Ópera, música electrónica y androides: la fusión penquista - española que aterriza en el Teatro Biobío

Ópera, música electrónica y androides: la fusión penquista - española que aterriza en el Teatro Biobío

Música electrónica, ópera, androides y un futuro distópico. Esos son algunos de los elementos que integrará la experiencia de Hijas del Mundo, obra a presentarse este jueves en el Teatro Biobío, en Concepción. La puesta en escena llega a la región gracias a una alianza con el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y su programa Óh!pera.

El objetivo es “convertir la ópera en algo cercano a los públicos de hoy y hablar de temas contemporáneos desde un sitio más teatral, para mezclar un poco los idiomas”, explica a Culto la catalana Alicia Serrat, directora escénica de Hijas del Mundo.Esa es la apuesta: que gente que normalmente no ve ópera pueda disfrutarla”, agrega.

Serrat llegó a Chile hace dos semanas en compañía de su equipo, para poner en marcha la obra por primera vez fuera de España. El trabajo lo lidera junto a Fernanda Videla —jefa escénica de Teatro Biobío—, quien diseñó la escenografía y luces de la producción, y Verónica Garrido, creadora del vestuario.

Ensayo Hijas del Mundo. Cedida

Compartir y potenciar el talento local son claves en esta iniciativa. “El proyecto encajaba (con el Teatro Biobío), porque la condición es que sea hecho por gente de aquí”, precisa Alicia Serrat. La realización escénica se realizó en TBB Lab, nodo de investigación y creación escénica que tiene como propósito descentralizar la producción de espectáculos musicales y de artes escénicas.

El elenco también es de Concepción y está compuesto por las sopranos Natalia Vilches y Pilar Garrido. La primera interpreta a la experimentada Ágatha, quien conversa con su ingenua androide Betha “en una atmósfera oscura, que a la vez refleja la dualidad vejez-juventud, mediante el contraste entre la calma y la celeridad”, según establece un comunicado.

La obra fue escrita por Marian Márquez, cuenta con el libreto de Ariadna Pastor y fue estrenada en 2023 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. “Había que ser parte de este proyecto tan importante”, dice Vilches, realzando el carácter internacional de la producción. En tanto, Garrido comenta que sumarse “es una gran responsabilidad” y que el trabajo conjunto resulta clave.

Natalia Vilches. Cedida

Según explica Alicia Serrat, casi toda la pieza es cantada y solo hay pequeños fragmentos de texto. “La música de esta composición es compleja, no la habíamos escuchado antes”, añade Natalia Vilches (Ágatha). En tanto, la dirección musical queda en manos de Jesús Rojas.

Las funciones inician este jueves 21 de noviembre y se extienden hasta el sábado 23. Las entradas pueden obtenerse en el sitio web de Teatro Biobío.

Ópera y música electrónica

Desde Casa Salud, un foco musical de la escena penquista, el productor y DJ Germán Estrada se renueva con un proyecto distinto, pero ligado a su esencia. Gracias a la convocatoria del Gran Teatre del Liceu de Barcelona decidió concretar un deseo que tenía hace años: escribir una ópera.

En medio de una prueba de sonido, Estrada responde la llamada de Culto para explicar de qué trata Fructus, la micro-ópera que va a “telonear” a Hijas del Mundo. “Significa fruto. El protagonista —interpretado por el contratenor Boris Bustos—está en una búsqueda, desde un momento de desamor, hasta su realización como ser humano, a través del arte y la poesía. En el fondo, el personaje es como una mezcla entre héroe y poeta que va viajando por el tiempo y diferentes lugares del mundo; y va contando el relato de cómo se va transformando”.

La ópera fue escrita en conjunto con Patricio Roehrs y cuenta con la colaboración de Álvaro Sáez en el libreto.

Desde el hall del Teatro Biobío, el prototipo de 32 de minutos dará la bienvenida al público de Hijas del mundo, a presentarse en la Sala de Cámara. Con Fructus, “van a poder ver una obra que tiene algunas singularidades, van a escuchar una fusión de diferentes estilos de la ópera con la música electrónica”, adelanta Germán Estrada.

El montaje contará con una escenografía visual, once músicos desplegados, un quinteto de cuerdas de cámara, piano y sintetizadores.

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LaTercera.com

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