que empeoraba. Un examen detectó una hemorragia intracraneal y, por lo tanto, el mandatario fue trasladado al Sírio-Libanês, en Sao Paulo.

Lula se cayó el pasado 19 de octubre en el baño del Palacio da Alvorada, en Brasilia, y sufrió una pequeña hemorragia cerebral y un traumatismo en la parte posterior de la cabeza que requirió cinco puntos de sutura. La lesión del presidente lo obligó a cancelar un viaje a Rusia para asistir a una cumbre del grupo BRICS de los principales mercados emergentes que se celebraba en Kazán, siguiendo el consejo médico de evitar temporalmente los vuelos de larga distancia.

Las pruebas realizadas a principios de noviembre mostraron que su estado era estable y Lula se mantuvo activo, viajando recientemente a Montevideo para discutir un acuerdo comercial del Mercosur.

Sin embargo, las preocupaciones por la salud del presidente, que se encuentra a mitad de su tercer mandato no consecutivo, han ido en aumento, destaca Reuters. Hace poco más de un año, en septiembre de 2023, Lula se sometió a una artroplastia total en la cadera derecha, una cirugía para reemplazar, con una prótesis, el cartílago desgastado de esa región del cuerpo. Cuando el procedimiento cumplió un año, se sometió a exámenes de revisión, destaca G1.

En noviembre de 2022, Lula fue operado en Sao Paulo para extirparle un nódulo en la cuerda vocal izquierda. Durante la intervención, realizada con anestesia total, una biopsia constató que la mancha blanca eliminada no era cancerígena. La intervención quirúrgica, que duró 40 minutos y se realizó con láser, fue practicada en el Sírio-Libanês de Sao Paulo.

El nódulo fue detectado en una prueba de rutina a las que se sometió antes de viajar al extranjero. Arrastraba una ronquera que se había ido agravando a medida que avanzaba la larga campaña electoral. Su voz cada vez más deteriorada hizo que algunos lo atacaran por su salud durante la campaña presidencial de 2022, en particular Ciro Gomes, su rival de centroizquierda en la primera vuelta.

“Lula está cada día más débil física y psicológicamente”, escribió Gomes en las redes sociales, donde cuestionó su capacidad para enfrentar a Jair Bolsonaro. Más tarde, Gomes retiró sus declaraciones y admitió haber sido “muy duro” con Lula. “Voy a tener que dejar de hablar un mes para recuperarme”, bromeó el exlíder sindical antes de ganar la elección el 30 de octubre.

En 2011, cuando dejó el poder, Lula -unexfumador- fue diagnosticado con cáncer de laringe y se sometió a quimioterapia y radioterapia. El líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) fumó durante 50 años y abandonó el cigarrillo en 2010, tras ser internado por hipertensión, a los 64 años.