“Les enfants de la Patrie”: la francomanía que despertó la visita de Macron al Congreso chileno
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“Les enfants de la Patrie”: la francomanía que despertó la visita de Macron al Congreso chileno
La verdad es que la convocatoria del Congreso Pleno para recibir al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, no fue la esperada.
En el Salón del Honor de la sede del Legislativo, llegaron solo cerca de 73 diputados y senadores, un poco más de un tercio de los actuales 204 parlamentarios en ejercicio.
Sin embargo, a pesar de los asientos vacíos, que debieron ser llenados por asesores y personal de ambas ramas del Congreso y de ciertas señales de antipatía o de quejas contra Macron de parte del PC y la UDI, los pocos parlamentarios que llegaron estaban visiblemente entusiasmados con la ilustre visita.
Cuando se entonó la Marsellesa, himno nacional de Francia, algunos diputados y senadores le hicieron empeño y se pusieron a cantar.
Varios presentes, entre ellos, el presidente del Senado, José García (RN), y el secretario general de la Cámara, Miguel Landeros, movían los labios cuando se sabían una parte del himno.
En el salón, en todo caso, había otros legisladores que sabían la letra completa desde la época del colegio. Entre ellos, los senadores Iván Moreira (UDI), Javier Macaya (UDI) y Francisco Chahuán (RN) y los diputados Andrés Jouannet (Amarillos) y Tomás de Rementería (PS), algunos de los cuales tenían antepasados franceses. No era la situación de Chahuán, que, en todo caso, recordó que era abanderado de Francia en su colegio en los actos escolares.
No obstante, a Macron le llamó la atención un niño que estaba cerca de la testera, que cantó el himno. Al terminar su discurso se le acercó y accedió a fotografiarse con él y su padre. Era el hijo del diputado De Rementería (PS), quien hoy tiene doble nacionalidad chileno-francesa.
De Rementería, incluso, orgulloso de sus lazos con Francia (donde estudió, además, en la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne), le mostró con la mano el vientre de su pareja, la actual presidenta de la Cámara, Karol Cariola, ya que el hijo que esperan ambos también tendrá vínculos con la nación europea.
“Un hijo francés”
Macron, algo estaba informado de esta historia familiar. De hecho, la propia Cariola, en la recepción previa que le hizo con el presidente del Senado, le dijo que “su compañero” y padre del hijo que espera, el diputado De Rementería, tenía doble nacionalidad. “Yo espero un hijo francés”, le dijo en tono de broma.
El Presidente de Francia reaccionó con sorpresa y una sonrisa, preguntando si el legislador estaba en el salón.
“Él es diputado también”, le explicó Cariola, quien le regaló al dignatario extranjero un set de copas de vinos con base de cobre.
García, por su parte, le obsequió una manta mapuche.
Al ingresar al salón, varios parlamentarios sacaron sus celulares para grabar, entre ellos, el senador Felipe Kast (Evópoli), quien prefirió no usar su chaqueta en la ceremonia, emulando tal vez el conocido outfit de Macron en campañas electorales: con camisa blanca arremangada, pero siempre con su corbata bien ajustada.
A nivel de discursos, el presidente del Senado le pidió el apoyo de Francia para la postulación de Valparaíso como sede de la gran cumbre de los Océanos, solicitud que fue acogida por el mandatario europeo.
La presidenta de la Cámara, en tanto, abogó por el fin de la guerra en Ucrania y Medio Oriente.
El Carmenere
En su intervención, el Mandatario habló de política internacional, pero también anécdotas históricas que han unido ambos países, por ejemplo, el Carmenere, cepa de origen francés presuntamente extinta por una plaga de filoxera en 1867, que se redescubrió en Chile en 1994. También mencionó que todas las ciudades de Chile tienen una calle que recuerda a la conspiración independentista de los tres Antonios -grupo conformado por dos franceses y un criollo a fines del Siglo XVIII- antes del proceso emancipatorio de 1810.
Terminado el acto, los legisladores se trasladaron a la primera fila para saludar a Macron a su paso. Él amablemente se tomó su tiempo para saludar uno a uno a quienes se acercaban.
Con Jouannet se detuvo algunos segundos. El diputado de Amarillos le mencionó que sus antepasados venían de Angoulême y Bordeaux, a lo que Macron le respondió que era una zona de buenos vinos.
También dedicó algunos segundos más a las senadoras Ximena Rincón (Demócratas) e Isabel Allende (PS).
Al toparse con Moreira, este le mostró el carnet de identidad de Macaya, quien tiene doble nacionalidad chileno-francesa por parte de su madre de apellido Danús. Moreira le había arrebatado previamente el documento a su par gremialista para mostrárselo al jefe de Estado galo.
No todo eran sonrisas o salidas de libreto graciosas. Salvo Cariola, los senadores y diputados comunistas optaron por restarse en señal de protesta.
“Macron puede parecer muy simpático, pero no puede pasar desapercibido que está apoyando abiertamente el lanzamiento de misiles de EE.UU. contra Rusia, agravando el conflicto y amenazando el destino de la humanidad”, escribió en redes sociales el diputado Luis Cuello (PC).
Desde la otra vereda política también hubo gestos. El senador Juan Antonio Coloma (UDI) le entregó una carta de los diputados de su partido que le pedían poner fin al asilo político de Ricardo Palma Salamanca, exfrentista, por su rol en el asesinato el senador Jaime Guzmán, fundador del gremialismo.
La última vez que un mandatario galo fue recibido por el Congreso Pleno ocurrió en 1964, a pesar de que otros gobernantes de ese país visitaron Chile en décadas recientes. Entonces, Charles de Gaulle recorrió América Latina para marcar el agradecimiento a los países de la región que apoyaron a Francia durante la Segunda Guerra Mundial.
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