En la guerra cámaras vs LiDAR, Tesla tiene mucho que aprender de un producto inesperado: el robot aspirador chino
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En la guerra cámaras vs LiDAR, Tesla tiene mucho que aprender de un producto inesperado: el robot aspirador chino

Light Detection and Ranging.
O, lo que es lo mismo, Detección y Medición de la Luz. Estas son las palabras que se esconden detrás de LiDAR. Esta tecnología utiliza pulsos de luz para mapear el entorno y descubrir todos y cada uno de los rincones de una estancia o un espacio abierto casi en tiempo real, así como para recrear entornos 3D con enorme precisión.
Para entender bien cómo funciona un radar LiDAR, recomiendo ver el vídeo de Mark Rober en el que cuenta las diferencias entre un coche equipado con este sistema y su Tesla, que utiliza exclusivamente cámaras para detectar los obstáculos que puede encontrar por su camino.
Más allá de la polémica surgida en relación a las pruebas que hace Rober, el vídeo explica bien por qué el LiDAR es un sistema tan completo. De forma sencilla, el sistema aprovecha la velocidad de la luz para emitir pulsos infrarrojos. Éstos rebotan en el objeto en cuestión y el sistema calcula a qué distancia está ese objeto utilizando el tiempo que el pulso de luz ha tardado en ir y volver.
Como los pulsos de luz tienen un tamaño muy pequeño y, como decíamos, aprovecha esa velocidad altísima de transmisión de la luz, puede mapear con mucha precisión los objetos casi en tiempo real.
En los últimos días, tras el vídeo de Mark Rober, la polémica de si es mejor utilizar un sistema LiDAR o uno que utilice exclusivamente las cámaras y las recreaciones mediante software es mejor o peor para garantizar el mejor comportamiento en lo que a conducción autónoma se refiere. Una polémica que nos ha dejado a gente probando a lanzar su Tesla contra un muro con una carretera pintada al más puro estilo Correcaminos.
Y es que Tesla hace tiempo que dejó claro que lo apostaría todo al uso de cámaras para gestionar sus sistemas de ayuda a la conducción o, en un futuro, de conducción completamente autónoma con los robotaxis que quiere poner en las calles.
En su momento, los robots aspiradores del hogar también vivieron este momento de indecisión. Y por el camino, iRobot que era la líder destacada del mercado ha terminado por dar pérdidas millonarias y ha visto cómo los fabricantes chinos le han comido gran parte del mercado.
El secreto de estos últimos: utilizan LiDAR en lugar de confiarlo todo a las cámaras.
Qué puede aprender Tesla de un aspirador
"Tenemos dudas sustanciales", con estas palabras los dueños de iRobot respondían a la pregunta de si podrían seguir adelante con sus operaciones. Explicaba mi compañero Javier Pastor hace unos meses que cuando Amazon se planteó la compra de iRobot en 2022 (que cayó por términos regulatorios) la compañía tenía un valor de 1.200 millones de dólares.
En el tercer trimestre de 2024, el cálculo era de unos 200 millones de dólares. Poco después, la situación no ha mejorado mucho. En 2024, iRobot perdió más de 145 millones de dólares. Con todo, habían reducido sus pérdidas en un 52%.
La compañía se enfrentó a una tormenta perfecta. Tras pasar lo peor de la pandemia, el gasto en robots del hogar y otro tipo de productos (como los ordenadores) se desplomaron. Eso coincidió con el lanzamiento de nuevos productos chinos que eran más rápidos y eficaces que los de iRobot: utilizaban el sensor LiDAR.
Este sistema es ideal para mejorar las capacidades de un robot aspirador. Detecta mejor los obstáculos, mapea con mayor precisión la casa y eso se traduce en un trabajo más rápido y efectivo. El resultado es especialmente bueno si se combina con las cámaras y los sistemas de inteligencia artificial para descubrir los obstáculos más pequeños que pueden pasar inadvertidos o crear confusiones.
En los últimos años, esa ha sido la tendencia del mercado en la limpieza del hogar. La combinación de este sistema con un precio más atractivo ha disparado las ventas de los robots aspiradores chinos, en detrimento de un iRobot que llegó a acumular más del 60% de cuota de mercado.
La comparación con Tesla y el mercado del coche chino eléctrico es evidente. Éstos últimos están utilizando los sensores LiDAR en sus coches y ofrecen un producto igual o mejor que los europeos y los de Elon Musk por una fracción de su precio. El Xiaomi SU7 y su amplia acogida está siendo buena muestra de ello.
Tesla hace tiempo que defiende que los LiDAR no son necesarios para mejorar los sistemas de conducción autónoma pero los estudios dicen que, como en el caso de los robots aspiradores, el mejor desempeño lo firman cuando se combinan ambas tecnologías, LiDAR y cámaras.
En el caso de Xiaomi, los vídeos mostrados de cómo funcionan sus sistema de conducción autónoma total son impresionantes, con un comportamiento muy humano y gestionando muy bien los espacios más pequeños. Esto es posible porque, entre otras cosas, un LiDAR es mejor a la hora de calcular las distancias y sufre menos cuando cae la luz. Tampoco corre el riesgo de que la cámara sea deslumbrada, al menos no intencionalmente, generando frenazos fantasma.
Hasta el momento, todo indica que Tesla no parece dispuesta a volver a nada que no sea el "todo cámara" para ahorrar costes. De momento le ha funcionado pero tiene que demostrar que es tan efectivo como sistemas más avanzados. Y en juego también está el mayor mercado del coche eléctrico del mundo. En China, donde los extranjeros más están sufriendo frente al producto local, Tesla está pegándose un buen batacazo en 2025.
Foto | Tesla e iRobot
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Alberto de la Torre
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