Reparar un cable submarino no es tan fácil como bajar y empalmarlo de nuevo. Hacen falta barcos gigantescos y semanas de trabajo

Reparar un cable submarino no es tan fácil como bajar y empalmarlo de nuevo. Hacen falta barcos gigantescos y semanas de trabajo

Casi cada porción del globo está conectada a Internet. Esta ubicuidad de las redes es posible gracias a los cables submarinos, más de 1.400 millones de metros que mantienen en línea los centros de datos y, a su vez, nuestros dispositivos. Con toda esa extensión cualquier rotura supone una enorme pérdida en comunicaciones; de ahí que haya empresas especializadas en las reparaciones submarinas. Reparar un cable en el fondo del océano no es una tarea sencilla.

Puede que nos conectemos a Internet a través del WiFi de casa y que dicha conectividad traslade las peticiones a nuestro proveedor haciendo uso de los tendidos de fibra, pero hay un elemento vital al que no siempre prestamos suficiente atención: los cables submarinos que mantienen conectados todos los continentes. E, igual que si se rompe el cable de casa debe venir un técnico a repararlo, con un cable submarino ocurre lo mismo. Eso sí, es bastante más complejo.

¿Por qué cables submarinos?

Para mantener los centros de datos interconectados se utilizan principalmente cables (conexión alámbrica), aunque en casos específicos pueden emplearse ondas electromagnéticas (conectividad inalámbrica). A pesar del enorme despliegue de satélites de datos por parte de empresas como Starlink o Project Kuiper, que podría hacernos pensar que los cables tienen un competidor más sencillo y barato de mantener, lo cierto es que la única manera viable de cubrir el globo con Internet de alta calidad es interconectándolo con cables.

Las ventajas de los cables submarinos sobre cualquier otro tipo de conexión de datos son varias:

  • Velocidades y capacidades muy altas. Los cables submarinos pueden transmitir enormes cantidades de datos a la velocidad de la luz.
  • Conexiones estables. No sufren interferencias y los datos pueden viajar sin interrupciones y a altísima velocidad sin obstáculos.
  • Soportan la demanda masiva de datos. El ancho de banda que soporta una red de cables submarinos es gigantesca, no existe otra vía que garantice tanto volumen y escalabilidad.
  • Los cables submarinos son económicos a largo plazo. Tender un cable es costoso, también repararlo, pero ofrecen una mayor rentabilidad a largo plazo que cualquier otra manera de interconexión.
Los centros de datos necesitan interconectarse mediante cables de fibra óptica: es la única vía de transmisión que garantiza altas velocidades, gran ancho de banda y estabilidad en la transmisión

Tender un cable entre dos centros de datos situados en continentes distintos es una tarea enormemente compleja y cara, también lo es su mantenimiento. Para ello se utilizan enormes buques cableros o clippers: éstos van desenrollando una bobina cuyo cable va depositándose en el fondo del mar. La profundidad en la que se deposita es variable, todo dependerá de por dónde discurra el cable. Obviamente, cuanto más profundo esté el fondo más compleja será su reparación. Y cara.

¿De qué está compuesto un cable submarino?

Tipos de cables submarinos según su grosor y profundidad a la que van sumergidos Tipos de cables submarinos según su grosor y profundidad a la que van sumergidos. Imagen de Frédéric BISSON

Grosso modo, un cable submarino es igual a un cable doméstico, sólo varía el grosor y el número de conexiones. Mientras que a nuestra casa llega un filamento de cristal protegido por un delgado envoltorio de goma, por el fondo del mar discurren enormes cables con un grosor que varía dependiendo de por dónde discurran; grosor que suele situarse entre los 25 y 50 milímetros.

Los cables se componen de varias capas con el interior repleto de filamentos de cristal por los que viaja la información en forma de pulsos de luz; lo que coloquialmente se conoce como fibra. Dichos cables están protegidos por un gel hidrófugo, ambos quedan encapsulados en un tubo de aluminio, se envuelve en cobre y se remata con distintas capas extra de protección para terminar en un cable de la máxima resistencia, aunque con el núcleo interior muy frágil.

Un cable submarino es una especie de sándwich con distintas capas para proteger a los filamentos de vidrio de la humedad, la presión, los roces y la torsión

Pese a que los cables están diseñados para resistir las mareas, los roces con el fondo del mar o las rocas, las temperaturas extremas y la alta presión, siempre existe el riesgo de que se rompan. Y lo hacen: entre 150 y 200 daños al año en la red global de cables submarinos. Es entonces cuando entra en acción el técnico de reparaciones. Y no es una furgoneta con una escalera en el techo, claro.

¿Cómo se repara un cable submarino?

Buques cableros en plena reparación submarina Buques cableros en plena reparación submarina. Imagen de Global Marine

Dado que el cable submarino se encuentra reposando en el fondo, lo primero que hay que hacer para repararlo es localizar el desperfecto, cortar el cable y subir cada extremo a la cubierta del buque. Los barcos que se dedican al tendido de cable submarino y a su mantenimiento disponen de enormes grúas que les permiten izar el cable para realizar en el barco la reparación.

Puede darse el caso de que el arreglo requiera el uso de robots para el corte del cable o que deban sumergirse submarinistas, pero lo habitual es que se realice la reparación en la superficie: es la mejor manera de asegurar el interior del cable contra la humedad. Aun así, hay ocasiones en las que sólo resulta viable arreglar el cable bajo el agua, todo dependerá de la situación y del entorno.

Imaginemos un técnico doméstico, pero multipliquemos el número de filamentos, las distintas capas que protegen las fibras, añadamos la meteorología adversa, la dificultad de mantener el interior del cable alejado de la humedad (sumergido en agua salada, nada menos) y que el barco no para de moverse en ningún momento. Restaurar la conexión en medio del océano no es una tarea sencilla.

Todas y cada una de las fibras de cristal deben alinearse al microscopio para conseguir la mínima refracción de la luz; lo que haría perder capacidades a la conexión. Después debe asegurarse la estanqueidad del conjunto y hay que comprobar la fiabilidad enviando paquetes de datos desde las centrales de distribución situadas en los extremos del tendido. Este proceso tarda varias semanas, todo dependerá del grosor del cable, de su situación o de las condiciones del mar durante el arreglo, entre otros factores.

Al tiempo de reparación se le debe sumar lo que tarde en acercarse hasta la avería el barco más cercano al desperfecto localizado. En total puede irse más de un mes

Aparte del tiempo de reparación en sí, al proceso hay que añadirle lo que tarde el buque cablero en navegar hasta la zona donde se detectó la avería. Las distintas empresas que se dedican al tendido y reparación de cables submarinos cubren el globo ofreciendo el servicio a las empresas que gestionan los cables. Dependiendo de la compañía, y de los puertos donde tenga anclados los barcos, suelen dar un plazo de unos diez o doce días de trayecto.

Dada la complejidad de la tarea, en el mundo no hay más que un puñado de empresas que ofrezcan los servicios de tendido y reparación de cables submarinos. Las más conocidas son Global Marine, SubCom, NEC Corporation y Alcatel Submarine Networks o ASN.

Imagen de portada |Buque cablero Cable innovation, de Global Marine

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La noticia Reparar un cable submarino no es tan fácil como bajar y empalmarlo de nuevo. Hacen falta barcos gigantescos y semanas de trabajo fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Iván Linares .

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