¿Qué tan felices están los niños y niñas con sus escuelas?

¿Qué tan felices están los niños y niñas con sus escuelas?

Cada año, las y los niños de cuarto básico deben rendir el ensayo Simce en sus establecimientos educacionales. Además de medir los resultados de aprendizaje, la prueba incluye un cuestionario que permite caracterizar algunos ámbitos de la niñez; entre ellos, su relación con la escuela. Así, ante la afirmación “me gusta mucho mi escuela”, deben responder si están “muy en desacuerdo”, “en desacuerdo”, “de acuerdo, o “muy de acuerdo” con la frase.

Observatorio Niñez Colunga, centro que recopila, sistematiza y analiza datos sobre niñez en Chile, revisó las respuestas que entregaron niñas y niños en esta prueba entre 2014 y 2022, y agrupó las respuestas en dos categorías: niños y niñas en desacuerdo y muy en desacuerdo, y quienes estaban de acuerdo y muy de acuerdo con la afirmación, creando el indicador de bienestar “satisfacción con la escuela”. Así, se obtuvo que, en 2022 (año de la última medición disponible), el 89% de las niñas y niños de cuarto año básico se sienten a gusto con sus recintos educativos.

“Los resultados muestran que la mayoría de los niños se sienten satisfechos, lo que es una buena noticia”, remarca Paloma Del Villar, directora de Observatorio Niñez de Colunga. “Sentirse satisfechos con la escuela es fundamental para su involucramiento en el aprendizaje y para su bienestar general. Factores como el clima escolar, la seguridad, la calidad del entorno físico y social y la convivencia escolar influyen directamente en esta percepción”, agrega.

En particular, las relaciones interpersonales que se generan con compañeros y adultos en la escuela son claves en el bienestar de la niñez, tanto como la infraestructura y cómo se desenvuelven los estudiantes y profesores en este entorno. “Cuando vemos violencia escolar, se reduce significativamente la satisfacción, tanto con la escuela como con la vida en general”, explica. Es clave que las escuelas construyan ambientes seguros y que fomenten las relaciones positivas, entre pares y entre estudiantes y figuras de autoridad.

Según explican desde Observatorio Niñez, actualmente en Chile un estudiante de 15 años pasa en promedio un total de 31,5 horas cronológicas semanales en la sala de clases, es decir, más de seis horas diarias junto a sus compañeros y compañeras, y al docente. Según la Biblioteca del Congreso Nacional, Chile es el país con más horas dedicadas a la instrucción en el aula de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sobre todo a partir de la infancia media (desde los 6 años, según la OCDE), el espacio escolar pasa a ser un factor importante en el bienestar de la niñez.

A continuación, presentamos los principales hallazgos que el equipo de Observatorio Niñez Colunga identificó con respecto a cuán satisfecha se siente la niñez y adolescencia con sus escuelas.

La diferencia de género

Históricamente, en comparación a los niños, las niñas han presentado una mayor satisfacción con sus escuelas. En 2014, el 90% de las niñas de cuarto año básico estaba de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación “me gusta mucho mi escuela”, versus el 85% de los niños. Esta cifra se ha mantenido estable y en 2022, alcanzó el punto más alto: 1 punto porcentual más para las niñas y 3 puntos más para los niños. Si bien la cifra no ha tenido gran variación para las niñas, los niños han ido acortando esta brecha.

Los establecimientos

Desde los inicios de esta medición, los establecimientos particulares pagados han obtenido mejores resultados en comparación a aquellos que son subvencionados y públicos, obteniendo los porcentajes más bajos las escuelas públicas. Sin embargo, esta diferencia, en 2022 desapareció entre las escuelas subvencionadas y públicas: ambas alcanzaron un 89% de satisfacción. Los establecimientos particulares pagados alcanzaron, por su parte, un 93% de satisfacción.

La convivencia escolar

Las burlas, acoso, rumores y otras formas de violencia escolar influyen directamente en la percepción que niñas y niños tienen de sus escuelas. Aquellos que experimentan tres o más formas de acoso escolar, es decir, que viven una mala convivencia escolar, sienten menor satisfacción con su recinto educativo. En 2022, de quienes percibían una buena convivencia, un 94% indicó estar a gusto con su escuela. De quienes no experimentaron una buena convivencia, solo el 78% indicó lo mismo. Además, esta cifra bajó en comparación a los resultados prepandemia, donde este último dato alcanzó 6 puntos porcentuales más.

El clima escolar

El respeto, el cuidado de los espacios y seguir las normas de convivencia son otro factor clave a la hora de medir la satisfacción con la escuela. Aquellas que promueven ambientes más amigables y respetuosos logran mayores niveles de satisfacción en sus estudiantes, aunque la diferencia ha disminuido desde su primera medición. En 2014, la brecha era de 17 puntos porcentuales (92% quienes presencian buen clima escolar y 75% quienes no), para 2022, la cifra se redujo a 11 puntos porcentuales (91% versus 80%).

Una cifra que disminuye con la edad

A medida que los estudiantes avanzan en su trayectoria escolar, la satisfacción con la escuela parece disminuir. En segundo medio, solo el 67% de los estudiantes indicó que la frase “me gusta venir a este colegio” los describe bastante o completamente. Aunque la pregunta no es idéntica a la de cuarto básico, los datos sugieren que la percepción positiva de la escuela tiende a bajar con los años.

“Estos datos refuerzan la necesidad de que las escuelas no solo se enfoquen en la enseñanza académica, sino que también promuevan el bienestar a través de estrategias que garanticen la seguridad, fomenten habilidades sociales y emocionales, y fortalezcan la relación entre la familia y la escuela. Un ambiente escolar positivo no solo mejora la satisfacción con la escuela, sino que también influye en el bienestar general y el desarrollo socioemocional de los niños y niñas”, concluye Del Villar.