Quilapayún vuelve a girar con la Cantata Santa María: “Es una obra que llamaba a la unidad frente a los peligros”

Quilapayún vuelve a girar con la Cantata Santa María: “Es una obra que llamaba a la unidad frente a los peligros”

Fueron tres noches de julio de 1970 en el antiguo teatro La Reforma (hoy la sala Isidora Zegers), cuando los barbudos integrantes de Quilapayún, subieron con sus habituales ponchos negros, a estrenar la Cantata Santa Maria de Iquique. “En esa época era un teatro que estaba dirigido o administrado por el Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile. Estaba concebido para la difusión de la música que hacían los profesores y los alumnos del Conservatorio”, recuerda Eduardo Carrasco, fundador del grupo.

Esa noche resultó una epifanía para los “Quila”. “Fue inmediatamente un un descubrimiento para nosotros. Nos dimos cuenta que la obra tenía un contenido dramático muy fuerte, que la acercaba a una obra de teatro. Era descubrir en esa época no existía nada semejante en Chile, ni en América Latina. Y pronto fue una obra que llamó la atención en otros países”, agrega Carrasco.

CONJUNTO MUSICAL CHILENO QUILAPAYUN CANTANDO.11.05.1972  - FONDO HISTORICO - CDI - COPESA.

“Señoras y señores venimos a contar, aquello que la historia no quiere recordar”, es el clásico arranque de la Cantata, la obra mayor de Quilapayún con textos y música de Luis Advis, una de las piezas más célebres de la música popular chilena. Un formato ambicioso que se desarrollaba en una era de exploración y colaboración artística; fue contemporánea del Canto para una semilla y La Fragua. De allí a que hasta hoy, sea un ineludible para el grupo.

Hoy la vuelven a interpretar en una gira nacional como preludio a la celebración de los 60 años de vida de la agrupación, fundada en 1965. “La Cantata nos ha acompañado siempre. Siempre ha estado presente en nuestro repertorio, se ha transformado ya en una obra clásica. Hay muchas versiones de la cantata Santa María, en distintos formatos. Pero la interpretación del Quilapayún tiene una magia. Es algo muy especial para la gente y para nosotros, porque hacemos el trabajo guardando todos los pequeños detalles”, acota Carrasco.

La versión original grabada en los estudios IRT de Santiago en 1970, contaba con los relatos de Héctor Duvauchelle. Estos se mantienen como parte de esta puesta en escena. “Él era un actor formidable. Nos gusta mucho hacerla con la grabación de Héctor, que en cierta forma, es una manera de rendirle un homenaje. Y desde el punto de vista del resultado escénico es muy potente eso, es revivir las cosas tal como fueron”.

Inspirada en los luctuosos sucesos de la matanza en la Escuela Santa Maria de Iquique en diciembre de 1907, se trata de una obra con un profundo mensaje social, que en opinión de Carrasco mantiene su vigencia. “La Cantata llamaba a la unidad, a la hermandad, que tienen que ver con los valores de la democracia frente a estos peligros que se alzan en este momento en el mundo. Ahora se ha alzado como una especie de ideología violenta, que tiene su representante más connotado, en Trump, el presidente de Estados Unidos, que ha desecho todas las reglas de convivencia entre los países. Toda esta situación nueva de guerra en Ucrania, que empezó además con esta cosa violenta de que un país invade otro, en que han muerto miles de personas. Entonces esa violencia histórica es lo que la Cantata denuncia e intenta llamar a las personas a una conciencia sobre eso”.

Con motivo de los sesenta años de Quilapayún, se prepara además una versión de la Cantata con paridad de género. Una modalidad que sigue a otras experiencias (como la versión interpretada solo por mujeres), a tono con los tiempos actuales. Pero esta ya tuvo un antecedente. “Ya se hizo una vez cuando estábamos en medio de la pandemia. Se nos ocurrió hacer una cosa que se grabó en el Canal Nacional, una versión con paridad de género de la Cantata Santa María. Tuvo un extraordinario éxito y fue una cosa muy hermosa. Así que eso es lo que queremos repetir”. El lugar y la fecha están por confirmar, pero será en el segundo semestre de este año, en un histórico recinto de la capital.

Además de la gira de la Cantata, el grupo ha estado en actividad en el estudio de grabación. Lo último fue el álbum Sin por qué (2023), distribuido de manera digital, mas, hay novedades. Está por salir un nuevo sencillo, una canción instrumental llamada Vendaval, además de dos nuevas canciones, una de las cuales es una colaboración con el cantautor Nano Stern, llamada La rueda de la fortuna. “El conjunto nunca se ha quedado durmiendo en sus laureles, como se dice. Siempre ha estado constantemente creando, inventando algo nuevo, abriéndose a otra música, a otras posibilidades”, acota Carrasco.

-Usted a sus 84 años o los integrantes mayores de Quilapayún, ¿han pensado en el retiro?¿piensan seguir quizás hasta la muerte, como Tommy Rey?

-Por supuesto que la vejez no perdona. Yo no estoy cantando como cantaba cuando tenía 30 años, hay, por supuesto, una merma del canto, de la voz. Pero en el caso nuestro, es muy importante el carácter emblemático del Quilapayún. A la gente le gusta mucho ver la figura histórica del grupo, creo que pasa lo mismo con los Inti Illimani, por ejemplo, es muy bonito ver a los mismos que cantaron en la Alameda en los tiempos de Allende. El conjunto ha ido reforzándose con gente más nueva, como el hijo de Carlos Quezada, el hijo de Ricardo Venegas, que también se llama Ricardo, el hijo de Willy Oddó, Ismael, son voces jóvenes que refrescan al grupo y contribuyen a que no se pierda esa potencia que siempre lo ha caracterizado. Pero también es verdad que los viejos hemos ido pasando a cumplir otras tareas. A mí, por ejemplo, me gusta mucho componer, hacer canciones, idear el espectáculo, pensar en cómo hacer más interesante lo que estamos cantando. Me gusta mucho dirigir al grupo y eso lo puedo hacer perfectamente, sin problemas. Así que, en la medida de lo posible, seguimos ahí arriba en el escenario.

La gira de la Cantata Santa Maria de Iquique tiene las siguientes fechas confirmadas: 16 de mayo en Rancagua, 17 de mayo en Viña del Mar, 24 de mayo en Valdivia y 25 de mayo en Concepción, junto a otras que muy pronto serán anunciadas en el norte y sur de Chile.

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LaTercera.com

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