Vinculado a un antiguo buque de guerra: descubren misterioso objeto del siglo XVII en Valdivia

Vinculado a un antiguo buque de guerra: descubren misterioso objeto del siglo XVII en Valdivia

En 2012, la Policía de Investigaciones (PDI) recuperó un extraño fragmento de bronce. Tras las primeras investigaciones, se estableció que la pieza era del siglo XVII.

Más investigaciones determinaron que el fragmento procedía de un cañón de bronce de la Plaza de Valdivia. Sin embargo, la ubicación original de este cañón era el Castillo San Pedro de Alcántara, en la isla Mancera, bahía Corral, siendo parte de las fortificaciones levantadas en Valdivia en el siglo XVII. Allí se alojaba la población de la ciudad. Tal como en otros casos, esta pieza arqueológica había sido objeto previamente de saqueo y tráfico ilícito

Es el único hasta ahora en su especie recuperado en Chile, es decir, una pieza de artillería colonial del siglo XVII. Fueron la Universidad Austral y el Núcleo Milenio Océano, Patrimonio y Cultura, OHC, las instituciones encargadas de analizar la procedencia y antigüedad de la pieza.

Vinculado a un antiguo buque de guerra: descubren misterioso objeto del siglo XVII en Valdivia

La pieza formó parte de la artillería de defensa española frente a la arremetida, en 1643, de una expedición holandesa que intentó colonizar entonces Valdivia.

En el marco de la exposición Nuestra Señora de Mercedes, inaugurada recientemente en el Museo de Historia Natural de Valparaíso, el trozo de cañón es exhibido públicamente, como muestra del trabajo de recuperación y rescate del patrimonio subacuático y terrestre que se realizan diversas instituciones en Chile, además de una recreación del cañón y otras unidades.

Lugar del hallazgo en el sur del país.

Diego Carabias, arqueólogo e investigador responsable del estudio titulado “Explorando evidencias arqueológicas del siglo XVIII en los ambientes marinos y fluviales de la jurisdicción de la Plaza de Valdivia, Chile”, sostiene que la pieza es un fragmento de un probable cañón español del período colonial de bronce de 12 libras fundido por Alejo de Tejeda, maestro fundidor establecido en Lima durante la primera mitad del siglo XVII, sobre el que existen escasos antecedentes históricos. Exhibe deficiencias de manufactura que indican que podría tratarse de una pieza descartada, o bien, de restos de un cañón que explotó.

“El fragmento mide aproximadamente 27,5 cm de largo, 26 cm de ancho y un espesor de 55 mm y tiene un peso de aproximadamente 20 kg. Presenta decoración con motivo de hojas de acanto, un rostro antropomórfico y una inscripción en latín parcialmente conservada: …A │ALEXO… Esta inscripción corresponde con probabilidad al nombre en latín del fundidor de la pieza: ALEXO DE TEXEDA (Alejo de Tejeda)”, explica.

Las piezas de artillería en bronce del Imperio español a menudo exhiben elementos decorativos e inscripciones, como los escudos de armas de los monarcas y virreyes, los nombres de los fundidores y los años y lugares de fabricación, su peso e incluso el nombre específico del cañón. Esta información diagnóstica es gran utilidad para arqueólogos e historiadores, dice Carabias.

“La pieza decomisada fue entregada en custodia a la Dirección Museológica de la Universidad Austral de Chile. El artefacto poseería la doble condición de Monumento Arqueológico y Monumento Histórico”, añade Carabias.

Descubren misterioso objeto del siglo XVII en Valdivia: fragata Nuestra Señora de la Mercedes

La única pieza de artillería conocida hasta ahora, fabricada por Alejo de Tejeda, era el “Santo Domingo”, un cañón de bronce fundido en Lima en 1628 por encargo del virrey Diego Fernández de Córdoba. Este y otros cañones de bronce fueron destinados por la Corona para artillar el Castillo de San Joaquín construido en 1793 para proteger el acceso a la bahía San Francisco, California.

Posteriormente, estos territorios pasaron a ser parte sucesivamente de México, y luego, de Estados Unidos. Actualmente estas piezas se exhiben el Parque Nacional Presidio, donde se ubica el antiguo Presidio Real de San Francisco.

“La pieza de Mancera, fundida por Alejo de Tejeda, permite conectar Chile con el caso de la fragata Nuestra Señora de la Mercedes, un buque guerra español hundido en un enfrentamiento con buques británicos, próximo a Portugal, cuando regresaba desde América a España trasladando un cargamento de monedas, piezas de artillería para ser refundidas y otros elementos”, señala Carabias.

El pecio fue relocalizado por la empresa caza-tesoros Odyssey e intervenido ilegalmente para su explotación comercial. Tras un litigio en Estados Unidos, España logró demostrar que se trataba de un buque de Estado y Odyssey fue obligado a retornar todos los materiales extraídos. En 2017 el Museo de Arqueología Subacuática condujo su primera operación de arqueología subacuática a alta profundidad, recuperó del pecio y conservó dos culebrinas fabricadas en bronce en Lima en 1586 y 1601, respectivamente, por Bernardino de Tejeda, antepasado de Alejo (posiblemente su padre).

Recreación del cañón.

“La integración de esta pieza en la curación de la exhibición resulta pertinente debido a que en ella se exponen réplicas de las piezas de artillería similares que fueron recuperadas por España del pecio de Nuestra Señora de las Mercedes, y que permiten conectar aspectos como la circulación de materialidades entre América y España en el período colonial, Patrimonio Cultural Subacuático e investigación científica”, explica.

Descubren misterioso objeto del siglo XVII en Valdivia

Este caso de estudio da cuenta de que, a pesar de su protección legal, el patrimonio arqueológico terrestre y subacuático de la zona -en torno a las fortificaciones coloniales hispanas y otros sitios arqueológicos- es continuo objeto de saqueos y tráfico ilícito, y que lamentablemente esta actividad resulta de larga data entre las comunidades locales, indica el investigador.

El artefacto fue objeto de un peritaje inicial por parte de la conservadora Susana Muñoz Le Breton, y con posterioridad fue investigado e identificado en detalle en 2019-2020 en el marco de la revisión de colecciones museológicas realizadas por Carabias con la colaboración del Dr. Nicolás Ciarlo y otros colaboradores como la especialista británica Ruth Brown.

Así habría lucido el cañón.

La investigación fue retomada en el marco del Núcleo Milenio Océano, Patrimonio y Cultura (OHC). El mismo equipo de investigación sigue ampliando la investigación sobre las evidencias arqueológicas sumergidas del período colonial en torno a la Plaza de Valdivia, incluyendo también la tradición oral de las comunidades locales. Los resultados de esta investigación se han presentado en dos congresos internacionales realizados en España y Estados Unidos, respectivamente.

Efectivamente, “se estima que otros elementos podrían existir en el sector, ya que la investigación arqueológica de estas aguas sólo se ha comenzado a explorar en los últimos años. En ese sentido, el generar conciencia del valor del patrimonio arqueológico -terrestre y subacuático- entre las comunidades locales se vislumbra como una tarea de primera necesidad”, finaliza Carabias.

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LaTercera.com

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