Salvó el proceso de Gareca en Vélez: la revancha más esperada de Gustavo Quinteros en Argentina

Salvó el proceso de Gareca en Vélez: la revancha más esperada de Gustavo Quinteros en Argentina

Gustavo Quinteros tuvo una merecida revancha en Argentina, con todas las variables y condimentos. No solo porque Vélez Sarsfield logró el título más importante del fútbol argentino tras caer en dos finales, sino también porque el santafesino inscribió su nombre entre los mejores entrenadores de su país.

Una vuelta muy larga, en la que el entrenador debió hacer el grueso de su carrera muy lejos del país natal para conseguir su primera estrella en la máxima categoría en el balompié transandino.

Como jugador se formó en el puesto de zaguero central en las divisiones inferiores de Newell’s Old Boy de Rosario. Tras poco espacio en la Lepra, en julio de 1987 fichó por el modesto equipo de Talleres de Remedios de Escalada.

Solo una temporada estuvo en el Albirrojo dio el salto al fútbol boliviano. Primero en Universitario de Sucre, luego en The Strongest con el que logró dos títulos nacionales y San José de Oruro. Logró la nacionalidad boliviana y disputó las Eliminatorias para la Copa del Mundo de Estados de 1994.

Precisamente, la cita estadounidense es la única que tiene como jugador, al igual que el país altiplánico. Quinteros fue titular en el empate sin goles ante Corea del Sur y en la derrota contra Alemania.

Tras el Mundial, el zaguero central, ya con 29 años, fichó por San Lorenzo de Almagro, club con el que finalmente pudo encontrar cierta consagración, después de tres temporadas y el título de liga de 1995. Un par de temporadas más tarde firmó con Argentinos Juniors, club con el que se retiró en 1999.

Éxito en la banca

Si bien logró mediano éxito como futbolista, en el puesto de entrenador fue todo lo contrario. Una carrera que comenzó en 2005, cuando tomó las riendas del Blooming de Bolivia y alcanzó su primera estrella como entrenador.

Desde entonces, ha fraguado una exitosa carrera en las bancas que coronó con el título argentino al mando de Vélez Sarsfield. Una trayectoria de menos de dos décadas en las que ya acumula 13 títulos como DT.

Tanto así que se alza como el quinto profesional argentino con mayor cantidad de galardones en equipos, superado por Ramón Díaz y Helenio Herrera (16), además de Marcelo Gallardo y Carlos Bianchi.

La gran ventaja del santafesino es que sus estrellas en cuatro países diferentes. Cuatro de ellas en el país altiplánico y un par más en Ecuador con Emelec.

En Chile tuvo su mejor cosecha, con Universidad Católica ganó la Supercopa y el título nacional. Colo Colo fue el equipo donde más títulos levantó: un campeonato nacional, dos de Copa Chile y la Supercopa local.

Ídolo en Vélez

Tras su salida de los albos, en diciembre del año pasado, Quinteros rápidamente en el Fortín. Sin embargo, en honor a la verdad, no era el técnico elegido desde el inicio, como reconoció el presidente del club de Liniers, Fabián Berlanga, hace un año.

“Gustavo no fue la primera opción, porque queríamos la continuidad del Gallego (Sebastián Méndez) y conversamos con Gabriel Milito, pero él venía en nuestro radar. Después de mostrarle lo que era Vélez y el proyecto de fútbol, entendimos que era el mejor perfil”, explicó el mandamás de Vélez.

Una apuesta arriesgada. El único paso del santafesino como adiestrador fue en San Martín de San Juan, entre 2006 y 2007. Encima, el cuadro del Fortín venía complicado con el promedio del descenso.

Hace apenas un año, el equipo festejaba la salvación del descenso en el José Amalfitani tras derrotar 3-1 a Colón. Aquel partido, que terminó con el DT Méndez en andas, fue el inicio de una reconstrucción total.

Una crisis que se puede trazar des febrero del año pasado. Después de caer ante Boca Juniors en el José Amalfitani, Alexander El Cacique Medina renunció al cargo.

La llegada casi inmediata de Ricardo Gareca ilusionó a los hinchas. El Tigre, quien acababa de dejar la selección de Perú, regresaba al club con el cual fue campeón como entrenador en cuatro ocasiones. La última, en 2013, la última estrella de la V.

Sin embargo, el actual técnico de la Roja no pudo enderezar el rumbo. Estuvo apenas 12 partidos con un triste saldo de una victoria, siete empates y cuatro caídas. “Nos contrataron para que el equipo mejorara, no para que empeorara”, dijo Gareca en el momento de renunciar.

Esa es una de las virtudes de Quinteros, quien tomó a un equipo golpeado y lo devolvió a los primeros puestos. Fue lejos el mejor equipo argentino de la temporada, a pesar de caer en dos finales.

“El 80% de estos jugadores el año pasado peleó por no descender, para salvar a este gran equipo y dejarlo en Primera, y hoy son campeones”, afirmó el DT tras lograr el campeonato nacional.

Vélez ya había fallado en la definición de la Copa de la Liga ante Estudiantes, en mayo pasado, tras caer en los penales. Hace menos de una semana cedió la Copa Argentina frente a Central Córdoba.

El 2-0 sobre Huracán, en la última fecha, no solo fue el título y la consagración del equipo de Liniers. Sino también la reivindicación de Quinteros, quien nunca había podido lucir en su país la experiencia lograda en el resto de Sudamérica.

“Siempre, siendo argentino y trabajando como 18 años afuera, tenía muchas ganas de volver y de conseguir un título acá”, dijo el orgulloso DT campeón.