Proyectos demorados

Proyectos demorados

SEÑOR DIRECTOR:

Tanto en el sector privado como en el sector público, los proyectos de inversión en infraestructura en general están siendo demorados con altísimos costos extras que muchas veces hacen desistir a los inversionistas o producen graves consecuencias para el país.

El megapuerto de San Antonio, la extensión del Merval a la Calera, la línea 7 del Metro entre Renca y Las Condes, el nuevo centro comercial en Vitacura, el futuro data center de Google, el centro de innovación de Sinovac, por nombrar solo algunos con atrasos importantes.

Todos ellos demorados por causas producidas por organismos del Estado o de organizaciones que el mismo Estado alienta, provocándoles aumentos de costos gigantescos. ¿Cómo se pagan estos aumentos de costos? En el caso de la inversión privada, los asume el privado; en el caso de la inversión extranjera, lo mismo... o simplemente desisten y se van; en el caso de los proyectos públicos, en cambio, los paga el Estado, vale decir, los pagan nuestros impuestos, los pagamos todos los chilenos.

Las detenciones de obras por trabajos arqueológicos interminables le han costado al puerto de San Antonio años de atraso; a la línea 7 del Metro, tres años, y al Merval a la Calera, tiempo indefinido por la intervención de una organización “Diaguita”, con millones en pérdidas. Se suma a lo anterior las declaraciones de un director de Greenpeace en el Senado, en las que aseguró poder demorar en más de 1.500 días la tramitación de proyectos.

No más impuestos, menos trabas y más sentido común para usar mejor los recursos y evitar más perdidas por proyectos demorados o detenidos.

Yves Besançon Prats

Arquitecto