“Ya no es natural llamar”: así es cómo hemos cambiado de la mano de un teléfono y las redes sociales

“Ya no es natural llamar”: así es cómo hemos cambiado de la mano de un teléfono y las redes sociales

En un torbellino de publicaciones, likes y tuits, hemos visto cómo la línea entre lo virtual y lo real se difumina, se alteran profundamente nuestras relaciones, percepciones y conductas. Las redes sociales no solo han conectado a millones de personas alrededor del mundo, sino que también han generado nuevas formas de comunicación y expresión. Desde mantenerse en contacto con amigos y familiares, hasta el surgimiento de influenciadores que dictan tendencias y opiniones.

Su impacto es innegable. Sin embargo, esta revolución digital también ha traído consigo desafíos como la sobreexposición, la falta de privacidad y la proliferación de noticias falsas ¿Cómo podemos saber cuánto nos han cambiado las redes sociales y qué fue lo que provocó en gran parte ese cambio de paradigma?

“Ya no es natural llamar”: así es cómo hemos cambiado de la mano de un teléfono y las redes sociales

Es importante pensar cómo funcionaban estas redes digitales en sus inicios. Hace poco más de 20 años ya había una evolución interesante en la interacción entre personas, pero no fue hasta la aparición de Facebook en 2004 que se empezó a masificar este efecto. “Todas las personas tenían el potencial de tener un megáfono para decir lo que opinaban, con quién estuvieron o qué hicieron”, destaca el fundador de Agencia Jelly y experto en marketing digital, Manu Chatlani.

Eso no hizo más que ir complejizando las formas de contar lo que hacíamos, y saber qué hacían otros, en la vida real hacia el mundo digital. Pasamos del texto a subir también fotos y videos; así también como la interacción con otros a través de mensajes privados. “Ahora todo es algorítmico, y ya no es veo el contenido de mis amigos o conocidos, sino que accedo principalmente al contenido que tiene que ver con lo que me interesa”, remarca Chatlani. Esto marca que, de alguna forma, las redes sociales cumplieron rápidamente la función de entretener, informar, aprender y en última instancia comunicarse.

Imágenes referenciales.

Después llegó WhatsApp, que no es red social propiamente tal, pero el experto asegura que es una plataforma de comunicación asincrónica que cambió la forma de interactuar con otros. “Yo no tengo que estar hablando contigo en vivo y por ende se genera esta facilidad de para hoy día para hablar con alguien es le mandé un WhatsApp. Entonces que alguien te llame por teléfono sin preguntarte si tenías un minuto para hablar, la gente ya lo ve como una como una falta de cortesía, como una interrupción. Nos acostumbramos a eso porque vivimos totalmente sumergidos entre viendo contenido, mensajes y música en el teléfono. Ya no es natural que me llamen. Esa es como la evolución”, comenta.

Otra de las cosas que las redes sociales llegaron a cambiar —o a cambiarnos— fue la capacidad de influir en las decisiones políticas o de consumo a través de estas plataformas. En el Chile de hace 15 años, según Chatlani, casi todo era comunicación tradicional con un poco de inversión en digital. “Hoy día es al revés, el mundo es digital y no puedes vivir sin tu teléfono o sin conexión a redes sociales”, apunta.

De acuerdo a un estudio realizado por el Pew Center Research sobre uso de redes sociales en Estados Unidos, el 72% de las personas dicen que alguna vez usan sitios de redes sociales. A esto se suma que alrededor del 84% de los adultos de 18 a 29 años dicen que alguna vez usan algún sitio de redes sociales, lo que es similar a la proporción de los de 30 a 49 años que dicen esto (81%). En comparación, una proporción algo menor de las personas de 50 a 64 años (73%) dicen que usan sitios de redes sociales, mientras que menos de la mitad de las personas de 65 años o más (45%) informan que lo hacen.

Así es cómo hemos cambiado de la mano de un teléfono y las redes sociales

Estas diferencias de edad generalmente se extienden al uso de plataformas específicas, ya que los jóvenes son más propensos que sus contrapartes mayores a usar estos sitios, aunque las brechas entre los estadounidenses más jóvenes y mayores varían según las plataformas.

Foto referencial Getty Images

La gran mayoría de los adultos menores de 65 años dicen que usan YouTube. El 95% de los que tienen entre 18 y 29 años dicen que usan la plataforma, junto con el 91% de los que tienen entre 30 y 49 años y el 83% de los adultos de 50 a 64 años. Sin embargo, esta proporción se reduce sustancialmente hasta el 49% entre los mayores de 65 años.

En nuestro país la realidad no es muy distinta. Según un estudio realizado por Agencia Jelly, el 62% de los chilenos está dedicando hoy entre 2 a 5 horas diarias al uso de alguna red social y el 51,1% se informa ahí. Instagram, Facebook, Youtube y TikTok son las más usadas por el público en general. Eso sí, al momento de preguntar por sus plataformas favoritas a los que tienen entre 18 y 35 años, la pelea se da entre Instagram y TikTok.

Asimismo, el 52,3% de los chilenos dice que se divierte más en TikTok. Y mientras eso pasa, Instagram es esencial, porque es la plataforma “donde pasa todo. Donde hablan del trabajo, de la pareja, familia, la vida, los viajes, lo que se compran y lo que les gustaría comprar”, remarca el estudio. El 79% usa Instagram todos los días y Stories (68,8%) es el formato más usado.

Chatlani destaca que en la actualidad el contenido de redes sociales debe estar pensado como un contenido de marca. “Tengo que ser capaz de entretener porque hay una guerra por la atención. Tengo que hacer que tengas tu scroll en el computador, tablet o teléfono, y te dediques a ver mi contenido. Entonces si mi contenido parte con un aviso y no te capté en tres segundos, no sirve”.

Redes sociales. Imagen de referencia.

Sobre eso mismo es necesario marcar un punto. Las redes sociales generaron una revolución en cómo la sociedad modificó su manera de consumir y crear contenido, pero eso se intensificó aún más cuando eso pudo hacerse desde un teléfono móvil. “Tiene mucho que ver la entrada del iPhone el 2007 y la explosión de los smartphones. Es nuestra propia pantalla personal y privada, y la dopamina que generan las redes sociales, que alguien te dé like a algo, genera una reacción de felicidad, una reacción positiva. Entonces te empiezas a ser adicto a ver y compartir cosas en redes sociales”.

En resumidas cuentas, las redes sociales cambiaron la vida no solo porque accedemos a un océano de información y entretención, sino porque se convirtió en un lugar donde “se crean lazos sociales que después hay que cimentar de otra forma, pero hay mucha conversación pasada ahí. Se hizo algo parte inherente a nosotros, e incluso hay estudios que dicen que la gente es tan adicta al teléfono en sí, que está dispuesta a renunciar al sexo, pero nunca dejar el teléfono”, ejemplifica.

Y eso trajo consigo también que la máquina de generación de contenido explotó. Eso dio paso al nacimiento de los influencers. “No necesitas grandes equipos para crear el contenido. Necesitas buenos teléfonos con buenas cámaras. Entonces todos tienen en su bolsillo el megáfono, el lugar para entretener y conectar amigos conocidos y no conocidos”, destaca Chatlani al respecto.

En este viaje de transformación de las últimas décadas es crucial reflexionar sobre cómo las redes sociales continúan moldeando nuestra realidad y qué pasos podemos tomar para navegar este mundo interconectado, de manera consciente y responsable.

Fuente

LaTercera.com

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