Macarena Pérez: “Los inversionistas quieren mantener el espíritu empresarial también en su porfolio extranjero”

Macarena Pérez: “Los inversionistas quieren mantener el espíritu empresarial también en su porfolio extranjero”

“Mientras estudiaba Ingeniería Comercial en la PUC me gustaban mucho las finanzas, por mi interés por los números y porque, junto con economía, me parecían las áreas más duras y a mí me gustaba estudiar. Y también, porque siempre creí que era la base de cualquier cosa que uno quisiera hacer en el futuro. En el camino me gustó demasiado y me fui quedando en el mundo las finanzas. No sé si hay algo de tradición familiar en esto, porque mi padre (Francisco Pérez, gerente de Quiñenco), se dedica más a la gestión y planificación, y yo más al mundo de las inversiones”.

“Participar, por dos períodos, como vicepresidenta del Comité de Fondos Soberanos de Chile, fue una gran experiencia, porque nosotros entregábamos los lineamientos para recomendar en qué tipo de activos invertir, considerando todas las restricciones que tienen estos fondos y eso era desafiante. Este es el típico caso donde uno va a aportar, en mi caso, lo relacionado con porfolio financiero, pero también se aprende mucho. Yo tenía pares muy notables, como Juan Andrés Fontaine y Nicolás Eyzaguirre, que tienen una visión macro muy sólida”.

“En Econsult veo al área de administración de carteras privadas, donde somos una suerte de gerente de finanzas de nuestros clientes. Como asesores independientes, analizamos los productos y oportunidades del mercado -que ofrecen los bancos o asset management-, para recomendar una cartera de inversión de acuerdo con la política de riesgo, plazo y otros que se ha fijado. Como nosotros no tenemos productos propios, lo hacemos sin ningún tipo de conflicto de interés”.

“Las carteras de inversión son casi un traje a la medida para cada cliente y depende del nivel patrimonial y el objetivo de este. Cuando uno habla de montos altos, entonces el horizonte de inversión es mucho más amplio y largo, porque la persona o familia no utiliza la liquidez de ese porfolio. En esos casos se puede hacer una cosa más agresiva, con más renta variable u otros instrumentos, que pueden llegar hasta el 60% de la cartera. Por el contrario, si los recursos van a ser usados eventualmente, lo más probable que tenga un componente mayor de renta fija, pero no por ser más conservador, sino porque la probabilidad de sacar plata es mayor”.

Cambio de portafolios

“Antes del estallido social cerca del 60% del patrimonio líquido de las personas estaba invertido en Chile, lo que era mucho más alto de lo que dice la teoría y lo que sucede en el resto de los países de América Latina. Hay dos razones por las cuales la gente invierte más de lo dice el libro en su país. Primero, porque uno sabe y entiende más de los negocios del país en que vive. Segundo, porque tiene confianza en las políticas económicas y en las instituciones políticas. Dicho eso, el caso de Chile igual era una anomalía”.

“Con el estallido, muchas de esas premisas cambian y salió una parte de las inversiones, pero todavía está entre el 30 o 40% del total, lo que sigue siendo alto. Entonces, más que estar hoy en una situación anormal, creo que estamos más cerca del equilibrio. Desde el punto de vista de riesgo de los inversionistas, lo de ahora en mucho más razonable. Piensa que la mayor parte de los inversionistas vive, trabaja y tiene sus activos en Chile, por lo que uno quiere diversificarse un poco, no poner todos los huevos en la misma canasta, entonces no queda otra que mover una parte de las inversiones líquidas. Y eso es saludable”.

Macarena Pérez, economista socia de Econsult.

“La mayor parte de las platas que ha salido se fue a Estados Unidos, porque de alguna manera ahí se han ido concentrando todas las empresas y los equipos humanos de excelencia. Y dentro de ese país, la mayor inversión se hizo en acciones en la bolsa, porque se veía mucha potencial, lo que se cumplió, porque el retorno ha sido muy alto. Pero también algunas personas han salido hacer lo que sabían hacer en Chile, como son los activos inmobiliarios, porque es un sector que se parece entre un país y otro, más allá del esquema regulatorio. En ese caso, nuestra recomendación fue siempre ser cautos. Ojalá vayas con un socio local, que tenga experiencia. Pero, de todas formas, esto refleja que los inversionistas quieren mantener el espíritu empresarial también en su porfolio extranjero”.

“Más que preocupase si vuelven o no las platas que se fueron, lo que debe ocuparnos es qué va a pasar hacia adelante. Primero, si vamos a ser capaces de generar nueva riqueza, como lo hicimos antes, porque si no, estamos repartiendo lo que hay. Entonces, el foco no debe estar puesto en cómo me traigo las platas de vuelta, sino cómo generar más. Y eso se hace con proyectos atractivos. De lo contrario, ¿por qué voy a traer plata a la bolsa chilena si no hay empresas con proyectos importantes de crecimiento? Menos cuando tengo alternativas mucho mejores afuera. Entonces, en un lado veo dinamismo y sueños, y en Chile puede que el riesgo haya bajado, pero no se ve crecimiento”.

Proyectos

“Lo increíble es que hay muchos proyectos, porque los empresarios siguen queriendo hacer crecer sus empresas, está en su ADN. Basta leer el diario o hablar con los inversionistas para darse cuenta de que estamos llenos de ideas y sueños. Lo que pasa es que cuesta llevarlos a cabo por temas regulatorios y descoordinación, como sucedió esta semana con la inversión de Colbún, que era un gran proyecto para Chile, no sólo en monto, sino también porque es un aporte a las energías limpias. Y aquí el tiempo apremia, porque en muchas de estas iniciativas, el momento es todo. Como el litio, el hidrógeno verde y otros son ventanas que hay que aprovechar ahora, sino otros lo harán o vendrán los sustitutos”.

“Y cuando los inversionistas o empresarios tienen ideas que no pueden desarrollar en su país, entonces salen a buscar alternativas, especialmente en países donde hay más dinamismo y certeza regulatoria, algo que hemos perdido acá. Pensemos en la inversión que anunció Arauco de US$ 4.600 millones en Brasil. Claro, eso tiene que ver en parte con la internacionalización, pero la pregunta es por qué no invierten también en Chile. Esas compañías no están acá sólo porque sus controladores son chilenos, sino porque teníamos muchas ventajas para plantar y producir celulosa. En el momento que eso se pierde, por los robos de la madera, quema de bosques o seguridad en las fábricas, la ventaja natural se va perdiendo y lo que hacen es mirar para otro lado. Y si estás en el mercado de la celulosa, Brasil es el otro país obvio para estar”.

“Chile creciendo al 2% no es una alternativa rentable para los inversionistas. Pensamos que Estados Unidos está creciendo al 3%. Ese es el punto que debemos mejorar, porque al final si tienes buenos retornos para el capital, es porque a las empresas les está yendo bien, y eso implica que hay más empleo y más ingresos para todos. Y claro, así va a llegar mucha inversión a Chile. Este es un país maravilloso, con muchas ventajas naturales y con una mano de obra calificada, pero no lo estamos aprovechando y ese es el tema de fondo”.

“Igual yo soy optimista. Creo que hoy se está generando conciencia de que no podemos seguir así, y si no removemos la estructura, la cosa se va a caer o no va a funcionar. El caso del proyecto de Colbún ha sido emblemático en esto y ha impactado a todos los actores. Esperemos que sea un aprendizaje”.

Fuente

LaTercera.com

LaTercera.com

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