Los desafíos que enfrentará el nuevo inquilino de la Casa Blanca

Los desafíos que enfrentará el nuevo inquilino de la Casa Blanca

Los votantes estadounidenses decidían este martes quién será el 47º presidente del país: la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump. Independientemente de quién gane, ambos candidatos se enfrentarán a importantes desafíos, como las guerras en Ucrania y Medio Oriente Medio, la inmigración y la lucha continua contra la inflación.

Consultada por cuál sería el desafío más urgente, la académica de Ciencia Política en la Facultad de Artes Liberales de la Universidad de Massachusetts Boston, Erin O’Brien, afirma a La Tercera que será el hecho mismo de tomar posesión del cargo. “Después de 2020, el primer desafío es ganar y ser nombrado presidente. Y Donald Trump se lo pondrá más difícil a Kamala Harris de lo que Kamala Harris se lo haría jamás a Donald Trump”, asegura. Sin embargo, tras votar cerca de su casa en Palm Beach, Florida, Trump prometió este martes: “Si pierdo una elección, si es una elección justa, seré el primero en reconocerlo”.

Para quien resulte victorioso, un desafío extra será gobernar con el Congreso en contra, pues se espera que se reviertan los partidos políticos de los escaños en la Cámara de Representantes y en el Senado. “Creo que los demócratas perderán el Senado. Hay demasiadas carreras por el Senado en juego. (...) Pero hay muchas esperanzas de que la Cámara, que está controlada por los republicanos, cambie. La Cámara en particular juega un papel importante en la certificación de la elección”, explica O’Brien.

Una vista del Capitolio de EE.UU., el 1 de julio de 2024. Foto: Reuters

Para Brendan O’Leary, politólogo y académico de ciencias políticas en la Universidad de Pennsylvania, la respuesta es más relativa. “Dependerá enteramente de quién sea el presidente y del resultado de las elecciones al Congreso al mismo tiempo. Claramente, existe la posibilidad de que cualquiera de los candidatos pueda tener un gobierno unificado, es decir, el control del partido en el Congreso y tanto en la Cámara como en el Senado. Pero también es posible que tengamos un resultado mixto en el que uno de los dos partidos controle la Cámara, donde los demócratas deben seguir siendo los favoritos”.

En cuanto a la economía, la inflación está en niveles excepcionalmente bajos. El índice de precios del gasto de consumo personal (PCE) aumentó a una tasa anual del 2,1% el mes pasado, por debajo del 2,2% de agosto y en línea con las expectativas de los economistas. Dicha cifra de inflación cayó a su nivel más bajo desde 2021, muy cerca del objetivo de las autoridades, después de que la Reserva Federal se esforzara por reducir el crecimiento de los precios desde su nivel más alto en una generación.

Un cliente abre su billetera en una caja registradora de Macy's en Nueva York, el 26 de noviembre de 2010. Foto: Reuters

“La inflación ha bajado radicalmente a su tasa objetivo, después de haber sido alta. En términos generales, los salarios reales han subido. Y se está sintiendo parte del impacto de los programas de infraestructura que inició Biden. Entonces, creo que eso es lo primero. Entonces, quienquiera que llegue al cargo en realidad hereda una economía bastante buena. Por supuesto, no todo el mundo piensa así”, añade O’Leary.

La mejora en la economía es denominada por los economistas como “el aterrizaje suave después del Covid. La mayoría de los economistas pensaron que iba a ser muy difícil de lograr, pero lo lograron”, asevera Christopher Beem, director ejecutivo del Instituto McCourtney para la Democracia y académico de Investigación en Ciencias Políticas en la Universidad Penn State.

Por esa razón, el académico de Penn State considera que el verdadero desafío en economía es la vivienda. “Eso no es algo que tenga que ver directamente con la inflación y no hay mucho que el presidente pueda hacer al respecto. Las personas jóvenes y mayores, miran lo que se requiere para dejar de arrendar una casa, y para ellos es simplemente imposible. Una primera vivienda es muy, muy cara”, enfatiza Beem.

Los migrantes escapan de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. y la Guardia Nacional de Texas después de cruzar a Estados Unidos desde México, en El Paso, Texas, el 8 de mayo de 2023. Foto: Reuters

Algo similar a lo que ocurre con la economía, sucede con la inmigración, otro desafío para el ganador de estas elecciones. “La inmigración fue muy alta y hay razones para eso. Pero eso fue hace aproximadamente un año, o año y medio. Pero desde entonces, ha bajado significativamente. Y ahora mismo, no es un gran problema. Una de las principales razones por las que la economía estadounidense va bien y lo ha hecho durante décadas es la inmigración. Entonces, si lo detuviéramos por completo, sería una decisión económica terrible”, dice Beem.

El ganador también deberá tratar los problemas más urgentes de política exterior: por un lado, los conflictos activos en Medio Oriente y la guerra en Ucrania, y por otro, la guerra potencial por el deseo de China de unificarse con Taiwán.

Un palestino se sienta sobre los escombros de una casa destruida en la ofensiva militar israelí, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, el 4 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Sobre los dos primeros, “la administración Biden, si es sustituida por una administración Harris, mejorará muy seriamente la capacidad militar de Ucrania, aunque también ellos buscarán algún tipo de acuerdo de compromiso. Ahora bien, si nos fijamos en Medio Oriente, si Harris gana, pero pierde el estado de Michigan en las elecciones, se supondrá que perdió Michigan debido a los votos de los árabe-estadounidenses que están enojados por la política de la administración hacia Israel”, prevé O’Leary.

Sobre el conflicto de las potencias asiáticas, “con una victoria de Trump las relaciones serán mucho más adversas, y si la administración Trump emprende una guerra comercial, eso hará que sea más tentador para la administración china apoderarse de Taiwán, especialmente si la administración Trump dejara de apoyar a Ucrania. Eso sería una señal para ellos. Estados Unidos no es un aliado confiable y probablemente podrían llegar a la conclusión de que podrían apoderarse de Taiwán. Así que ese es un peligro real. Por el contrario, no creo que los chinos sean tan aventureros si regresa una administración Harris”, vaticina.

El presidente chino Xi Jinping saluda mientras camina con el presidente estadounidense Joe Biden al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en Woodside, California, el 15 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

Asimismo, el futuro de Estados Unidos en la OTAN es incierto. “Si Trump es elegido, dirá que quiere que otros Estados miembros hagan sus contribuciones completas a la Alianza Atlántica, de lo contrario podría amenazar con retirarse. Habrá mucha oposición a retirarse de la OTAN si comienza a contemplarlo. En cambio, habrá un gran alivio entre los aliados europeos si Harris es elegida, porque no creen que la OTAN pueda funcionar eficazmente sin el liderazgo de Estados Unidos”, explica el politólogo de la Universidad de Pennsylvania.

El último de los retos más urgentes será unir a un país profundamente polarizado. “En la política estadounidense, en los últimos dos ciclos el mayor desafío -incluso Barack Obama lo enfrentó- fue tratar de unir a un país dividido. Kamala Harris se ha presentado diciendo que será presidenta de todos los estadounidenses, independientemente de por quién hayan votado. Y Donald Trump ha dicho que tenemos que detener al enemigo desde dentro, es decir, a las personas que no están con él”, dice O’Brien.

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LaTercera.com

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