Un subsidio al empleo para combatir la informalidad en el mercado laboral: la propuesta que levanta Horizontal

Un subsidio al empleo para combatir la informalidad en el mercado laboral: la propuesta que levanta Horizontal

La tasa de informalidad laboral en Chile se mantiene en niveles altos y desde años bordeando el 30% de los ocupados en el país (actualmente 27,1%). Esta cifra es más del doble del promedio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde) (11%). Para llevar dicha tasa al promedio de la Ocde se requiere formalizar a cerca de 1,5 millones de personas y para alcanzar la mediana Ocde a 2,2 millones.

Frente a ello, hay distintas propuesta para lograr una mayor formalización. Una de ellas es la que plantea el centro de estudios Horizontal – ligado a Evópoli-, que propone un nuevo subsidio al ingreso formal del trabajo.

¿En qué consiste la propuesta? Lo primero que se menciona es que se trataría de una transferencia monetaria de carácter autónoma, masiva y focalizada para trabajadores formales con ingresos mensuales dentro del tramo exento del impuesto a la renta, que va hasta $825.620 (13,5 UTM o menos).

Así, el monto máximo del subsidio alcanzaría los $110.000 (en pesos de 2024), partiendo por quienes ganan el salario mínimo actual de $500 mil. A medida que se incrementan los ingresos, decrece el subsidio.

Los beneficiarios totales llegarían a 3,8 millones de trabajadores y el costo fiscal ascendería a US$ 3.375 millones (1,2% del PIB de 2022). El 46% de los beneficiarios del subsidio sería mujeres y el 7,8% jóvenes entre 18 y 25 años, según el centro de estudios.

En el informe se destaca que, con este subsidio, se incorporarían al mercado laboral formal cerca de 555 mil personas y cerca de 177 mil trabajadores informales se formalizarían. Junto a ello, la tasa de informalidad bajaría de 27% a 24%; la pobreza se reduciría de 6,5% a 3,9% y la desigualdad de ingresos (medida por el índice de Gini) pasaría de 0,47 a 0,45, lo que representa un aumento de 50% en la reducción del Gini, acción que hoy efectúa el Estado de Chile vía impuestos y transferencias.

La investigadora de Horizontal y autora del documento, Soledad Hormazábal, indica que “el mercado laboral chileno adolece de serios desafíos en materia de participación y especialmente de formalidad. El subsidio que proponemos permite incorporar a más de 500 mil personas y reducir la tasa de informalidad de 27% a 24%”.

Otro de los autores de este análisis, Juan José Obach, agrega que “nuestra política social se encuentra fragmentada en cientos de programas cuya efectividad desconocemos. Un subsidio de estas características, condicionado en el empleo formal, mejoraría en un 50% la capacidad el Estado en disminuir la desigualdad de ingresos. Debería ser el ancla de nuestra política social”.

Para los autores esta política pública traería “más beneficios que un ingreso básico universal (subsidio no condicionado), ya que la evidencia señala que este último reduce la participación laboral y las horas trabajadas de quienes lo reciben y de sus parejas, disminuyendo los ingresos autogenerados y aumentando la dependencia de ayudas estatales”.

Financiamiento

La implementación de una medida como esta tendría un elevado costo fiscal de US$ 3.375 millones. Y dado que la situación fiscal que tiene el país es estrecha, la propuesta entrega también las fórmulas para su financiamiento.

Lo primero, se señala, es una reestructuración de la política social, eliminado programas que con este nuevo subsidio pasan a ser redundantes, como el Bono al Trabajo de la Mujer, el Subsidio al Empleo Joven (SEJ) y el subsidio al sueldo mínimo para empresas de menor tamaño, además de la fusión o eliminación de otros programas mal evaluados.

Lo segundo, es la eliminación de exenciones tributarias como la del diésel; lo tercero, es la mayor recaudación de IVA debido al aumento del ingreso disponible de los hogares y como cuarto elemento, un incremento gradual de las tasas efectivas de impuestos personales de los tramos afectos.