Quiénes son los nuevos dueños de Ventanas
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Quiénes son los nuevos dueños de Ventanas
Eduardo Escaffi Johnson (66) y Fernando Gardeweg Ried (57) no son neófitos en el sector eléctrico. Más bien, todo lo contrario. Los socios de Weg Capital trabajaron sigilosamente desde hace ocho meses para concretar la sorpresiva compra de Central Ventanas. Un complejo termoeléctrico que opera a carbón, que llegó a tener cuatro unidades, pero en el que hoy sólo funcionan dos: las unidades 3 y 4, una capacidad instalada de 537 MW.
La venta, acordada con Aes Andes por un monto no revelado, aún está pendiente de lo que resuelva la Fiscalía Nacional Económica. Pero la transacción en sí no pasó inadvertida para una industria en que las grandes generadoras buscan alejarse lo antes posible del combustible fósil.
Para la operación, Escaffi y Gardeweg constituyeron el 25 de septiembre Quintero Energía SpA, con un capital inicial de US$1.000.000, dividido en 10.000 acciones. Cada uno suscribió 5 acciones, equivalentes a US$500, y se comprometieron a pagarlas en 3 años. Pero a esa sociedad invitaron a otros socios, todos chilenos y del sector financiero. Tras realizar un aumento de capital por un monto aún secreto, los socios originales se quedaron con el 60% de la propiedad.
Con todo, la adquisición de Ventanas revela el conocimiento del sector energético de los dos exejecutivos del grupo Enersis, firma precursora de Enel. Ambos vienen del mundo de la generación eléctrica, pero sus historias y estilos son muy diferentes.
Tras el bullado caso Chispas, Escaffi asumió en 1998 como gerente de finanzas de Enersis. En medio de la toma de control de Enersis por Endesa España, y pese a que algunos lo veían fuera del grupo cuando la española consiguió en mayo de 1999 controlar Enersis, Escaffi terminó siendo reclutado por la matriz. Desde Madrid, ejerció primero como subdirector financiero de Endesa, pero llegó a ser gerente de Riesgo de toda la empresa. Allí estuvo 10 años y presenció cómo la firma española, acostumbrada a comprar, terminó siendo adquirida por la italiana Enel.
Cuando en 2012, Endesa propuso un polémico aumento de capital por más de US$8.000 millones en Enersis, Escaffi tomó el puesto que dejó Alfredo Ergas, el histórico gerente de finanzas del grupo. “Eduardo logró aunar los intereses de los español y los italianos con las AFP y lograron sacar adelante ese aumento de capital, el más grande de la historia en Chile”, recuerda un alto ejecutivo de Enersis de esos años.
Otros lo recuerdan por su rol de “equilibrista”. Quienes lo conocen de ese entonces, recuerdan que su experiencia internacional -trabajó a fines de los 80 en Argentina- le permitía ser “flexible” y mantener las relaciones entre las distintas partes sin mayores contratiempos. En eso ayuda su estilo afable, proclive a las anécdotas, con gran conocimiento de la historia.
Gardeweg, en tanto, proviene de una familia ligada al sector financiero. Hijo de Fernando Gardeweg Leigh, socio de Gardeweg y García Corredores de Bolsa -fusionada con Celfín, actual BTG Pactual, en 1997- Su ascendencia alemana lo convierte en alguien directo, sin rodeos, y por lo mismo prefiere estar en segundo plano. De hecho, cuando compartió con su actual socio en Enersis, era el segundo y cuando éste viajó a España, le tocó sucederlo.
Con estilos muy distintos, quienes los conocen remarcan la complementariedad entre ambos.
Weg, Guacolda y las renovables
Escaffi y Gardeweg son socios desde 2015 en Weg Capital. La firma administra activos alternativos, entre ellos, centrales de generación solar. Lo hacen a través del fondo Weg-4 Energías Renovables, que cuenta con tres plantas fotovoltaicas: San Pedro III, de 58 MW de capacidad instalada; Doña Carmen, con 40 MW de potencia; y María Elena, con 72 MW.
Esta última compra, cerrada en septiembre de 2022, resume su estrategia de inversiones: la adquirieron en US$22 millones, tras quedarse con el 100% de Generación Solar SpA, cuyo único activo era la central solar. La planta, construida en 2015, tuvo un costo de US$190 millones.
Con Weg, tuvieron participación en la propiedad de otra carbonera: Guacolda. Esa experiencia los puso en el radar de Aes Andes, entonces llamada Aes Gener. Cuando quiso desprenderse del complejo carbonífero de Chile, compuesto por cinco unidades con una capacidad instalada de 764 MW, Weg presentó a los acreedores de GIP una oferta por el 50% de la carbonera. Desde entonces, dicen conocedores de la operación en Ventanas, quedó la sensación que en la gestora podían ser compradores de activos a carbón.
Pero la historia en Guacolda fue breve. Pese a que Gardeweg y Escaffi se incorporaron al directorio, y Weg llegarían al 100% de la propiedad de Guacolda- tras pagar sólo US$34 millones a Aes por la otra mitad que aún tenía en la carbonera- Sin un bono por US$500 millones con vencimiento a abril de 2025 presionaba los rendimientos, y finalmente el vehículo de inversión a través del cual controlaban Guacolda cambió de manos en junio de 2021, quedando en poder de Capital Advisors.
¿Del carbón al gas?
La compra de Ventanas tiene varias aristas. Su ubicación estratégica, en plena bahía de Quintero, a 162 kilómetros de Santiago, ofrece varias ventajas: en la misma costa hay plantas regasificadoras de gas natural, un combustible al que el Plan de Descarbonización del gobierno asigna un rol en el corto plazo. Tanto así, que la primera medida del documento -aún en proceso de consulta- propone incluirlo dentro de la actualización del decreto 13, un procedimiento que comenzó en 2020, y donde el Ministerio de Energía busca incluir al combustible fósil y al amoníaco verde como combustibles bajos en emisiones para incentivar reconversiones de unidades carboníferas.
Por otra parte, pese a que cuando comunicaron la venta, las partes afirmaron que se mantendrían los compromisos suscritos con las autoridades. Y pese a que Aes mostró su voluntad para que las dos unidades aún operativas de la central fuesen retiradas a partir del 1 de enero de 2025 del sistema eléctrico, lo cierto es que los antiguos propietarios no habrían realizado el requerimiento ante la Comisión Nacional de Energía (CNE) para aquello.
“Respecto de las unidades 3 y 4 de Ventanas, no ha existido ningún pronunciamiento de la CNE sobre el retiro de dichas unidades, por no existir requerimiento en ese sentido de sus propietarios”, señalaron desde el regulador a Pulso.
Así, el activo tiene hasta 2040 para operar a carbón. En el intertanto, la opción de reconvertirse estará sobre la mesa, pero con dos factores a analizar. La carbonera tiene una caldera y turbinas que deben ser cambiadas. Y las inversiones para ello son cuantiosas.
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