Perros encadenados y programados para atacar: la nueva exhibición de Takayuki Todo
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Perros encadenados y programados para atacar: la nueva exhibición de Takayuki Todo
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La nueva pieza artística del creador japonés desata reacciones en redes: “Deberíamos tener en cuenta la psicología de aquellas personas que sienten que ‘es abuso’, ‘es lamentable’, o ‘es repugnante’”
Takayuki Todo es un artista japonés al que le encanta incomodar a su público. Ya atrajo muchísima atención con SEER, su Simulative Emotional Expression Robot (Robot de simulación de expresiones de emoción), un ejemplo perfecto del fenómeno psicológico del Valle Inquietante. Se trata de una hipótesis relacionada con la informática, la robótica, y la animación digital en 3D que sostiene que, cuando las réplicas artificiales antropomórficas sobrepasan ciertos límites de cercanía a la apariencia y el comportamiento de un ser humano real, causan una potente respuesta de rechazo entre los observadores humanos. Pues SEER fue casi paradigmático: se trataba de una pequeña cabeza robótica de ojos realistas diseñada para o bien imitar las expresiones faciales del observador; o bien mantener contacto visual.
De acuerdo con National Geographic, el término fue acuñado por el profesor experto en robótica japonés Masahiro Mori, cuya hipótesis era la siguiente: a medida que la apariencia de un robot se asemeja más a la humana, la respuesta emocional de un observador se irá haciendo cada vez más positiva, incluso empática. Sin embargo, tras cruzar un punto en el que el robot es “casi” humano, pero sin llegar a serlo, la respuesta se vuelve en una fuerte incomodidad, de extrañeza, e incluso de repugnancia. Pasado ese umbral, sin embargo, cuando la apariencia del robot continúa haciéndose más parecida a la de un ser humano, una vez más la respuesta se vuelve positiva, aproximándose a los niveles de empatía que se dan entre humanos. Lo de “valle” se refiere a la forma que adquiere esa relación semejanza-rechazo al ser representada gráficamente.
Pues Takayuki Todo lo ha vuelto a hacer, demostrando lo mucho que le gusta provocar reacciones psicológicas en los observadores a través de la robótica. Aunque su nueva pieza - que fue expuesta junto a otras de más de 40 artistas en el Toda Hall & Conference Tokyo hasta el pasado 24 de febrero - no es antropomórfica, ha desatado reacciones en redes, lo que supone todo un éxito para Todo, que buscaba precisamente eso.
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Dinámicas de un perro encadenado
Su nueva exhibición se titula Dynamics of a Dog on a Chain (Dinámicas de un perro encadenado), y es precisamente eso: presenta dos perros robóticos programados para atacar a los visitantes que, al estar encadenados a una pared, solo son capaces de intentarlo una y otra vez, tropezándose y perdiendo el equilibrio en un bucle infinito de ímpetus violentos infructuosos, transmitiendo una sensación de sufrimiento y evocando la empatía humana hacia un perro robot.
La instalación artística está compuesta por dos modelos de perro robot del fabricante chino Unitree que son capaces de rastrear el movimiento humano. Uno de los dos permanece inmóvil, mientras que el otro se lanza una y otra vez hacia los visitantes, quedando menos de un metro entre el robot y el espectador. De vez en cuando, la cadena se enrolla alrededor del cuerpo del perro, reforzando la imagen de una máquina que sufre y, al mismo tiempo, provocando una sensación extraña al enfrentar la empatía provocada por lo desagradable y desesperante de la situación a lo frío y siniestro del instinto asesino de un robot sin emociones programado específicamente para “matar”.
De acuerdo con MOR.BO (una plataforma de convergencia cultural que publica obras literarias y académicas, sobre todo enfocadas en la sociedad y el arte) la obra de Todo busca provocar una respuesta emocional en el espectador, haciendo que se enfrente a la idea del maltrato hacia las máquinas y generándole dudas sobre la seguridad de las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial o la robótica.
Según dice el propio artista, “creo que deberíamos tener en cuenta la psicología de aquellas personas que sienten que ‘es abuso’, ‘es lamentable’, o ‘es repugnante’ como respuesta a esta exposición de mal gusto. En ese momento, percibimos este objeto hecho por el hombre como un ser vivo”, lo cual es precisamente la pregunta que se planteaba al diseñar su pieza.

Lo de los perros robot
En un principio, de acuerdo con lo publicado en Cyber News, cuando el primer modelo de perro robótico fue anunciado allá por el año 2005 por Boston Dynamics, la compañía estadounidense de robótica, a Todo le dio “mucho miedo”, entre otras cosas porque su primera impresión fue de que “sería un arma autónoma que mataría gente de forma indiscriminada”.
Aunque, al menos por el momento, no se ha dado ningún caso tal, están empezando a ser utilizados por los cuerpos de policía de muchos lugares del mundo. La policía de Nueva York o la de Florida, por ejemplo, ya tiene sus propios modelos, que supuestamente utilizarán solo en “situaciones extraordinarias”, según Euskal Irrati Telebista-Radio; pero también la de Málaga, con SIRA (Sistema Robótico de Apoyo), un perro-robot que incluye multitud de sensores, es resistente al agua, tiene un alta movilidad y una capacidad de funcionar en situaciones de oscuridad plena o en ambientes contaminados. Y estos no están armados, por suerte, a diferencia de los que están empezando a utilizar - al menos en “ensayos” - tanto en el Ejército estadounidense como en el de China, que tienen montado sobre su espalda un rifle automático que, en combinación con sus sensores de movimiento, hacen de ellos unas terroríficas e infalibles máquinas de guerra.
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