“Si alguna vez pudiera venir a Sudamérica, sería a Chile”: Winston Churchill y su desconocida amistad chilena
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“Si alguna vez pudiera venir a Sudamérica, sería a Chile”: Winston Churchill y su desconocida amistad chilena
Chileno es uno de los mejores amigos que tuvo en su juventud Winston Churchill. Santiaguino, bombero, futbolista y corredor de la Bolsa, el millonario Arturo Izquierdo de la Cerda tiene en la actualidad, al igual que el ilustre agónico, 90 años de edad, los que celebra mañana con una fiesta en la cual el principal invitado será su yerno Fernando Alessandri Rodríguez.
-Winston Leonard era gordito … Era bajito y tenia una palidez de enfermizo …
Arturo Izquierdo hilvana recuerdos y pide que no lo interrumpan, “de lo contrario no puedo recordarlo todo”. Y continúa hablando desde su lecho, al cual se ha recogido temprano, no por enfermedad, sino “porque me duele una vieja lesión de cuando jugaba al fútbol”.
-A mi amigo Winston le gustaba mucho el fútbol, pero no lo practicaba porque el médico se lo prohibía Había sufrido de pulmonía peligrosa a los trece años; y a los diecisiete, cuando lo conocí, todavía estaba muy débil, a pesar de ser gordito.
Para Winston Churchill, Chile no fue nunca desconocido, gracias a la amistad que cultivó con el hijo de Luis Izquierdo Urmeneta y Virginia de la Cerda Eyzaguirre.
-Pero déjeme contarle. No me interrumpa… Lo conocí cuando yo estaba en Londres. Un día le dije a mi amigo Luis Izquierdo Fredes, a cargo de la Legación chilena, que quería conocer el Parlamento británico. Fuimos, y cuando conversábamos en un pasillo con Lord Chamberlain y otros políticos, apareció por el pasillo corriendo desaforado un joven gordito … Casi se cayó cuando nos topamos. Como era un “gentleman” me pidió disculpas, y al darse cuenta de que yo era extranjero, se detuvo a conversar. Parece que era un personaje conocido en el Parlamento, porque todos lo saludaron y Lord Chamberlain le sonrió amable.. . Después nos vimos varias veces en la Cámara de los Comunes. Yo iba a mirar y a conocer las celebridades y Winston también, aun cuando ya intervenía en discusiones sobre temas que yo captaba muy poco.
Esa amistad duró hasta el día en que Churchill se aisló del mundo, en noviembre último, luego de cumplir los noventa años.
-Era mayorcito que yo.. . Y estaba enfermo porque fumaba mucho… Parece que esa caída que tuvo en Niza, el 60, lo dejó muy mal parado. De ahí le vinieron rodos los achaques al pobre Winston Leonard…
Churchill y los copihues
A Winston Churchill le gustaban mucho los “puros” y los copihues chilenos. En una vieja Biblia guardaba hasta hace algunos años un copihue ya marchito, pero intacto, sacado del ramo que…
–…le envié hace unos veinte años cuando se casó su hija Sarah. Le había hablado a Winston Leonard de la flor chilena y él quería conocerla. Con mi amigo Bernardo Sutton, también inglés, le enviamos desde Valparaíso un ramo de copihues por medio de la Embajada británica. Eran para Sarah, su hija…
“Era mal alumno”
Arturo Izquierdo tiene “pedigree” deportivo y bomberil: es fundador del Club Santiago National; único bombero que ha cumplido en Chile sesenta y cinco años de servicio activo y el único chileno que ha capitaneado una selección inglesa de fútbol (1892, encuentro contra Suiza en Londres, ganado dos por uno los dueños de casa) , Ayudó a popularizar el fútbol en Chile.
-En Londres jugué por el “team” de la localidad de Eaton. Churchill nunca pudo ir a verme jugar, porque tenia que cuidar sus estudios. Parece que era muy mal alumno y en la casa lo controlaban mucho…
Construyó su casa
Sir Winston Churchill construyó parte de la casa en la que hoy agoniza. Lo confirma el chileno que fue uno de sus mejores amigos:
-Un día lo fui a dejar a Hyde Park. Yo iba a misa de once de la mañana a una iglesia católica que estaba cerca de la casa de Winston. Lo deje en la puerta de calle, en el número 28, y cuando me despedía me dijo sonriente, orgulloso: Ven a verme esta tarde.. . Mi casa es la tuya. Esta casa ayudé yo a construirla. Esos ladrillos que están en este lado los puse yo. No quedaron muy bien, pero ahí están parados todavía…
Y hoy, setenta años después, la casa sigue en pie, y frente a ella una muchedumbre espera de un momento a otro la noticia fatal.
Desde 1891, año que se conocieron el joven y enfermizo británico Churchill y el soñador y aventurero hijo de millonarios chilenos Izquierdo, hubo correspondencia, hubo telegramas de felicitaciones y recuerdos. Cada 29 de noviembre desde Valparaíso, desde Santiago o desde Paris, de donde estuviera, Arturo Izquierdo de la Cerda le enviaba a Churchill un cable de felicitaciones por cumplir un año más. Y Churchill le contestaba con una tarjeta de agradecimiento, con otro cable. . . o simplemente con alguna sonrisa que Izquierdo la imaginaba por sobre “el gran charco”, por sobre los largos años de lucha, de sangre, sudor y lágrimas que fueron las de Ias dos Grandes Guerras. Esa amistad fue imperecedera a través de la Conferencia de Teherán, de Yalta, de los ataques de las V-2 alemanas y de las derrotas posteriores del “bulldog” en la Cámara de los Comunes.
Churchill periodista
-Yo regresé a Chile cuando Churchill peleaba en la Guerra de los Bóers. El me había dicho que quería ser soldado, periodista y político. Yo creía siempre que pudo serlo. Pese a la cara de enfermizo que tenía… Después me escribió y me contó, que estaba redactando memorias de la campaña de los bóers para un diario londinense…
Izquierdo no lo recuerda muy bien, pero ese diario era el Morning Post, cuyos archivos boy constituyen piezas históricas con los dramáticos relatos de este corresponsal de guerra, uno de los más caros de la época.
Una buena frase
En Santiago, Izquierdo se dedicó a seguirle los pasos a su padre y llegó a ser uno de los más importantes corredores de la Bolsa de Comercio y de la Feria El Tattersall. Mientras tanto, Churchill ganaba su primera elección política en 1900 e ingresaba al Parlamento. Cuando Izquierdo fundaba el Club Santiago National y le daba impulso al fútbol chileno, Churchill, su amigo, era nombrado subsecretario de Colonias. Y el matrimonio de ambos casi coincidió. Churchill contrajo enlace en 1908 con Clementine Hozier . . . y seguía adelante su carrera política que le dio gloria.
-Y nos seguimos escribiendo … Yo no sé cómo se preocupaba tanto de esta amistad que para él, aparentemente, no tenía gran importancia. Pero tenía cariño por Chile a través de lo que yo le había contado cuando éramos jóvenes. Yo le decía que Chile era lindo y él más de una vez dijo que si alguna vez pudiera venir a Sudamérica, seria directamente a Chile... Le gustó mucho una frase que le dije yo como respuesta: “Anda por allí, porque nos hacen falta más ingleses …
“Quisiera estar con él”
Y los recuerdos siguen mal hilvanados, con fechas -poco claras, pero con certeras frases sobre los gustos, los paseos, las anécdotas. Churchill gustaba del fútbol y del cricket. Pero sólo practicaba este último juego. Churchill fumaba desde joven. Churchill gustaba del brandy. Churchill gustaba invitar a sus amigos a “tomar un trago” al mediodía. Churchill era un gran pintor y un gran amigo.
Izquierdo está cansado de hablar. Lo dejamos con sus recuerdos y creemos interpretar su últirno pensamiento:
-Quisiera estar junto a mi amigo Churchill, invitarle a un brandy y hablarle de Chile, de fútbol y de los copihues…
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