Históricos sudamericanos: La Selección se sienta en el banquillo tras nuevo fracaso
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Históricos sudamericanos: La Selección se sienta en el banquillo tras nuevo fracaso

Historia repetida. La selección chilena quedó fuera por tercera ocasión de una Copa del Mundo, cita a la cual no asiste desde Brasil 2014. La opinión general entre los históricos sudamericanos es poner a la Roja como la gran decepción de las Eliminatorias. Falta de renovación en el éxito, ocaso de la Generación Dorada, discreto trabajo en las divisiones inferiores y la falta de jerarquía del Torneo Nacional son las razones que más se repiten para explicar el nuevo fracaso.
La Roja ya no despierta el respeto que imponía antaño, cuando ganó la Copa América 2015 y la Copa Centenario 2016. Una escuadra cansada, con escasa capacidad de reacción, que pocas veces compitió.
“Me sorprende lo mal que está Chile y me pregunto cómo están trabajando las divisiones menores. Yo lo vi contra Bolivia y no tuvo idea de juego, hasta faltó rebeldía individual”, advierte Néstor Clausen, campeón con Argentina en 1986.
Opinión muy parecida a la del ecuatoriano Iván Hurtado, el futbolista que más presencias tiene en una selección sudamericana: “Chile es la gran decepción en estas Eliminatorias. Hace solo unos años tenía el mejor equipo de Sudamérica, pero en el fútbol no hay memoria”.
Ese, precisamente, es el gran problema que ha mostrado la Roja en estas clasificatorias. La dependencia de jugadores más viejos, los mismos de la Generación Dorada, no le alcanzó al equipo nacional, tal como lo confirma el brasileño Paulo Silas.
“Lo que yo veo es que todos los equipos evolucionan, pero a Chile no le ocurre. El éxito, sin tener sucesores que los sostengan, genera un momento delicado. A veces uno se aferra a los clásicos, como Arturo Vidal y Alexis Sánchez, pero cuando tuviste un momento bueno tienes que pensar en el futuro”, afirma el campeón de la Copa América 1989 y mundialista con el Scratch en México 1986 e Italia 1990.
En la misma línea, Clausen hace un juicio aún más lapidario: “Chile se quedó pegado en la Generación Dorada. En el fútbol tienes que vivir el buen momento, pero jamás dejar de lado el futuro. Hoy pagan las consecuencias”.
Asimismo, el uruguayo Antonio Alzamendi remata: “No se puede afrontar partidos tan importantes como los de las Eliminatorias sudamericanas con futbolistas que ya van caducando”.
Déficit formativo
Pero ese apego al glorioso pasado también deja al descubierto un discreto trabajo en inferiores. Hace 12 años que una selección chilena Sub 20 no clasifica en cancha a un Mundial de la categoría. En términos de rendimiento, desde 2013, solo supera a Perú y Bolivia.
“No hay dedicación, lo único que interesa es que el chico a temprana edad esté listo para venderlo. No hay procesos, etapas de desarrollo, se van afuera y vuelven rápidamente al fútbol local”, confirma Héctor Pinto, exseleccionador de la Roja Sub 23 y Sub 20, entre 2000 y 2001.
El brasileño Silas enfatiza, especialmente, en el bagaje que necesitan los futbolistas más jóvenes para lograr la madurez: “Se nota falta de trabajo en inferiores en Chile. Los jugadores tienen que aprender con las otras escuelas, viajar y tener roce con otras realidades para entender formas distintas de jugar”.

El factor Gareca
Lo cierto es que, tras este pobre cometido en las Eliminatorias sudamericanas, el técnico Ricardo Gareca consiguió el triste registro de ser el peor seleccionador chileno de la historia. Pese a esos escuálidos números, su compatriota Clausen advierte que el gran problema no pasa por el DT de turno.
“Este es el tercer mundial consecutivo al que Chile no clasifica. Todos tienen responsabilidad y Ricardo Gareca también tendrá la suya. Pero no hay que ser tan severos con él. Si Chile quiere culpar a una sola persona y no se preocupa por mejorar el camino, cualquier técnico que vaya tendrá los mismos problemas. Si no tienes buenos jugadores se hace difícil”, sentencia el campeón mundial de 1986.
Una defensa más directa es la que hace Alzamendi. De acuerdo con el legendario puntero derecho, el técnico transandino se equivocó en firmar con Chile. “No sé qué habrá pensado Ricardo Gareca, pero fue un error tomar a Chile, porque venía mal y no había posibilidad de levantarlo. El DT no puede ser el responsable de educar a chicos en una Eliminatoria, que es algo inmediato”, dice el Policía.
Asimismo, lanza una cruda crítica a Arturo Vidal, uno de los jugadores que más se enfrentó al Tigre antes de su regreso. “Cuando escucho hablar a Arturo Vidal se nota que se cree el dueño del equipo, pero que lo demuestre en la cancha. Los jugadores de experiencia deben rendir y no opinar que ‘soy el mejor’ o que ‘el equipo mejoró gracias a mí’. Hay que ser humilde. Con la boca se habla mucho, pero el juego se plantea con el físico”, dispara Alzamendi en tono crítico.
Pobre torneo
Otra de las razones que explica esta caída en el rendimiento de la Roja es la discreta competitividad del campeonato nacional. Uno de los principales parámetros para medir la salud del torneo es el rendimiento en la Copa Libertadores. En las últimas 10 ediciones, sin contar la actual, las escuadras criollas lucen como gran campaña dos cuartos de final.
“Es preocupante y queda reflejado en los partidos internacionales. Acá somos fenómeno y cuando los equipos salen se encuentran con otras realidades. Se nota en la parte física, en la dinámica, en la parte táctica. Ya viste lo que le pasó a la U en esta Libertadores”, agrega Pinto, quien también dirigió a los azules entre 2004 y 2005.
Solo Perú y Venezuela no han podido meter clubes en esa instancia, mientras que los bolivianos tienen números parecidos a Chile. El resto de los países supera largamente al torneo de este lado del mundo, que sufre una importante ausencia de figuras.
“El fútbol se ha vuelto un negocio. Un jugador de 17 o 18 años que anda más o menos bien, vienen de Europa y se lo llevan. Pierden jerarquía los clubes y, por ende, los torneos locales. Pobre espectáculo para los hinchas”, lamenta Clausen.
Mientras que Alzamendi también se muestra de acuerdo con las reflexiones anteriores. “Se llevan a los mejores jugadores de los campeonatos y eso hace que el fútbol local envejezca. Así, les cuesta mucho más a los pibes salir de abajo”, concluye.
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