Un decepcionante Imacec
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Un decepcionante Imacec
El Imacec de septiembre decepcionó al registrar una nula expansión anual, en contraste con lo esperado por el mercado, que anticipaba un crecimiento por sobre el 1%. Otra vez el resultado se explica en parte por el efecto calendario, ya que el feriado extra largo implicó un día hábil menos que septiembre de 2023, lo que en promedio resta 0,5 puntos a la actividad.
Sin embargo, la debilidad crónica que arrastra la economía chilena está lejos de ser explicada por factores estadísticos. Con el dato de septiembre el tercer trimestre habría anotado una expansión de 2,2% (por debajo del 2,4% esperado por el mercado) y sepulta las expectativas de Hacienda de cerrar el año con un crecimiento de 2,6%. De hecho, ayer el ministro de Hacienda reconoció que la meta “no se va a poder cumplir”, ya que es consciente que el crecimiento acumulado de 2,1% entre enero y septiembre es una carga difícil de revertir en lo que queda del año.
Los datos desestacionalizados reflejan, además, una realidad preocupante. Septiembre completó dos caídas mensuales consecutivas, llevando a la actividad al segundo nivel más bajo del año, con una caída de 1,1% en relación al peak que alcanzó en febrero.
El mercado ahora espera una expansión para 2024 entre 2% y 2,4%, no muy distinto al desempeño de la economía chilena de la última década (1,9%) y a la estimación del Banco Central para la siguiente (1,8%). Es decir, de no cambiar las condiciones locales y los incentivos para la inversión y la generación de nuevos empleos, seguiremos viendo tasas de expansión bajísimas y nos quedaremos expuestos a otra década de letargo económico.
Uno de los temas que hay que abordar es la gran cantidad de feriados que tiene Chile en el contexto latinoamericano. Los 19 días festivos, a los que se suman días adicionales en años electorales, nos convierten en uno de los países con más pausas laborales en América Latina, siendo solo superados por Argentina (20).
Pero además hay que atender las variables estructurales que impiden a Chile volver a crecer con fuerza. La combinación de impuestos corporativos altos y un sistema tributario complejo, alta burocracia e incerteza jurídica en la entrega de permisos, incremento en la criminalidad, un mercado laboral rígido y con altos costos, y un Estado ineficiente, entre otros factores, tienen a nuestro país sumido en tasas de crecimiento mediocres.
Las autoridades económicas tienen una responsabilidad que va mucho más allá del lamento por no cumplirse sus expectativas de corto plazo. Son ellas las llamadas a abordar los factores estructurales que pueden ponernos de nuevo en el grupo de países en vías de desarrollo que están acortando la brecha con los países desarrollados. Celebrar un mes mejores resultados, para luego lamentarse al mes siguiente, condicionados por factores transitorios, refleja la ausencia de una hoja de ruta para poner a Chile de nuevo en la senda del desarrollo económico y social.
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