Mario Desbordes devuelve Santiago a la derecha y asesta el golpe más duro para el oficialismo
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Mario Desbordes devuelve Santiago a la derecha y asesta el golpe más duro para el oficialismo
Hasta Plaza de Armas, en pleno casco histórico de Santiago, llegaron las directivas de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) y la alcaldesa de Providencia y figura presidencial de la UDI, Evelyn Matthei, para celebrar el triunfo de Mario Desbordes (RN), en la comuna de Santiago.
Al lugar arribaron tras sostener una reunión privada en el comando del abanderado, frente al Cerro Santa Lucía, donde entre aplausos, banderas y un champañazo, partieron a cerrar la jornada a una de las zonas más representativas -dicen- de una mala gestión de la alcaldesa Irací Hassler (PC).
Siguiendo una tradición o “maldición” que se arrastra hace 28 años, el abanderado del bloque propinó un duro golpe al oficialismo y frustró la intención de la jefa municipal PC de reelegirse en el cargo, sumándose así al historial de fallidos intentos de los incumbentes por retener el municipio.
Según los datos del Servicio Electoral (Servel), la candidata del Partido Comunista (PC) obtuvo solamente el 28,39% de los votos por debajo de Desbordes, quien se impuso con el 51,12%, devolviendo así el simbólico municipio a la coalición de centroderecha.
El triunfo del exministro de Defensa no es menor, recalcan fuentes del sector, pues contra todo pronóstico logró imponerse por más de 20 puntos de diferencia, uno de los resultados más holgados en la historia del municipio, que rememora elecciones como las de 1992 y 1996, donde la diferencia alcanzó a ser de 24 y 35 puntos, respectivamente.
Así, cerca de las 20.30 horas, tanto en la sede de RN -desde donde la directiva monitoreaba los resultados- como en el comando de Desbordes empezaron a desatarse las primeras celebraciones. Pero no fue hasta media hora después cuando el candidato vencedor entregó sus primeras declaraciones.
“Mi opción está ganando en todas las mesas y por lo tanto es bien difícil que se revierta esto. Igual hemos sido superprudentes en esperar a que haya una mayor cantidad de resultados oficiales, pero los nuestros ya son bastante más que un 6%”, aseguró desde su comando.
El triunfo, dicen al interior de Chile Vamos, no fue una sorpresa. Pese a que la idea era a tomarse las cosas con cautela, la expectativa en torno a ganar la comuna fue creciendo durante la última semana. Aún así, el llamado era a esperar los resultados, sobre todo considerando el debut del voto obligatorio en elecciones municipales.
De hecho, con los resultados a su favor, fue el propio Desbordes quien cerca de las 20:00 horas difundió un video en el que llamaba a sus apoderados de mesa a no abandonar los centros de votación.
En paralelo, en el oficialismo ya empezaban a mirar de lejos la posibilidad de retener el simbólico municipio, pues ante un escenario que se preveía estrecho, la denuncia por violación en contra del hoy exsubsecretario Manuel Monsalve levantó un manto de dudas sobre cómo afectaría los resultados.
Esa misma pregunta se replicaba en la derecha donde, en todo caso, ponían en duda que pudiera impactar.
Más allá de eso, incierto o no, el resultado reafirmó el registro histórico en la comuna. Y es que desde 1996 el municipio de Santiago ha sido imposible de mantener para importantes figuras políticas, desde candidatos a La Moneda, hasta ministros oficialistas y de oposición. Desde el retorno a la democracia solamente Jaime Ravinet, en ese entonces militante de la Democracia Cristiana (DC), ha logrado reelegirse en el sillón municipal, cuando en 1996 se impuso con el 45% de los votos sobre el RN, Nicolás Monckeberg.
De ahí en adelante, han llegado a liderar el municipio Joaquín Lavín (2000-2004), Raúl Alcaíno (2004-2008), Pablo Zalaquett (2008-2012), Carolina Tohá (2012-2016), Felipe Alessandri (2016-2021), y la actual alcaldesa. Algunos no dudan de hablar de “la maldición” de Santiago.
En las últimas tres elecciones, además, Santiago se ha vuelto un símbolo de la alternancia en el poder, sirviendo como un pronóstico de la elección presidencial. Así, al interior de los partidos no era raro escuchar la expresión de que el sector que gane la comuna, será el que llegue a La Moneda el próximo año. Por lo mismo, lograr el sillón municipal siempre ha sido una de las principales apuestas de los distintos sectores.
Tal escenario se ha dado en las contiendas que han enfrentado Tohá, Alenssandri y Hassler, donde al año siguiente alcanzaron La Moneda Michelle Bachelet, Sebastián Piñera y Gabriel Boric, respectivamente.
Por lo mismo, no es baladí que la contienda sea denominada como la “Madre de todas las batallas”, un simbolismo que se arrastra desde 2004, cuando Alcaíno, elegido por Lavín como su delfín, fue sorpresivamente electo con el 49% de los votos por sobre Jorge Schaulsohn (entonces PPD), quien era visto como el más probable ganador e incluso llegó a declararse vencedor.
En ese contexto, el triunfo se celebró por partida doble, mencionaban al interior de la coalición de Chile Vamos, pues no solo ganaron una comuna histórica, sino también para varios se empezó a preparar el camino para que el próximo año Evelyn Matthei se pueda instalar en La Moneda.
De esa forma, la alcaldesa se transformó en una protagonista más de las celebraciones en el centro de la capital. “Triunfó la sensatez, el sentido común y la certeza”, dijo desde Plaza de Armas, a lo que añadió que “los resultados que hemos obtenido en estas elecciones son una clara señal de esperanza”.
La derrota de Hassler
A solo pasos del edificio donde Desbordes se encontraba con Matthei y las directivas de Chile Vamos, el comando de Hassler se hallaba en completo silencio. Cerca de las 22.00 y sin emitir ninguna declaración salieron de esas dependencias el jefe de gabinete de la alcaldesa, Marcos Barraza (PC), y las diputadas comunistas Karol Cariola y Alejandra Placencia, entre otros que estaban esperando los resultados.
Justos 45 minutos antes, Hassler había salido a reconocer el triunfo de su contrincante. “La ciudadanía se ha expresado y soy profundamente respetuosa de aquello”, dijo afuera del comando.
Y agregó que “sabíamos que siempre es difícil y desafiante la comuna de Santiago y su reelección. En ese sentido, estoy muy tranquila y contenta del orgullo que ha sido ser alcaldesa de Santiago y también que sepan todos mis vecinos que mi corazón seguirá puesto en Santiago y que siguen contando conmigo”.
El impacto en el oficialismo era evidente. Si bien en los últimos días en los partidos de gobierno algunos daban por hecho que se perdería la comuna, en ningún momento se pensó que sería por una diferencia tan amplia: una brecha de más de 20 puntos que, tanto en el oficialismo como en la oposición, sostienen que no se observó en los sondeos de campaña.
Así, los análisis que rondan en el sector están lejos de definirse con claridad. Algunos, eso sí, antes ya planteaban algunos factores que podría incidir en la reelección de la alcaldesa. Uno de los más recientes, la tragedia ocurrida el miércoles pasado en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), donde la explosión de una bomba molotov dejó 34 estudiantes heridos, 17 de ellos graves. El incidente reavivó las críticas en contra de Hassler por su gestión en materia de seguridad, sobre todo por su resistencia en aplicar Aula Segura, que fortalece las facultades para la cancelación de matrícula y expulsión de alumnos involucrados en hechos de violencia.
Algunos, en tanto, no descartan que el caso Monsalve también haya cumplido con su cuota de responsabilidad en la derrota.
En ambos sectores también miraban con atención el desbalance que podía generar el voto migrante. Según datos del Servel, el padrón comunal cuenta ahora con 378.363 electores, de los cuales 120.666 (32%) son extranjeros. En el plebiscito 2023, por ejemplo, la comunidad que más votó en la comuna fue la venezolana, que durante la campaña mostró un fuerte respaldo hacia el exministro. Así, para algunos también sería uno de los factores que explicarían la holgada victoria de Desbordes.
En la derecha, por su parte, apuntan también directamente a la gestión de Hassler. “Hay una evaluación negativa de la alcaldesa que no se logró revertir pese a la intervención del gobierno, lo que yo espero cobrarle al Presidente Boric. Creo que la gente también confió en lo que yo le estaba planteando. Ahora viene el tremendo desafío de cumplir”, apuntó Desbordes.
Y es que en el sector recuerdan que la administración de Hassler estuvo marcada no solo por los cuestionamientos en materia de seguridad, sino que el principal golpe vino desde la trama provocada por la cuestionada adquisición de la Clínica Sierra Bella, que terminó siendo objetada por Contraloría debido a un sobreprecio en su tasación.
El hecho impactó directamente uno de los proyectos más emblemáticos de la alcaldesa: la primera clínica municipal de Chile, anunciada con bombos y platillos en los primeros días de 2023.
La crisis que se desató el caso no solo obligó a Hassler -quien incluso fue citada a declarar como imputada- a modificar parte de su equipo en el municipio, con cambios en la jefatura de su gabinete, la Unidad Jurídica, entre otros, sino también llegó a poner en duda la posibilidad de que fuera a disputar su reelección.
En el oficialismo, por su parte, enfatizan en el hecho de que Santiago nunca se creyó una carrera corrida. Por lo demás, la propia Hassler aterrizó casi de improviso en la muncipalidad, cuando en 2021 casi contra todos los pronósticos dejó fuera de carrera a Felipe Alessandri (RN).
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