Boric en Beijing
- 7 Horas, 31 Minutos
- LaTercera.com
- Noticias
Boric en Beijing

El Presidente Boric acaba de volver de China; segunda visita a ese país en lo que va de su mandato. Muchos dirán que fue a abrir mercados, fortalecer la relación bilateral o impulsar el litio y las cerezas. Puede ser. Pero vale la pena mirar un poco más allá, porque detrás del protocolo diplomático, este viaje deja un sabor amargo. Revisemos tres aspectos:
Primero, la compañía. China organizó una cumbre con ministros de Relaciones Exteriores de América Latina y el Caribe (Celac-China). La presencia de un jefe de Estado era, por lo tanto, muy excepcional. Solo fueron tres: Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric. Con su asistencia calculada, el Presidente dijo tres cosas: (1) China es prioritario para Chile; (2) la Celac es un bloque prioritario para Chile; y (3) la relación con China es prioritaria para la Celac. Esa triple priorización, con Lula y Petro como compañeros de ruta, no es una visita de cortesía; es un acto de alineamiento político.
Segundo, el timing. La gira no ocurre en un vacío. Se realiza en un momento de creciente tensión geopolítica entre China y Estados Unidos, justo cuando la presión sobre los países para “tomar partido” se intensifica. Por supuesto, nadie sugiere que Chile enfríe su relación con China -nuestro principal socio comercial-, pero hay un buen trecho entre proteger la relación bilateral y arrojar todo su respaldo a la profundización del vínculo entre América Latina y Beijing. Visitar China en este momento no fue una coincidencia diplomática con ocasión de la Expo Osaka; fue una coreografía cuidadosamente ensayada.
Tercero, el contenido. El Presidente eligió sus palabras con cuidado. Su intervención fue un elogio a China y una crítica velada a Estados Unidos. Citó al estratega y escritor Sun Tzu para advertir contra líderes dominados por la ira y el rencor; describió el Foro Celac-China como el espacio más adecuado para abordar los desafíos comunes de nuestra región, y aplaudió el modelo de cooperación que empuja Beijing. Por su parte, el Presidente Xi Jinping propuso capacitar a funcionarios latinoamericanos, fortalecer la ciberseguridad regional bajo sus estándares y promover él una “voz común” de América Latina en el escenario internacional. Cuando uno lee ambos discursos, lo que se asoma es una narrativa compartida de los principios que guían el desarrollo de un país. ¿Es eso lo que queremos?
La política exterior comunica valores. En diplomacia, tan importante como lo que se dice es dónde, cuándo y con quién se dice. Boric eligió hablar desde Beijing, en este momento, con esos interlocutores, y con ese lenguaje.
Un viaje así no se improvisa. El juicio final sobre si fue una jugada estratégica, un gesto imprudente o un acto de convicción ideológica, queda en manos del lector. Pero, sin duda, nos deja un sabor amargo.
Por Benjamín Salas, abogado, colaborador asociado de Horizontal
0 Comentarios