Qué pasa si un padre deshereda a sus hijos y los deja sin la legítima: así pueden reclamar su parte de la herencia
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Qué pasa si un padre deshereda a sus hijos y los deja sin la legítima: así pueden reclamar su parte de la herencia
La legítima representa la fracción del patrimonio sobre la cual el testador no tiene total libertad, pues está destinada obligatoriamente a ciertos herederos
La desheredación, un proceso que permite excluir intencionadamente a un heredero forzoso de su derecho a la herencia, está ganando notoriedad en el ámbito sucesorio español. Aunque el testador tiene la facultad de privar a un hijo de su parte legítima, debe justificar esta decisión conforme a las causas previstas en la legislación vigente, lo que convierte a este procedimiento en uno complejo, tanto en términos legales como emocionales.
En el derecho común español, la herencia se divide en tres partes: la legítima, el tercio de mejora y el tercio de libre disposición. La legítima representa la fracción del patrimonio sobre la cual el testador no tiene total libertad, pues está destinada obligatoriamente a ciertos herederos, conocidos como herederos forzosos. Los hijos ocupan el primer lugar en esta categoría y, salvo que exista una causa legal justificada, tienen derecho a recibir esta porción del patrimonio del fallecido.
Causas válidas para desheredar a un hijo
Para que una desheredación sea efectiva, el testador debe incluirla en un testamento y fundamentarla con causas reconocidas por la ley. Entre las razones más comunes se encuentran:
- Negación injustificada de alimentos al ascendiente.
- Maltrato físico o psicológico hacia los progenitores.
- Acusaciones falsas de delito.
- Intento de coacción para modificar un testamento en su favor.
- Atentados contra la vida de los padres.
Es esencial que estas conductas hayan sido denunciadas, juzgadas y sentenciadas antes del fallecimiento del testador. De no cumplirse este requisito, la desheredación podría ser impugnada y, eventualmente, declarada inválida.
Cuando una desheredación cumple con todos los requisitos legales, el hijo desheredado pierde el derecho a la legítima y queda fuera de la herencia. Sin embargo, este no es el fin del camino para sus descendientes. Según el derecho de representación, los nietos del testador pueden reclamar la porción de la herencia que habría correspondido a su progenitor desheredado. Esto asegura que el patrimonio pueda ser transmitido a través de las generaciones, incluso en casos de exclusión explícita de un heredero directo.
Cómo reclamar la legítima en caso de desheredación
Si un hijo considera que ha sido desheredado de manera injusta o sin causas legales suficientes, puede iniciar un procedimiento judicial para impugnar el testamento. Este proceso implica:
- Reunir pruebas que demuestren que no existieron las causas alegadas por el testador para la desheredación.
- Presentar una demanda judicial ante el tribunal competente.
- En caso de que el tribunal declare nula la desheredación, el hijo podrá recuperar su derecho a la legítima.
Antes de iniciar un procedimiento judicial, es fundamental analizar las razones alegadas por el testador para justificar la desheredación. Estas causas deben estar expresamente reconocidas por la ley y haber sido probadas antes del fallecimiento del testador. Por ejemplo, en casos de maltrato o negación de alimentos, debe existir evidencia de denuncias, sentencias judiciales firmes o pruebas documentales que sustenten dichas acusaciones.
Si el tribunal falla a favor del heredero desheredado, se declarará nula la cláusula de desheredación. Esto significa que el testamento será modificado y el heredero tendrá derecho a recibir su legítima. Es importante señalar que, incluso en estos casos, el heredero desheredado solo puede reclamar la parte de la legítima que le corresponde según la ley, sin derecho a otros tercios de la herencia.
En caso de que existan bienes que ya hayan sido repartidos o vendidos, el heredero podrá reclamar su equivalente económico.
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