The Beatles y los Grammy: ¿Premio a la trayectoria? ¡No! Pura y absoluta vanguardia

The Beatles y los Grammy: ¿Premio a la trayectoria? ¡No! Pura y absoluta vanguardia

«Now and Then» es mucho más que una canción: es la prueba de que el legado de The Beatles sigue vivo y de que su impulso innovador trasciende las décadas. Usar inteligencia artificial para rescatar la voz de John Lennon y dar vida a una canción que permaneció inconclusa durante años no es un simple truco tecnológico; es la culminación de una tradición de experimentación que ellos mismos cultivaron. La nominación al Grammy de esta canción es un justo reconocimiento a una banda que, desde sus inicios, empujó los límites de la música y nos mostró que el estudio, todavía hoy, puede ser un laboratorio creativo sin igual. No es una reverencia al pasado, sino una reafirmación del futuro.

Es importante aclarar que en «Now and Then», la inteligencia artificial no “creó” una voz de Lennon, sino que se empleó para limpiar y restaurar una grabación antigua de su voz, realizada en los años 70, con el fin de preservar su autenticidad. La maqueta original de Lennon estaba contaminada con sonidos de fondo y ruido, lo que hacía imposible usarla con la tecnología disponible en los 90, cuando McCartney y Harrison intentaron trabajar en esta canción para el proyecto Anthology. Hoy, la IA permitió separar la voz de Lennon del ruido de fondo, sin alterar su tono, sus inflexiones ni su interpretación, respetando así su esencia vocal en cada palabra y acorde. El resto de la banda, a su tiempo, hicieron el resto.

Y es que The Beatles siempre estuvieron a la vanguardia de la innovación técnica en la música, algo que se convirtió en su marca registrada. Desde «Tomorrow Never Knows» en Revolver (1966), donde usaron grabaciones de efectos de sonido y loops experimentales para crear un ambiente psicodélico único, hasta «A Day in the Life» en Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), donde utilizaron una orquesta de 40 músicos y manipularon las pistas para lograr un crescendo sonoro sin precedentes. Además, en Sgt. Pepper’s y mientras Lennon buscaba un sonido carnavalesco, que “oliera a aserrín” George Martin -su productor musical- cediendo a los impulsos casi irracionales de la banda, corto una cinta en mil pedazos para luego unirla de manera azarosa y así obtener una especie de torbellino circense, algo completamente innovador para la época.

Los Beatles también revolucionaron la grabación vocal con el uso del ADT (Automatic Double Tracking), una técnica solicitada expresamente por ellos a los ingenieros de Abbey Road en Londres, que permitía duplicar las voces sin tener que volver a grabarlas, logrando un sonido más complejo y denso en las canciones sin tener que pasar por el proceso laborioso de grabar las voces varias veces, como ya lo venían haciendo desde el inicio. Esta técnica fue utilizada en múltiples ocasiones, como en «Paperback Writer» (1966), donde la voz de Paul McCartney se dobla para darle más cuerpo y presencia, o en el ahora parte del repertorio en vivo de McCartney «Being for the Benefit of Mr. Kite» (1967), para realzar la voz de Lennon en el circo sicodélico del Sgt. Pepper´s, entre muchos otros. Por otra parte, también fue de gran ayuda a la hora de “doblar” ciertos recursos sonoros, como las guitarras invertidas de “I’m only Sleeping” o el brutal solo de “Taxman” (1966).

Otro ejemplo clásico de su búsqueda constante de nuevas posibilidades es «Strawberry Fields Forever» (1967), donde lograron combinar dos tomas de la canción con diferentes tempos y tonalidades, utilizando un método técnico complejo para fusionarlas en una pieza cohesionada y surrealista. En The White Album (1968), continuaron con su exploración de sonidos y estructuras poco convencionales, como en «Happiness Is a Warm Gun», una pieza que cambia abruptamente de estilo varias veces, desafiando las normas de la composición tradicional. Para qué hablar del collage de eventos sonoros de “Revolution 9” (sí, el famoso number nine, number nine…) o el jamás editado “Carnival of Light” de 13:48 minutos de duración y producto de los ensayos sónicos para “Penny Lane”.

Es tal la influencia técnica y sonora de los fab 4 que bandas tan importantes como la Electric Light Orchestra se deben, en parte, a la influencia progresiva de The Beatles entre Revolver (1966) y Abbey Road (1969), cultivado en una misma experiencia sonidos orquestales clásicos y el más estridente rock’n’roll.

Ahora bien, la innovación de The Beatles no se limitaba a las técnicas de grabación; también se extendía a cómo grababan sus canciones. A lo largo de su carrera, el grupo no siempre necesitó estar completo para crear magia. Un ejemplo de esto es «Yesterday», una de las canciones más icónicas de la banda, que fue grabada exclusivamente por Paul McCartney acompañado de una orquesta de cuerdas. La canción es una obra maestra, y aunque McCartney fue el único Beatle presente, sigue siendo esencial en el legado del grupo.

También tenemos «The Ballad of John and Yoko», grabada únicamente por Lennon y McCartney, sin la participación de Ringo Starr ni George Harrison. En esta canción, Paul tocó la batería y el bajo, mientras que John interpretaba la guitarra y el canto, logrando un sonido auténtico de la banda, aunque solo estuvieran presentes dos de sus miembros. Asimismo, «I Me Mine», una de las últimas canciones en grabarse para Let It Be (1970), fue registrada únicamente por tres de los cuatro miembros de la banda: George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr. John Lennon, de vacaciones en Dinamarca y ya algo alejado de la banda, ni siquiera se dio por enterado, no obstante, la canción sigue siendo una obra clave de su discografía, demostrando que la esencia de The Beatles podía mantenerse viva, incluso cuando no todos estaban presentes.

En The White Album también encontramos otros ejemplos de canciones grabadas con la participación parcial de los miembros del grupo. “Julia” fue interpretada únicamente por John Lennon, mientras que “Blackbird” y “Mother Nature’s Son” fueron canciones grabadas y compuestas solo por Paul McCartney. Estos ejemplos demuestran que, aunque no todos los Beatles estuvieran involucrados en cada grabación, el resultado final seguía siendo representativo de la banda y de su capacidad para innovar.

Este espíritu flexible y experimental es precisamente lo que hace que «Now and Then» sea tan especial. Que esta última canción haya sido completada con la ayuda de tecnología moderna para unir la voz de Lennon con los instrumentos de McCartney, Starr y una pista previa de Harrison, es un acto creativo que respeta su tradición. Lejos de traicionar la esencia de la banda, este método permite revivir la magia de su trabajo conjunto, demostrando que The Beatles fueron, y siguen siendo, una fuerza musical sin límites.

Si «Now and Then» gana el Grammy, será una reafirmación de que el legado de The Beatles no solo radica en su habilidad para trabajar juntos, sino en su capacidad para reinventarse y trascender los límites físicos y técnicos, además de toda convención en lo que a música respecta. Ellos siempre supieron que una canción podía ser una obra de arte con o sin la presencia de los cuatro, y esta última entrega no es la excepción. La tecnología ha permitido que volvamos a escuchar su música con una frescura inesperada y demuestra que, aún en 2024, – 54 años después de su abrupta separación- el ingenio de The Beatles sigue impulsando el futuro de la música.

Es relevante destacar que «Now and Then» ha sido nominada en esta 67ª versión de los Grammy -a realizarse el domingo 2 de febrero de 2025- en las categorías de Mejor Grabación del Año (que premia los logros artísticos junto con la competencia técnica y la excelencia general) y Mejor Interpretación Rock. Ambas altamente competitivas y donde tendrá que enfrentarse a figuras contemporáneas de renombre como Taylor Swift y Billie Eilish, para mejor grabación, junto a Green Day o Pearl Jam, en lo que refiere a la mejor interpretación de rock.

La nominación de The Beatles en este contexto subraya la vigencia y el impacto continuo de su música en la industria actual. Sin embargo, no es un premio a la trayectoria, a haber envejecido con cierta dignidad o a toda la vasta influencia de su legado; es un premio a todo aquello que aún los mantiene en vigencia como la mejor banda de toda la historia: la innovación, la vanguardia y el sello indeleble de los 4 de Liverpool que sobrevive en todos y cada uno de ellos.

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