Los oscuros pasados de los hombres condenados por abusar de Gisèle Pelicot

Los oscuros pasados de los hombres condenados por abusar de Gisèle Pelicot

20 años de cárcel deberá cumplir Dominique Pelicot, el francés de 72 años que estuvo una década abusando de su entonces esposa, Gisèle Pelicot, después de dejarla inconsciente con drogas.

El también conocido como Monstruo de Mazán reclutó a más de 80 hombres para que hicieran lo mismo con su pareja, quien también tiene 72 años. De ellos, la policía logró identificar a 50 hombres. Después de un largo juicio, fueron declarados culpables y cumplirán condenas de entre ocho y 10 años.

“Respeto al tribunal y el veredicto”, dijo Gisèle después de conocer la sentencia de sus abusadores, pese a que fueron dictados menos años de los que habían pedido los fiscales.

Pero podría no ser el final del caso. Ahora, algunos acusados planean apelar el veredicto y la sentencia, lo que abriría un nuevo juicio dentro de un año con otro jurado completamente distinto.

Y es que muchos de los hombres han intentado justificar su participación en las violaciones de Gisèle Pelicot por los “traumas pasados” que vivieron o que fueron manipulados por Dominique, entre otros argumentos.

Los oscuros pasados de los hombres condenados por abusar de Gisèle Pelicot. Foto: AP.

Los antecedentes de los acusados de abusar de Gisèle Pelicot

De los 51 hombres que fueron acusados de haber abusado sexualmente de Gisèle Pelicot, 14 tenían antecedentes de violencia —la mayoría contra mujeres— e, incluso, dos de ellos ya se encontraban en prisión por otros casos de abuso.

Pero según reveló el Wall Street Journal, cerca de la mitad de los hombres sufrieron abusos y traumas en su infancia, 14 eran alcohólicos o drogadictos, 11 sufrieron abuso sexual en su niñez, 5 poseían pornografía infantil y uno vivía en un hospital psiquiátrico.

Según la psicóloga Annabelle Montagne, quien realizó los exámenes pertinentes a los acusados, “encontramos con frecuencia, incluso sistemáticamente, diría yo, en las historias personales y de infancia de los acusados un entorno familiar caótico, experiencias psicotraumáticas, una dinámica familiar patológica”.

“No se trata de personas comunes y corrientes que cometieron esos actos”.

Esto no justifica los actos, sino que da un contexto de la importancia de tener una crianza y desarrollos normales y lejos de la violencia. Y es que los estudios demuestran que muchas de las personas condenadas por delitos violentos sufrieron tasas de abuso más elevadas en la infancia.

Los oscuros pasados de los hombres condenados por abusar de Gisèle Pelicot. Foto: REUTERS.

“Debemos desconfiar de las imágenes idílicas. La realidad es, a menudo, más compleja de lo que se percibe a primera vista. Me cuesta creer que no encontremos nada en la vida del acusado, en la construcción del sujeto, que explique —no disculpe—, sino que explique lo que sucedió”, dijo la psicóloga.

Los hombres implicados tenían vidas y personalidades variadas: habían de todas las edades, casados, solteros o en pareja, e incluso eran padres e hijos.

Partiendo por Dominique Pelicot, el francés de 72 años que tiene un historial de violencia sexual que pasó desapercibido por años, incluso por su entonces esposa, Gisèle Pelicot.

El hombre había sido detenido en 2010 por grabar bajo las faldas de una mujer en un supermercado de París, el mismo delito por el que fue arrestado en 2020 y que destapó el siniestro caso contra Gisèle.

También tiene una agresión sin resolver, una violación de una mujer y, posiblemente, un homicidio.

Pero mucho antes de ello, Dominique tuvo una infancia compleja. Su padre era “tiránico, autoritario, poco cariñoso, lleno de reproches y de ira”, según contó la propia Gisèle.

A los 9 años, el ahora condenado fue violado por un enfermero cuando estuvo internado en el hospital, después de que su hermano lo golpeara con una piedra en el rostro.

Los oscuros pasados de los hombres condenados por abusar de Gisèle Pelicot. Foto: REUTERS.

El pasado de los condenados por el caso de Gisèle Pelicot

Así como Pelicot, otros acusados fueron abusados en su infancia. Ludovick Blemeur es uno de ellos: dijo que un bombero abusó de él y otros niños en distintas ocasiones, cuando tenía 12 años. Al igual que hicieron con Gisèle, el perpetrador utilizaba pastillas para dormirlos.

Por otra parte, Redouane Azougagh, de 40 años, dijo haber sido abandonado por sus padres y que vivió con otros jóvenes en un complejo de viviendas. Tenía un amplio historial criminal y, además, le habían diagnosticado esquizofrenia.

Cuando lo buscaron por el juicio de Gisèle, lo encontraron en la cárcel, cumpliendo condena por agredir a su pareja.

El abogado del convicto dijo que Dominique Pelicot le había mentido para cometer el acto. Le habría dicho que “es nuestra fantasía como pareja, nos gusta hacer el amor así”.

Otro acusado que fue hallado en prisión por la policía fue Adrien Longeron, de 34 años, que cumplía condena por violación y agresión a tres exnovias. Según sus documentos judiciales, su primo mayor lo agredió sexualmente cuando tenía 8 años.

“Cuando el marido está presente, no es violación”, se defendió en las audiencias del juicio de Gisèle.

Los oscuros pasados de los hombres condenados por abusar de Gisèle Pelicot. Foto: AP.

Pero así como algunos tuvieron infancias marcadas por el abuso, hay otros que crecieron en ambientes cariñosos y de respeto, como Quentin Hennebert, un guardia de prisión que asistió a la casa de los Pelicot en una ocasión para abusar de Gisèle.

Hennebert creció en una familia unida, que nunca enfrentó problemas económicos, educativos ni afectivos, se lee en los documentos judiciales. No obstante, comenzó a delinquir vendiendo droga por Internet, en el foro donde conoció a Dominique.

El psicólogo del tribunal declaró que el hombre tenía una “estructura de personalidad psicopática, sin empatía ni remordimientos”.

“Ahora me arrepiento”, dijo Hennebert en la audiencia. “Realmente no tengo una explicación. Tuve la oportunidad y lo hice aunque no fuera lo correcto”.

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LaTercera.com

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