Paz y entendimiento

Paz y entendimiento

SEÑOR DIRECTOR:

En el sur de Chile, el conflicto chileno-mapuche sigue siendo una herida abierta que nos ha dividido por décadas. No se trata solo de tierras y recursos naturales, sino de reconocimiento, reconciliación y la construcción de una paz que nos incluya a todos. Como hijo de La Araucanía, he visto de cerca el dolor y la desconfianza que crecen cada año, pero también creo firmemente que una ruta hacia la paz es posible si nos unimos en un esfuerzo genuino de colaboración y entendimiento.

Recientemente, en la cumbre One Young World en Montreal, conocí el proceso de reconciliación de Canadá con las primeras naciones. Ellos optaron no solo por reconocer su historia de abusos, sino también por escuchar a los sobrevivientes y ver a los pueblos indígenas como socios plenos en la construcción de un nuevo pacto social.

En Chile, es alentador que el gobierno haya impulsado la “Comisión de Paz y Entendimiento”, pero para que realmente tenga frutos, debió incluir a todos los actores directamente involucrados y reflejar la complejidad del conflicto. Un proceso de paz genuino requiere un conocimiento profundo de las causas, actores, demandas y tipologías de los focos de conflicto territorial. Solo un proceso que incluya todos los temas y actores permitirá construir la confianza necesaria para avanzar hacia la reconciliación real.

La paz no se logrará solo con decretos presidenciales. Requiere la participación plena y efectiva de todos quienes vivimos y sufrimos este conflicto. Chile necesita avanzar hacia la construcción de una “ruka grande”, un país donde chilenos y mapuches podamos vernos como hermanos y construir un futuro que honre nuestras diferencias y nuestra historia compartida.

Venancio Coñuepan

Abogado mapuche