Los mensajes filtrados de altos funcionarios de Trump profundizan la brecha entre EE. UU. y Europa
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Los mensajes filtrados de altos funcionarios de Trump profundizan la brecha entre EE. UU. y Europa

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Funcionarios de Trump han exigido más gasto militar europeo y han cuestionado los valores del continente. Varios mensajes filtrados revelan la profundidad de las desavenencias.
Hay funcionarios del gobierno de Donald Trump que no han escondido su desdén por Europa. Pero la animadversión parece ser aún mayor a puerta cerrada.
Los europeos reaccionaron con una mezcla de exasperación e indignación ante la publicación de fragmentos de una discusión entre funcionarios de alto rango del gobierno de Trump, llevada a cabo en la aplicación de mensajería Signal. La discusión, sobre un ataque planeado contra Yemen, estaba repleta de comentarios que retrataban a los europeos como parásitos geopolíticos, y fue revelada el lunes en The Atlantic, cuyo editor fue incluido inadvertidamente en la conversación.
"Simplemente odio volver a sacar de apuros a Europa", escribió el vicepresidente JD Vance, afirmando que los ataques beneficiarían a Europa mucho más que a Estados Unidos.
"Comparto plenamente tu aversión sobre el aprovechamiento europeo", respondió más tarde Pete Hegseth, secretario de Defensa. "Es PATÉTICO".
El intercambio parecía mostrar sentimientos y juicios reales: que los europeos sacan ventajas gratuitas y que cualquier acción militar estadounidense, por muy claramente que redunde también en interés de Estados Unidos, debe ser pagada de algún modo por otros beneficiarios.
Un miembro del chat identificado como "SM", y que se cree que es Stephen Miller, un asesor de alto rango del presidente Trump, sugirió que tanto Egipto como "Europa" deberían compensar a Estados Unidos por la operación. "Si Europa no remunera, ¿entonces qué? Si Estados Unidos restablece con éxito la libertad de navegación a un gran costo, tiene que haber algún beneficio económico adicional a cambio", escribió SM.
No hubo ninguna petición oficial de funcionarios de la Unión Europea para que Estados Unidos llevara a cabo el ataque en Yemen, simplemente se les informó, dijeron un diplomático europeo y un funcionario europeo que hablaron bajo condición de anonimato para poder discutir sobre conversaciones diplomáticas. Tampoco ha habido conversaciones con legisladores de alto nivel sobre la remuneración, según el diplomático.
El aparente menosprecio por parte de los funcionarios del gobierno de los protocolos de seguridad al mantener una conversación que incluía detalles operativos en una aplicación de chat comercial, aunque encriptada, suscitó la preocupación de que Rusia y China pudieran estar atentos.
"Putin se quedó sin trabajo: ya no tiene sentido espiar", escribió en X Nathalie Loiseau, integrante del Parlamento Europeo, afirmando que las filtraciones procedían ahora de los propios estadounidenses. "Ya no tiene sentido destruir a Ucrania, Trump se encargará de ello".
El comentario del intercambio es el golpe más reciente a una de las alianzas con más historia del mundo, que costó generaciones construir y fortalecer, pero que el gobierno de Trump ha conseguido debilitar en apenas unas semanas.
"Está claro que la relación transatlántica, tal como era, se ha acabado, y existe, en el mejor de los casos, un desdén indiferente", dijo Nathalie Tocci, directora del Instituto de Asuntos Internacionales de Italia, quien anteriormente asesoró a un alto cargo de la UE. "Y en el peor de los casos, y más cercano a eso, existe un intento activo de socavar Europa".
La Unión Europea es, en muchos sentidos, la antítesis de los principios que defienden Trump y sus colegas. El bloque se construye en torno a la aceptación del comercio internacional basado en normas. Ha estado a la vanguardia de la regulación relacionada con el clima y la protección de los usuarios de las redes sociales.
Europa ha estado en alerta desde que Vance pronunció un discurso en una conferencia de seguridad en Múnich el mes pasado en el que cuestionó los valores europeos y su democracia y escandalizó a los líderes europeos. Acto seguido, advirtió que Europa corría el riesgo de un "suicidio civilizacional".
Si la relación entre Estados Unidos y Europa fuera meramente transaccional, sería relativamente fácil para los europeos limitarse a gastar más en el ejército y darle a Trump algún tipo de victoria, afirmó François Heisbourg, analista francés y exfuncionario de Defensa.
Pero en el discurso de Vance en el que atacó a la democracia europea en Múnich, por no hablar del nuevo intercambio filtrado, el desprecio por Europa va más allá de las transacciones.
"Vance fue bastante claro: no compartimos los mismos valores", dijo Heisbourg.
Él y otros, como Anna Sauerbrey, editora de la sección internacional de Die Zeit, señalaron que la exigencia explícita de un pago, en lugar de solo apoyo político y militar, como en Irak y Afganistán, era nueva. Además, ignoraba el hecho de que "Estados Unidos depende del comercio mundial", dijo, y que "Francia, el Reino Unido y los Países Bajos han desplegado barcos en la región" con el mismo fin. Los estadounidenses, afirmó, "pasan constantemente por alto los esfuerzos europeos".
China, por ejemplo, obtiene la mayor parte de sus importaciones de petróleo a través del estrecho de Bab el-Mandeb y realiza gran parte de su comercio de exportación con Europa a través de la misma ruta marítima. Pero nadie le está pidiendo a China que pague, señaló Tocci.
Durante meses, Washington ha estado enviando declaraciones y acciones mordaces hacia Europa.
Trump ha dejado claro que quiere adquirir Groenlandia, territorio semiautónomo de Dinamarca, incluso cuando los dirigentes europeos advierten que defenderán la integridad territorial. Usha Vance, esposa de Vance, y Mike Waltz, asesor de seguridad nacional, visitarán la isla esta semana, sin haber sido invitados, según su gobierno, lo que ha generado una respuesta inquieta.
Trump también ha advertido varias veces que Europa debe pagar mucho más por su propia defensa y ha amenazado con no acudir en ayuda de las naciones que no paguen lo suficiente, y además se ha distanciado bruscamente de Ucrania. Al mismo tiempo, ha presentado planes para imponer fuertes aranceles a Europa y ha dicho que la Unión Europea se creó para "fastidiar" a Estados Unidos.
Christel Schaldemose, política danesa e integrante de centroizquierda del Parlamento Europeo, dijo que la forma en que Estados Unidos habla últimamente de la UE en general "no ayuda".
"¿Podríamos empezar a hablarnos como aliados y no como enemigos?", dijo.
Incluso mientras los líderes europeos intentan mantener la amistad, están haciendo esfuerzos para tratar de reforzar sus gastos de defensa, conscientes de que sería casi imposible sustituir las capacidades militares estadounidenses de la noche a la mañana.
Se reunirán el jueves en París para hablar de Ucrania, y los ministros de asuntos exteriores de la OTAN se reunirán a principios del mes que viene para debatir los progresos realizados.
También están luchando por alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos: el martes, el comisario de comercio de la UE fue a Washington para hablar con sus homólogos estadounidenses.
Pero con la actitud cada vez más hostil de Estados Unidos hacia Europa, los funcionarios del continente contemplan un futuro en el que la preciada relación que se extiende a través del Atlántico, una base sobre la que se han construido décadas de relativa paz y prosperidad, podría no volver a ser la misma.
"El orden internacional está experimentando cambios de una magnitud no vista desde 1945", dijo la semana pasada Kaja Kallas, la principal diplomática de la UE, replicando una línea del plan de preparación para la defensa del bloque, que busca ayudar a Europa a ser más independiente militarmente.
Separarse de Estados Unidos es una perspectiva costosa. La UE ya ha presentado una iniciativa que podría valer 800.000 millones de euros, unos 865.000 millones de dólares, para ayudar a las naciones europeas a alcanzar los niveles de gasto militar deseados.
Aun así, la filtración del chat de grupo subraya por qué podría ser necesario un divorcio: Estados Unidos no es el aliado confiable que solía ser, ni en la retórica ni en la práctica.
Es muy poco habitual y posiblemente ilegal que se discutan planes militares delicados en una aplicación de mensajería, en lugar de un medio más seguro.
Ese desprecio por los procedimientos normales de seguridad "hará que los aliados se muestren muy reacios a compartir análisis e inteligencia", dijo Ben Hodges, excomandante de las fuerzas estadounidenses en Europa. A menos que se produzca un cambio importante, la gente "asumirá que no se puede confiar en Estados Unidos".
Jeanna Smialek es la jefa de la corresponsalía en Bruselas para el Times. Más de Jeanna Smialek
Steven Erlanger es el corresponsal diplomático jefe en Europa, y está radicado en Berlín. Ha reportado desde más de 120 países, incluidos Tailandia, Francia, Israel, Alemania y la antigua Unión Soviética. Más de Steven Erlanger
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