Una joven se hizo un test de ADN por diversión. Ahora su abuela está acusada de asesinato por un crimen de hace 27 años

Una joven se hizo un test de ADN por diversión. Ahora su abuela está acusada de asesinato por un crimen de hace 27 años

La llamada era tan disparatada que Jenna Gerwatowski, una florista de veintipocos años, pensó lo más lógico: que se trataba de una broma. O peor aún, una estafa. Al fin y al cabo al otro lado del teléfono tenía a un hombre que 1) aseguraba ser un detective de la Policía Estatal de Michigan, 2) estaba investigando un presunto asesinato cometido años antes de que Jenna naciera y 3) le informaba de que, de alguna forma, su ADN estaba implicado en el caso.

De locos.

Para entender semejante embrollo hay que remontarse a finales de 2001, cuando una amiga de Jenna Gerwatowski le contó que se había hecho una prueba en FamilyTreeDNA, una empresa de Texas que básicamente se dedica a realizar análisis de ADN con fines genealógicos. Quizás suene raro, pero era Navidad y FamilyTreeDNA publicitaba sus servicios (todavía ahora lo hace) como un regalo original que permite a la gente investigar su ascendencia.

A Jenna aquello debió de parecerle divertido porque imitó a su colega y se sometió a su propio test de ADN. No le sirvió de mucho. O al menos eso pareció durante los seis meses siguientes, durante los que la vida de la joven transcurrió como la de cualquier veinteañera del rural Michigan. En mayo de 2022 sin embargo recibió en su floristería la clase de llamada telefónica que uno solo espera ver en las series true crime de Netflix.

Han pasado más de dos años, pero lo sabemos porque Jenna acaba de contárselo con todo lujo de detalle a los reporteros de la CNN.

"¿Has oído hablar del caso del bebé Garnet?"

e Imagen de Garnet Lake.

La persona que le llamaba era un detective, un agente de la Policía Estatal de Michigan que, echas las presentaciones, le lanzó una pregunta que la dejó helada: "¿Has oído hablar del caso del bebé Garnet?" Ella respondió que sí. Al fin y al cabo en su pueblo todos conocían la historia de 'Baby Garnet', uno de esos misterios sin resolver que dan color a las crónicas negras locales.

En 1997 los agentes habían encontrado el cadáver de un bebé abandonado en los baños del Garnet Lake Campground, un campamento situado a media hora escasa en coche del centro de Newberry. La Oficina del Sheriff del Condado de Mackinac y la Policía Estatal de Michigan trabajaron en el caso varios meses, entre el verano y otoño de 1997, pero sin grandes resultados.

Ni un testigo. Ni un rastro. Solo averiguaron que el cadáver era el de un bebé en gestación avanzada, de entre 36 y 42 semanas. En la zona se le apodó 'Baby Garnet'. Y su historia se convirtió en un misterio aparentemente irresoluble sobre el que no había ni una pista.

Al menos hasta que Jenna se hizo la famosa prueba para explorar su árbol genealógico. "Tu ADN ha coincidido", le espetó el policía desde el otro lado de la línea telefónica. Por confuso que sonara, sobre todo teniendo en cuenta que en 1997 Jenna ni siquiera existía, eso significa que la joven era pariente del bebé.

La gran pregunta era, ¿qué parentesco tenía Jenna con aquel bebé que había muerto cuatro años antes de que ella naciera? ¿Cómo se explicaba el vínculo? Y sobre todo, ¿permitiría a los agentes resolver un caso que llevaba un cuarto de siglo sin avances y se había reabierto en 2017 con la esperanza de que el rastreo genealógico, los restos óseos y el ADN arrojasen algo de luz?

"Fue una locura"

El relato que Jenna ha compartido con la CNN se vuelve más fascinante a medida que avanza. Al llegar a casa la joven le contó lo que le había ocurrido a su madre, Kara Gerwatowski, y entre ambas empezaron a barajar todas las opciones posibles.

Si todo aquello era cierto, ¿de quién era el bebé? ¿Y si la prueba de ADN estaba revelando en realidad un parentesco remoto, un vínculo con algún primo lejano al que ni siquiera conocían? O peor, ¿y si la llamada que recibió Jenna era una nueva y retorcida variedad de estafa telefónica urdida para sacarle dinero?

A medida que pasaba el tiempo esa última opción, la del intento de estafa, fue cuajando en la cabeza de Jenna. Se negó a facilitar su clave de FamilyTreeDNA para cargar sus datos en una base independiente, dejó de colaborar con los supuestos investigadores e incluso cortó el contacto con ellos. O al menos así fue hasta que poco después recibió otra llamada mientras estaba en su floristería. 

Cuando descolgó se encontró con una voz agitada pero conocida, la su madre.

— Necesito que vuelvas a casa, es una emergencia.

Aquello marcó el segundo giro argumental de la historia. Su madre estaba alterada porque la prima de Jenna, funcionaria de la oficina del fiscal del condado, la había visitado para confirmarles a ambas que la policía había encontrado realmente algún tipo de vínculo entre la joven y 'Baby Garnet'. A partir de ahí el caso avanzó con rapidez. Jenna entregó una muestra de ADN. Su madre, Kara, entregó otra. Y entre ambas hicieron que las "piezas del rompecabezas encajarán", en palabras de la joven.

Si los agentes habían apreciado un vínculo es porque lo había.

Captura De Pantalla 2024 12 13 154348 Click en la imagen para ir al tweet.

El bebé encontrado sin vida en los baños de un remoto campamento de Michigan en 1997 era, respectivamente, el medio tío y medio hermano de Jenna y Kara. Las miradas se centraron entonces en la otra protagonista de la historia: Nancy Gerwatowski, la abuela de Jenna, una mujer que ahora ronda los 60 años y con la que Kara había roto relaciones varias décadas antes. Es más, Jenna ha explicado a la cadena CNN que ni siquiera la conocía.

El siguiente capítulo en la delirante historia de 'Baby Garnet' y el cruce de ADN llegó hace unos meses, en mayo, cuando el Departamento del Fiscal General de Michigan lanzó un comunicado en el que informaba de que la abuela de Jenna se sentaría en el banquillo de los acusados por un crimen sin resolver desde hace 27 años. A la mujer le imputan un un homicidio involuntario, el ocultamiento de una muerte y "open murder", categoría que abarca el asesinato en primer y segundo grado. Ya solo ese cargo puede acarrearle la cadena perpetua.

Las autoridades creen que en 1997 Nancy dio a luz sola, en su casa de Newberry, y el bebé falleció por asfixia, algo que podría haberse evitado en su opinión si la mujer hubiera solicitado ayuda médica. También la acusan de haber ocultado el cadáver en la letrina de un camping a más de 30 kilómetros de distancia.

Con esos cargos se celebró una audiencia este jueves durante la que los abogados de la acusada esgrimen otra versión totalmente distinta. Según sostienen, Nancy dio a luz en la bañera de casa, sin margen para acudir al hospital, y el parto se complicó hasta el punto de acabar con el bebé asfixiado y la madre inconsciente.

Que no llamara pidiendo ayuda, alegan, se explica porque al igual que muchos de sus vecinos, hace 27 años Nancy no tenía teléfono propio ni acceso a uno. Con respecto a abandonar al niño en un camping, sus defensores hablan del estado de shock en el que se sumió tras el parto.

Queda aún la incógnita de si los jueces se inclinarán por su relato o las conclusiones de la policía, pero al menos el misterio de 'Baby Garnet' ha podido resolverse tras más de 25 años.

Y todo por una prueba de ADN y una broma entre amigas.

Imágenes | Bogdan Arhipov (Unsplash) y National Cancer Institute (Unsplash)

Vía | CNN

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La noticia Una joven se hizo un test de ADN por diversión. Ahora su abuela está acusada de asesinato por un crimen de hace 27 años fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .

Fuente

Xataka.com

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