Los otros dos casos que complican a Dominique Pelicot

Los otros dos casos que complican a Dominique Pelicot

Este jueves, Dominique Pelicot, el hombre que drogó entre 2011 y 2020 a su entonces esposa Gisèle para violarla junto a decenas de desconocidos, recibió la condena máxima por violaciones agravadas: 20 años de cárcel. El fin del “proceso de Mazan”, en el departamento sureño de Vaucluse, sería sin embargo solo el inicio de los problemas del hombre de 72 años, ya que nuevos casos de larga data empezaron a revelarse a la prensa estas últimas semanas. Entre ellos un asesinato.

Dominique Pelicot está acusado del asesinato de una mujer, cometido en 1991 en París, que él niega, y de un intento de violación en 1999, que reconoció. Desde entonces, bajo la dirección de “cold cases” (casos sin resolver) de Nanterre, la policía está buscando establecer vínculos con otras historias similares.

“Se me acusa de muchas cosas”, admitió el septuagenario el 17 de septiembre, durante una larga jornada de audiencia en la que habló mucho sobre su vida y sus acciones, jurando decir “toda la verdad”. Ya reconoció al menos uno de los nuevos cargos de los que se le acusa.

Ya en 2010, año en que Pelicot se instaló con su entonces esposa Gisèle en el pueblo medieval de Mazan, Dominique tuvo sus primeros problemas con la policía. Como indicó el medio francés Midi Libre, teniendo 57 años (ahora 72) fue detenido en julio en un centro comercial en el departamento de Seine-et-Marne, sorprendido filmando bajo las faldas de los clientes con una cámara en miniatura escondida en un bolígrafo.

Esta detención terminó con una multa de 100 euros en un juicio más bien “discreto”, pero de ahí en adelante el ADN de Pelicot entró en los archivos de la FNAEG, la base de datos de la policía nacional. Así, poco tiempo después su perfil fue reconocido en un caso de intento de violación a una mujer de 18 años, en la localidad de Villeparisis, otra vez en el departamento de Seine-et-Marne (periferia este de París). El intento habría tenido lugar durante una visita a un departamento en 1999.

Sin embargo, la justicia no considerará útil reabrir la investigación, que terminó sobreseída en 2001. Se pronunció una acusación, también en 2022, contra Pelicot por la violación y asesinato de Sophie Narme, en 1991 en París. La joven, de 23 años, había sido drogada con éter, a punta de pistola, durante una cita falsa para ver un departamento.

La historia de Narme ya había dado vueltas en la prensa francesa como un “misterio sin resolver”. En el invierno de 1991, Sophie Narme, una joven de 23 años empleada en una agencia inmobiliaria parisina, cayó en lo que parecía una emboscada. Narme fue encontrada muerta y desnuda, boca abajo sobre la alfombra de un adepartamento que debía mostrar a un cliente. La autopsia revela que la joven fue violada antes de ser estrangulada con un cinturón que le dejaron atado alrededor del cuello.

Ya en junio de 2023, cuando el nombre de Dominique Pelicot aún no decía nada, la cadena de radio RTL hacía referencia a una serie de sospechosos del delito. “Habrá que esperar 30 años antes de que aparezca el rastro de otro depredador. Este último cayó recientemente en un asunto moral que desafía la imaginación: en 2020 fue detenido mientras filmaba con su celular bajo las faldas de clientes de un supermercado. En su celular se encuentran fotos y videos de su esposa en posiciones obscenas”, indica el medio, casi un año antes de que el proceso de Mazan conmoviera a la opinión pública.

“Ahora el sospechoso número uno, Dominique P., está acusado de la violación seguida del asesinato de Sophie Narme el 14 de octubre de 2022. Se trata del primer procesamiento judicial de la Unidad de Casos sin Resolver que recuperó el expediente de Sophie Narme. Durante las evaluaciones psiquiátricas, los psicólogos detectaron en el acusado una desviación calificada de ‘parafílica’, es decir, un apetito por actos sexuales con personas sin su consentimiento”, relatan desde RTL.

A medida que estas informaciones aparecen y hacen un retrato más detallado de Dominique Pelicot, los investigadores comienzan a reconocer un modus operandi. Como explica Le Parisien, el servicio de casos sin resolver utiliza un sistema de análisis de la violencia asociada a los delitos, llamado Salvac. Este software permite así vincular posibles crímenes en serie. Los cinco casos identificados por el software se refieren a agresiones sexuales (incluida una muerte) de mujeres que trabajaban en agencias inmobiliarias.

En todos los casos el atacante concierta una cita con un nombre falso y realiza el crimen en la agencia o en un departamento, aprovechando que se encuentra a solas con la agente. Crímenes similares se registraron en febrero de 1994 en Vannes, con Danielle H. (28 años), y unos días después en Valenciennes, con Céline D. (26 años). En septiembre de 1995, otra Céline D. fue violada en Rambouillet. Luego fue en Berre-l’Etang, en Bouches-du-Rhône, donde Christine G. fue encontrada muerta, en su agencia, en mayo de 2000. Finalmente, en marzo de 2004, el ataque a Françoise L., también en su agencia, es interrumpido por un testigo. En la mayoría de estos casos se tomó una muestra de ADN.

De todos modos, por esta última lista de casos aún no hay citaciones, y la policía recién está realizando comprobaciones. Béatrice Zavarro, abogada de Dominique Pelicot, comentó al respecto: “No he sido citada, ni he recibido ninguna acusación por estos casos. Si hay una investigación en curso, no me concierne”.