Salto de Castro, el pueblo abandonado de Zamora que ha sido comprado por un empresario de EEUU: “Su intención es levantar un complejo turístico rural”

Salto de Castro, el pueblo abandonado de Zamora que ha sido comprado por un empresario de EEUU: “Su intención es levantar un complejo turístico rural”

La localidad, construida por Iberdrola en los años 40 para los trabajadores de la presa de Castro, ha sido vendida por más de 300.000 euros Salto de Castro, en Zamora. (Adobe Stock)

En Zamora, el Parque Natural de los Arribes del Duero emerge como uno de los destinos naturales más impresionantes de la provincia. Entre cascadas, bosques e impresionantes paisajes, este rincón se ha convertido en espacio rural donde poder disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. A su vez, los pequeños pueblos que lo salpican permiten disfrutar de la historia y el patrimonio de una región que sorprende a todo aquel que se acerca.

Es por ello que se ha convertido en un importante atractivo turístico que atrae a infinidad de viajeros de todas partes del mundo. Por ello, un empresario norteamericano ha comprado el pueblo abandonado de Salto de Castro por “un valor que oscila entre los 300.000 y 350.000 euros”, explica Sergio López, alcalde de Fonfría, a Infobae España. “Su intención es levantar un complejo turístico rural, siempre respetando el entorno y una serie de normas ornamentales”.

“Iberdrola fue el que hizo el poblado para los empleados de la central”

Históricamente, Salto de Castro nunca ha contado con una administración propia, pues desde su construcción forma parte del término municipal de Fonfría. Y es que se trata de una localidad relativamente nueva: su fundación data de la década de los 40, cuando Iberduero, la antigua Iberdrola, construyó un poblado para los trabajadores de la central hidroeléctrica. “Iberdrola fue el que hizo el poblado para los empleados de la central. El salto de Castro se llama a los poblados que hacían en los saltos de agua, es decir, donde estaban las centrales”, detalla López.

Salto de Castro, en Zamora. (Wikimedia)

Sin embargo, décadas después, cuando acabó la construcción de la central, el poblado se abandonó. “Ya no tenía sentido que viviera gente allí, por lo que Iberdrola se deshizo del poblado y lo vendió a un grupo de inversores que en principio iban a hacer un complejo turístico que por varias razones no salió”. Este grupo lo puso a la venta durante muchos años, hasta que hace dos aproximadamente se interesaron de nuevo varias personas y empresas.

“De todos ellos, el proyecto que más le gustó al propietario fue el de un empresario de Toledo, porque en teoría iba a hacer lo mismo que tenía él pensado, un complejo turístico, pero al final no lo compró”, explica el alcalde Fonfría. Sin embargo, Salto de Castro cambió de manos recientemente cuando un empresario estadounidense lo ha adquirido por más de 300.000 euros. Sergio asegura a este medio que el Ayuntamiento de Fonfría no ha tenido nada que ver con la venta de la localidad, ya que “es una compra entre particulares de un terreno particular”.

Esto se debe a que, en su día, se cedió ese terreno a Iberdrola para dar un hogar a los trabajadores de la central. Así, desde ese momento pasó a manos de una propiedad ajena al término municipal de Fonfría, por lo que el Ayuntamiento de la localidad “no tiene mucho que opinar” sobre esta operación.

Un complejo turístico en un entorno natural maravilloso

Salto de Castro, en Zamora. (Wikimedia)

Con la compra de Salto de Castro, el nuevo propietario pretende levantar un complejo turístico de carácter rural en el corazón de los Arribes del Duero. Sin embargo, para realizar esta obra es necesario respetar las normas urbanísticas de la zona, así como el entorno natural en el que se encuentra. ”El salto está hecho todo prácticamente en piedra de granito, que es la piedra de la zona. Además, está protegido, pues dentro del plan urbanístico de Fonfría hay una serie de elementos que están protegidos. y entre ellos está el propio Salto de Castro, que es el complejo entero”, cuenta Sergio López.

De este modo, para su reconstrucción se “tendría que respetar la estructura que tiene actualmente”. Pero no solo eso, pues también el enclave natural en el que se encuentra cuenta con sus “propias particularidades que se tienen que respetar también; se puede construir, pero teniendo en cuenta todas esas normas”. Así, se trata de una reconstrucción considerable, ya que se trata de 44 viviendas más una serie de edificios complementarios que en su día eran un consultorio, una iglesia, una escuela, el cuartel de la Guardia Civil y una piscina, entre otros muchos espacios más.

“La idea que tiene es convertir lo que eran las viviendas unifamiliares, tipo chalés, en viviendas para larga estancia. No sé si en régimen de compra o en régimen de alquiler. Y luego la otra parte, pues lo que era la antigua hospedería, el consultorio y demás edificios, transformarlos en un hotel, restaurante y tiendas”, explica Sergio López. El plan es que el verano de 2026 la obra esté lo suficientemente avanzada como para que se empiece a instalar gente.

A su vez, la compra de Salto de Castro no solo puede ser un nuevo atractivo turístico en los Arribes del Duero, sino que también es una forma de revitalizar la comarca con la creación de empleo local. “El propietario insiste mucho en que todo lo que pueda hacer con empresas locales y con empleados locales lo va a hacer. Tanto las obras como los posibles trabajos, que habla de unos 35 puestos de trabajo directos”, señala el alcalde de Fonfría.

Fuente

Infobae.com

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