Los CEO quieren que Trump cambie de rumbo con los aranceles. Pero Trump no cede

Los CEO quieren que Trump cambie de rumbo con los aranceles. Pero Trump no cede

Las amenazas arancelarias de Donald Trump han desencadenado entre bastidores una campaña de presión para suavizar o alterar los planes del presidente electo. Pero el esfuerzo se enfrenta a un obstáculo potencialmente insuperable: Trump no cede.

Eso ha dejado a los ejecutivos de empresas rascándose la cabeza sobre cómo presionar para obtener exenciones de los fuertes aranceles que Trump ha prometido sobre las importaciones procedentes de China, Canadá, México y otros países.

Hasta ahora, los ejecutivos se enfrentan a contratiempos mientras piden consejo a los asesores de Trump sobre cómo influir en los próximos pasos del presidente electo. Trump está actuando en gran medida por su cuenta, dejando a su equipo entrante de asesores con pocas oportunidades de dar forma a su pensamiento. Sus recientes declaraciones nocturnas en las redes sociales sobre los aranceles se han producido con escaso aviso incluso a algunos de sus aliados más cercanos, según personas relacionadas con el asunto.

El equipo de Trump ha dicho a los asesores corporativos que no hay forma de evitar que el presidente electo haga un uso libre de los aranceles una vez que llegue al poder, comentaron las fuentes.

A menos de dos meses de la toma de posesión, las compañías con sede en Estados Unidos y en todo el mundo están sopesando la posibilidad de que Trump cumpla muchas de sus advertencias de campaña, lo que podría desencadenar una guerra comercial en varios frentes que, según advierten los economistas, podría aumentar los precios para los consumidores. Los aranceles generales tendrían importantes consecuencias para las empresas, ya que podrían aumentar los costos de las firmas estadounidenses que importan productos del extranjero.

A finales del mes pasado, Trump comunicó en un post de Truth Social que impondría un arancel del 25% a las importaciones de Canadá y México si esos países no hacían más para detener el flujo de migrantes y drogas a través de la frontera. Días después, Trump advirtió de que podría imponer aranceles del 100% a los países del Brics, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, si intentan sustituir al dólar estadounidense como principal divisa mundial. Esto se suma a su promesa durante la campaña presidencial de imponer aranceles generalizados de hasta el 20% a todas las importaciones estadounidenses.

Las advertencias han desencadenado una oleada de diplomacia, incluidas conversaciones apresuradas con líderes mundiales. Después de hablar con la Presidenta mexicana Claudia Sheinbaum el mes pasado, Trump se atribuyó la victoria, escribiendo en las redes sociales que ella había acordado detener el flujo de migrantes a través de México y hacia Estados Unidos, “cerrando efectivamente nuestra frontera sur”. Pero Sheinbaum pareció rebatir tal caracterización, escribiendo en X que “la posición de México no es cerrar las fronteras”.

Trump discute sus ideas arancelarias con sus asesores, incluido el senador Marco Rubio (republicano, Florida), el secretario de Estado que eligió, y el inversor Scott Bessent, seleccionado el mes pasado para dirigir el Departamento del Tesoro. Pero su equipo recibió pocas advertencias de que Trump haría públicos sus planes en las redes sociales, dijeron personas familiarizadas con las conversaciones.

Una de las personas comentó que Rubio fue avisado por Trump antes de que publicara su mensaje en las redes sociales sobre los países del Brics, pero recibió poca notificación cuando se trató de las amenazas arancelarias públicas de Trump contra México, Canadá y China.

“Ahora viene la parte dura. Difícil”, escribió un aliado de Bessent en un mensaje de texto a The Wall Street Journal la noche en que Trump hizo pública su promesa de golpear a México, Canadá y China con aranceles. Un lobbista que trabajó en el primer gobierno de Trump sostuvo que ahora advierte a sus clientes que tomen al pie de la letra lo que Trump señala sobre su uso de aranceles y que hay poco que los consultores puedan hacer para disuadirlo de usar estas tácticas.

Un representante de Bessent manifestó que el elegido para secretario del Tesoro y Trump están “en comunicación diaria sobre asuntos económicos y geopolíticos que afectan a Estados Unidos”, y añadió: “Trump crea las estrategias y el señor Bessent las implementa de la manera más eficaz”.

Un representante de Rubio, por su parte, aseguró que el senador de Florida comparte “la visión de Trump de restaurar el lugar de Estados Unidos en el escenario mundial y trabajar para lograr una mayor justicia comercial para las familias y las empresas estadounidenses”.

El asesor principal de la transición de Trump, Brian Hughes, indicó que el presidente electo “implementaría políticas económicas y comerciales para hacer la vida asequible y más próspera para nuestra nación”.

De ser confirmados, Rubio y Bessent desempeñarían papeles centrales en la configuración y defensa de los aranceles de Trump, junto con el empresario Howard Lutnick, designado por Trump para dirigir el Departamento de Comercio, y Jamieson Greer, a quien el presidente electo ha elegido como su representante comercial para Estados Unidos. Trump ha dicho que Lutnick ayudará a supervisar su agenda comercial con Peter Navarro, un antiguo asesor del presidente electo que es partidario de aranceles radicales. El equipo tendrá que lidiar con las preocupaciones de aliados y adversarios extranjeros por igual, así como de empresas y legisladores.

Algunas compañías y republicanos mantienen la esperanza de que las promesas de Trump de imponer fuertes aranceles no se traduzcan en hechos, porque se están utilizando como táctica de negociación para obtener concesiones de otros países.

El senador Tom Cotton (republicano por Arkansas), aliado de Trump, comentó en la reciente Cumbre del Consejo de Directores Ejecutivos de The Wall Street Journal, celebrada en Washington, que el presidente electo podría estar abierto a negociaciones con Canadá y México que, en última instancia, podrían desembocar en su contención de los aranceles. Pero Cotton agregó que Trump adoptará una línea más dura con China, a la que calificó de “caballo de otro color”, debido a la amenaza económica y de seguridad nacional que Beijing representa para Estados Unidos.

Cotton advirtió a los grupos de presión que no se opongan a la legislación que revertiría la ley de 2000 que extendió a China el estatus de aranceles bajos que viene con la membresía en la Organización Mundial del Comercio. “Sólo diré que si suben al ring en nombre de China, deben esperar que les den un puñetazo”, sostuvo Cotton.

Ninguna de estas advertencias ha impedido que las empresas intenten intervenir en el proceso.

Un día después de que Trump anunciara que había elegido a Navarro como asesor comercial principal, un periodista del Journal recibió un correo electrónico de H.O. Woltz III, director ejecutivo de Insteel Industries, con una petición: ¿Cómo podía ponerse en contacto con Navarro para hablar de las políticas arancelarias de Trump?

La empresa de Woltz es el mayor fabricante del país de productos de alambre de acero utilizados para reforzar el hormigón en proyectos de construcción. Cuando Trump impuso aranceles a las importaciones de acero durante su primer mandato, el precio de la materia prima utilizada para fabricar los productos de la firma subió “al nivel más alto del mundo”, escribió Woltz.

Más tarde añadió que no cree que los aranceles sean una mala idea, pero le preocupa que puedan poner en peligro las cadenas de suministro nacionales. “Actuar en un punto de la cadena de suministro, ignorando el resto de la cadena, puede tener consecuencias imprevistas”, indicó..

Las empresas están contratando discretamente a firmas con buenos contactos para asegurarse de que sus puntos de vista se escuchen tanto en el Congreso como en Mar-a-Lago.

LG Electronics USA contrató recientemente a Capitol Counsel, una compañía de relaciones gubernamentales, para ejercer presión en cuestiones comerciales y de la cadena de suministro, según un nuevo informe de divulgación. El fabricante de semiconductores GlobalFoundries contrató a la empresa de lobby Cozen O’Connor Public Strategies para centrarse en cuestiones similares, de acuerdo a los formularios de divulgación.

Poco después de que Trump anunciara que está pensando en poner en el punto de mira las importaciones procedentes de México, Constellation Brands, productor de vino, cerveza y otras bebidas espirituosas, contrató a una consultora de alineación republicana. El objetivo es recalcar a Trump la importancia del negocio transfronterizo para los trabajadores estadounidenses de Constellation, según una persona familiarizada con el acuerdo.

Constellation Brands tiene cervecerías en México e importa cerveza, incluyendo Modelo y Corona, de México a Estados Unidos. En un comunicado, Constellation no comentó sobre esto directamente, pero señaló que continuaría trabajando con el gobierno de Estados Unidos como lo ha hecho durante las administraciones de ambos partidos políticos.

-Traducido del inglés por Pulso.

Fuente

LaTercera.com

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