Puerto Montt, Concepción y Alto Hospicio: los tres homicidios en una semana que ponen en la palestra la seguridad en las cárceles

La polémica en torno al control de las cárceles en el país volvió a cobrar relevancia, luego de que en una semana, se registraran tres homicidios que terminaron con la vida de reclusos en las cárceles de Puerto Montt, Concepción y Alto Hospicio, donde el factor común es la utilización de armas de fabricación artesanal.

De acuerdo a cifras de Gendarmería, entre enero de 2015 y febrero de 2024, 1.262 personas que se encontraban privadas de libertad fallecieron al interior de una de las 80 cárceles que existen en el país. De ese total, un 44% tiene como causa enfermedades, un 33% riñas y un 15% suicidios.

Alto Hospicio

El último deceso se registró este miércoles en la mañana, cuando en el módulo 53 del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Alto Hospicio, en la Región de Tarapacá, se registró el homicidio de un interno de 20 años.

La víctima recibió una herida cortopunzante en el tórax, propinada por otro reo con un arma de fabricación artesanal, durante el momento en que son sacados de sus calabozos. Al respecto, la fiscal (s) del equipo ECOH, Silvana Sierra, informó que “ya tenemos un sospechoso, ya se revisaron las cámaras del lugar donde ocurren los hechos. Además, se están realizando pericias como el reconocimiento de cuerpo, de las lesiones y recuperación de evidencias”.

Las pericias fueron encargadas a la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI), junto al Equipo de Homicidios y Crimen Organizado (ECOH) de la Fiscalía.

Concepción

Este lunes, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, aseguró que el Estado continúa con el control de los centros penitenciarios. “Cuando nosotros nos referimos a que el Estado tiene el control de las cárceles, es que el Estado es el que administra el establecimiento penitenciario”, indicó.

El caso que dio origen a sus declaraciones ocurrió en la celda 21 del módulo 42 del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Biobío. Allí, el lunes quedó al descubierto que uno de los internos, Vincent González (27), fue decapitado por otro recluso en el contexto de un “ritual” de corte satánico. Personal de Gendarmería tomó conocimiento del caso durante el desencierro, alrededor de las 9 horas.

¿El culpable? Diego Valdés San Martín de 41 años. El sujeto fue condenado en 2022 por homicidio y cumplía una pena de 18 años. Ambos eran compañeros de celda y durante la madrugada habría tenido un período de “enajenación mental”, lo que motivó que el Ministerio Público dispusiera la investigación de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI).

La defensa del acusado, a cargo de la Defensoría Penal Pública, adelantó que solicitará cambios en la condena del imputado, con la finalidad de trasladarlo hasta un centro psiquiátrico, dados los antecedentes de salud mental.

Desde Gendarmería detallaron lo que se encontró en el calabozo que compartían y señalaron que se encontró una Biblia abierta sobre una de las camas -donde yacía la víctima-, las paredes estaban rayadas con símbolos satánicos y el “número de la bestia” -666-, además de una gran cantidad de sangre producto del macabro crimen, para el cual se habrían empleado dos cuchillos de fabricación artesanal al interior del penal.

Puerto Montt

El caso de Concepción destapó otro homicidio, aunque ocurrido una semana antes. El crimen ocurrió el pasado 4 de diciembre, cuando un reo de 70 años, que cumplía condena por un delito sexual, recibió más de 200 puñaladas de parte de su compañero de celda de 38 años.

Al respecto, la fiscal jefe de Puerto Montt, Myriam Pérez, señaló que “el autor del hecho es un hombre de 38 años de edad, quien se encontraba cumpliendo una pena de presidio perpetuo. La víctima es un hombre de alrededor de 70 años, que se encontraba también cumpliendo condena por un delito sexual”.

El hecho ocurrió en la celda del módulo 54 del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Puerto Montt, donde la víctima fue descubierta con múltiples heridas cortopunzantes en la zona cervical y el abdomen, provocadas por un armamento artesanal.

En este caso, nuevamente apareció la salud mental como uno de los móviles del crimen. “(...) Existen antecedentes que también tienen que ser verificados con la Fiscalía durante la investigación, relacionados también con posibles antecedentes psiquiátricos del imputado, que es una información que apareció en la ficha que maneja Gendarmería respecto a esta persona”, agregó la fiscal Pérez.