Pensiones: Gobierno y Chile Vamos reducen disidencias y Cámara despacha a ley reforma previsional
- 3 Días, 9 Horas, 53 Minutos
- LaTercera.com
- Noticias
Pensiones: Gobierno y Chile Vamos reducen disidencias y Cámara despacha a ley reforma previsional
En los mejores adversarios, en el momento más oportuno, se transformaron para el gobierno los controladores norteamericanos de algunas AFP, que a través de una carta criticaron la reforma de pensiones, que este miércoles enfrentó en la Cámara de Diputados su jornada decisiva.
En gran parte, gracias a esa declaración de las aseguradoras, el Ejecutivo y los partidos de Chile Vamos redujeron al mínimo las disidencias y lograron que se aprobaran todos los puntos que concordó el Senado, con una base fluctuante entre 99 a 120 apoyos, en los temas más conflictivos.
Por ejemplo, la licitación del stock obtuvo 107 respaldos, el Fondo Autónomo de Protección Previsional recibió 112 apoyos y el llamado “corazón de la reforma”, la distribución de los puntos de cotización adicional (de lo cuales 1,5 se entregarán a modo de “préstamo” a un seguro social), sacó 106 votos.
En el caso del alza de la Pensión Garantizada Universal (PGU), de la que republicanos y el ecologista Félix Gonzalez, pidieron votación separada, se aprobó en forma casi unánime: 146 votos a favor, desde el PC hasta el libertario Johannes Kaiser, salvo por el independiente Enrique Lee que se abstuvo. La decisión de los republicanos, al pedir votación separada, era una forma de marcar que al menos respaldaban este incremento.
Para esta jornada se habían solicitado inicialmente 105 votaciones separadas, facultad que tiene cada diputado por reglamento, pero finalmente se redujeron a 51.
En la primera votación, donde figuraban los puntos que no fueron objeto de reparos, el proyecto obtuvo 110 votos. Ese piso al menos auguraba que la iniciativa previsional ya iba a ser “despachada a ley” de todos modos este miércoles.
Los temas que concitaron menor respaldo, 99 votos, fueron la eliminación del autopréstamo (aprobado por la Cámara en primer trámite en enero del año pasado) y la reducción del encaje de las AFP (obligación legal que tienen las administradoras de invertir parte de su propio dinero de la misma forma en que invierten los ahorros de sus afiliados).
Las aseguradoras
A pesar de que esta mañana el Ejecutivo ya tenía alineadas mayoritariamente a sus filas, los ministros del Presidente Gabriel Boric aprovecharon la declaración de las aseguradoras de EE.UU. para hacer un último apretón de los votos disidentes. Este nuevo factor se sumó a la estrategia comunicacional que ya había desplegado La Moneda en las últimas semanas para usar el rechazo del Partido Republicano a su favor.
El plan tuvo frutos inmediatos. Los díscolos del oficialismo solo fueron tres: Marcos Ilabaca (PS), Sebastián Videla (indep. liberal), Jaime Araya (indep. PPD), además de Félix González (ecologista) y Felipe Camaño (indep. DC). También hubo dos ausentes que estaban abierta rebeldía, Carmen Hertz (PC) y Alexis Sepúlveda (radical).
En la carta, firmada por el presidente y CEO del American Council of Life Insurers (ACLI), David Chavern, la asociación norteamericana da cuenta su preocupación por la iniciativa, al señalar que la licitación de la cartera de clientes “pone en riesgo los acuerdos internacionales de libre comercio” y advierte que “constituiría una expropiación de inversiones significativas de EE.UU. en Chile”.
La carta no solo violentó a los legisladores de izquierda -que a regañadientes pretendían aprobar la reforma debido a las concesiones que hizo el gobierno con la oposición-, sino que también debilitó uno de los argumentos de quienes desde la derecha se oponen al “préstamo” de un porcentaje de la cotización a un seguro social, porque sostienen que los ahorros en manos de las AFP son dineros de los trabajadores, no de inversionistas extranjeros.
“Estos fondos no son del gobierno ni de las AFP, son de los trabajadores”, dijo, por ejemplo, esta mañana el diputado Roberto Arroyo (socialcristiano), quien, de todos modos, anunció su voto en contra.
Arroyo -a quien se le vio conversando, en la cafetería de la Cámara, este miércoles, con el fundador de Felices y Forrados, Gino Lorenzini- presentó 91 de las 100 votaciones separadas solicitadas para esta jornada. Sin embargo, ante la solicitud de sus pares accedió a reducir a cerca de 50 las votaciones para no alargar la sesión.
Respuesta de ministros
En tanto, en respuesta a las aseguradoras, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), dijo que “los afiliados no son propiedad de nadie, son personas”.
Con todo, la titular del Trabajo sostuvo que los contenidos de la carta están siendo analizados y van a ser respondidos formalmente en su debido momento.
El ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), quien el martes y el miércoles, junto a Jara y el titular de Hacienda, Mario Marcel, se desplegó en la Cámara para seguir amarrando votos, también respondió a las aseguradoras. “Llama la atención que señalen que se afecta al derecho de propiedad, porque los cotizantes, las trabajadoras y los trabajadores no son propiedad de nadie. Y la reforma que ha impulsado el gobierno es una reforma que está centrada en las personas. Es una buena noticia para las personas. Hay quienes están interesados en defender los intereses de, quizás, algún grupo en particular”, sostuvo Elizalde.
Los exdíscolos
Uno de los efectos de la carta y la presión de La Moneda es que los grupos del oficialismo que estaban en abierta resistencia salieron a declarar su alineamiento con la reforma.
La jefa de bancada del grupo Independientes-PPD, Camila Musante, quien inicialmente acusó al gobierno de “arrodillarse” ante la oposición y las AFP, este miércoles, tras la carta de las controladoras, anunció su apoyo al proyecto, al igual que otros miembros de su comité que hace dos semanas estaban votando en contra.
“Esta reforma va a constituir parte del legado del Presidente Gabriel Boric, porque reconocemos también que se abre una ventana para comenzar a terminar con el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones. Y quiero referirme a la carta de las aseguradoras de Estados Unidos que ponen en tela de juicio los mecanismos que se abren como el de licitación, porque temen a la mayor competencia. Y eso, es una buena noticia en torno al avance que puede constituir esta reforma para nuestro país”, comentó la legisladora que ya la semana pasada había comenzado a morigerar su postura inicial.
Otro de los críticos del acuerdo previsional alcanzado por el gobierno y senadores de Chile Vamos, el diputado y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch, al menos señaló esta mañana que la reforma “era una pequeña grieta en este sistema ladrón”.
Otro de los que estaba escéptico, el diputado Carlos Bianchi (independiente asociado al grupo PPD), declaró un pleno apoyo a partir de las actuaciones de republicanos y las aseguradoras. “Aquí escucho palabras de republicanos y de libertarios y hago la constatación, y Chile tiene que hacerla. ¿A quiénes defienden? Bueno, coincidentemente el país se enteró que grupos norteamericanos, dueños de las AFP, no permiten que se haga nada. Y mire usted la coincidencia, republicanos y libertarios no quieren hacer nada. Y eso me motiva a votar favorablemente”, dijo.
Republicanos: aliados inversos
En este proceso de cierre de filas, gradual, en algunos casos, y también a la fuerza, admiten en el gobierno, otro factor gravitante -pero en sentido inverso-, fueron los diputados republicanos.
Si bien los legisladores del partido de José Antonio Kast tensionaron a la oposición, en general, también incidieron en que legisladores de izquierda se allanaron a votar a favor para no quedar en la misma posición de lo que ellos califican como “la extrema derecha”.
En ese juego político, la negativa de los republicanos para no dar la unanimidad y no suspender la semana de labores en terreno (distrital), también se convirtió en una buena oportunidad para La Moneda, ya que le permitió al Presidente Gabriel Boric usar una facultad constitucional extrema, que nunca se había utilizado, para forzar a la Cámara a trabajar legislativamente.
En la RN y la UDI admitían que la negativa republicana los dejaba en una vereda incómoda, porque le daba a Boric una herramienta popular que, al menos en las apariencias, obligada a los diputados a trabajar y supuestamente postergar sus vacaciones, ya que en febrero comienza el receso legislativo.
La misma ministra Jara también se valió de ello para acusar a los republicanos de querer irse de vacaciones.
Anticipándose a ese escenario para “no quedar como flojos”, decían algunos, los diputados de Chile Vamos (RN, UDI y Evópoli) y del Partido Demócratas, le pidieron públicamente al Mandatario que los citara a sesionar esta semana.
El oficio del Mandatario invocando esta facultad constitucional de última ratio, que nunca había sido necesaria aplicarla desde que existe esta disposición de 2005, fue enviado el lunes en la noche.
El mismo Boric dio cuenta de ello en redes sociales, donde apuntó veladamente a los republicanos. “Pese al acuerdo transversal de la gran mayoría de diputados y diputadas, la ultraderecha chilena no dio la unanimidad”, publicó Boric ayer.
En respuesta, el jefe de los diputados republicanos, Luis Sánchez, señaló que no eran empleados del Presidente y emplazó al Jefe de Estado a “que se dedique un poquito mejor al trabajo”.
En su discurso en la sala, Sánchez ratificó la postura de su bancada contra el proyecto y apuntó a Chile Vamos de haber cedido a sus principios. “La platita ya no es tuya. En resumen, eso significa esta reforma de pensiones. Obligan a prestarle plata a los políticos que hoy dirigen el país. El millonario metiéndole la mano en el bolsillo al mendigo... La forma en que se tramitó esta reforma es vergonzosa”, dijo el jefe de bancada republicana.
En todo caso, la presión de los republicanos fue un tema que tensionó a la oposición en particular a Chile Vamos, cuyos senadores fueron quienes cerraron el acuerdo de pensiones con el gobierno. Pese a ello, en la misma Cámara Alta, cinco senadores de ese conglomerado se desmarcaron.
Si bien había inquietud que ello se reflejara a mayor escala entre los diputados de la UDI, RN y Evópoli, las disidencias no pusieron en riesgo el piso de aprobación. En la UDI, hubo cinco descuelgues en algunas votaciones (Cristián Labbé, Álvaro Carter, Sergio Bobadilla, Flor Weisse y Marco Sulantay). En la bancada de RN fueron seis (Camila Flores, Paula Labra, Jorge Rathgeb, Bernardo Berger, Jorge Durán y Mauro González). En Evópoli, en tanto, se desalinearon sus dos independientes asociados (Christian Matheson y Hotuiti Teao).
Festejos entre ministros
A pesar de que el debate se tornó tenso a ratos, una vez que terminaron las intervenciones, las sonrisas eran evidentes entre los ministros Marcel, Jara y Elizalde, además de la subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos,.
Incluso, Marcel, quien suele ser parco en sus palabras, se dio tiempo de bromear en la sala. “En estas casi 8 horas de debate que hemos tenido, por supuesto que han salido muchos temas, se ha citado desde Churchill hasta el Puma Rodríguez”, señaló.
Tras la votación, el ministro de Hacienda, dijo que “para llegar hasta acá tuvimos que recorrer un camino largo y si estamos aquí es producto, en primer lugar, de la perseverancia. Muchos dijeron que por qué no abandonábamos esta tarea, por qué no tirábamos la toalla, por qué no reconocíamos que esto no iba a ser posible... Perseverancia, diálogo, capacidad para innovar, eso es lo que nos ha traído hasta acá”.
Además, Marcel reiteró que el debate previsional no queda cerrado. “No será la última palabra porque este tema seguirá discutiéndose hacia adelante”.
La ministra Jara, quien fue vitoreada por los diputados del Frente Amplio y el PC a su salida de la sala, dijo que “muchas veces somos demasiado pesimistas, incluso demasiado críticos de nosotros mismos y en lo que podemos hacer como país. Y este hito hoy día da esperanza, aire fresco, optimismo... Se han alineado los astros y hemos podido avanzar”.
La Secretaría General de la Presidencia, que dirige el ministro Elizalde y la subsecretaria Lobos, también fue decisiva en elcontrol de votos y en las negociaciones. La última reunión para cerrar el conteo se realizó cerca de las 17 horas en el despacho de este ministerio, ubicado a un costado de la sala de la Cámara, a la que se convocó a todos los jefes de bancada. Tras la votación y las ruedas de prensa, en esa misma oficina, a puertas cerradas, Elizalde fue el encargado de animar el festejo más privado del gobierno. Desde los pasillos, se escuchó al ministro Segpres gritar, “¡Jeannette!, ¡Jeannette!”, luego de pedir un aplauso a su par del Trabajo.
Comentarios