No llegar a los más de cinco millones de electores (ampliamente de sectores populares) que sufragarían por efecto del voto obligatorio, deficiencias de gestión del gobierno de Gabriel Boric, no conectar adecuadamente con problemas en seguridad pública, migración, alza en el costo de la vida, pugnas en vocerías del oficialismo, no fijar un relato claro y admisible, fallar en materia comunicacional, se aparecieron como algunos factores en la derrota política y electoral de carácter estratégico que sufrió la socialdemocracia, el progresismo, los democristianos y la izquierda en la elección presidencial.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 20/12/2025. 1.-No llegar a los más de cinco millones de electores (ampliamente de sectores populares) que sufragarían por efecto del voto obligatorio, deficiencias de gestión del gobierno de Gabriel Boric, no conectar adecuadamente con problemas en seguridad pública, migración, alza en el costo de la vida, pugnas en vocerías del oficialismo, no fijar un relato claro y admisible, fallar en materia comunicacional, se aparecieron como algunos factores en la derrota política y electoral de carácter estratégico que sufrió la socialdemocracia, el progresismo, los democristianos y la izquierda en la elección presidencial. “Esta derrota es del sector”, sostuvo Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista.
2.-Durante la semana que finaliza, algo que se repitió entre dirigentes de partidos que apoyaron a Jeannette Jara fue que “no hay una sola causal” de lo sucedido. “Esta derrota requiere de un análisis calmado, profundo, y que tome en cuenta múltiples causas que pueden explicarla” dijo a ElSiglo.cl el diputado de Acción Humanista, Tomás Hirsch. Se subrayó que no se debe eludir la reflexión y las conclusiones frente a un hecho de esta magnitud. Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista, puntualizó que “no se puede soslayar, desconocer ni abordar el tema como que fuera un revés transitorio o parcial. Tiene que asumirse en la dimensión que tiene”. El tema es que ya comenzó un fuego cruzado entre representantes de las colectividades y se asoma el temor de que, al final del día, ningún partido salga con un documento preciso en tono de balance y/o autocrítica. Está claro que la evaluación está pendiente.
3.-El exministro Francisco Vidal insistió, después de los comicios, que un factor fundamental fue “perder el voto popular”, es decir, de regiones y comunas con alta densidad de electores trabajadores, pobladores, indígenas, jóvenes, adultos mayores. El que fuera jefe de gabinete de Jara, Jorge Millaquén, sostuvo que “nos faltó llegar a ese electorado obligado”, es decir, del voto obligatorio y que eras más de cinco millones de personas. El asunto es que si ante aquello bastaba con la campaña electoral de un par de meses, o si el déficit venía desde antes por falta de trabajo en sectores populares, territorios, comunas, diversos segmentos sociales, y ya era tarde pretender captar adhesión. En estos días se volvió a plantear que los partidos, desde que se inició este gobierno, desplegaron dirigentes, cuadros y militantes a puestos en el Estado y se descuidó “el trabajo de masas”. El secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Eric Campos, habló de la “lejanía de nuestra narrativa con una mayoría social importante”. Surgieron voces de dejar de hablar de gente “desinformada”, “ignorante”, “tonta” del “facho pobre”, y asumir las falencias desde las colectividades políticas progresistas y de izquierda, e incluso de organizaciones sociales, en cuanto “a llegar” a la ciudadanía en toda su dimensión heterogénea y dando cuenta de las nuevas realidades en la composición cultural, emocional y social de la sociedad chilena, aquello de “respuestas nuevas y problemas nuevos” o del “nuevo pueblo”.
4.-Era previsible que volaran los dardos hacia la responsabilidad del gobierno de Gabriel Boric por esta derrota político/electoral. En estos días se habló profusamente, desde el campo del oficialismo, de deficiencias de gestión, no atender adecuadamente crisis por corrupción y el Caso Monsalve, no dar respuestas a urgencias sociales, no cumplir promesas y objetivos de campaña y del programa, no tomar iniciativas como entrega de bonos o ayudas puntuales a sectores vulnerables, comenzar con soberbia y sin conexión con la gente en temas sensibles. El diputado del Partido Comunista, Matías Ramírez, señaló que “no cabe duda que hay responsabilidad del gobierno y de la coalición en la derrota electoral. En particular cuando se desvía el cumplimiento de un programa que ofrecía transformaciones y soluciones reales”. También se apuntó a que el gobierno y la coalición que lo apoya no tuvieron buena comunicación y no habrían instalado con fuerza sus logros y beneficios a amplios sectores de la población. Aquello de “distanciar” a Jeannette Jara de la administración de la cual fue parte, e insistir en que no era “el continuismo” de Boric, es algo que está presente en el balance de estas semanas.
5.-Se ha repetido hasta el cansancio que desde la alianza de partidos que apoyaron a Jara, desde el comando, desde el gobierno, desde los centros de estudio, desde los equipos comunicacionales, no se habría logrado armar un relato de campaña preciso, claro, asimilable, con un sentido integral, lo que, por ejemplo a ojos de la excandidata presidencial, Carolina Tohá, sí logró el candidato de la extrema derecha centrándose en tres puntos generales (seguridad, migración y crecimiento económico) y con la síntesis de “un gobierno de emergencia”. Esto incluiría no haber instalado hace mucho un discurso muy preciso en materia de seguridad, migración, ingresos, orden. Claro que estas son de las materias más discutibles que se ha visto en las reflexiones.
6.-Es difícil medir el efecto, pero también se hace alusión a las peleas, pugnas, agresiones, diferenciaciones, roces, intra/sector durante la campaña y ni hablar de las vocerías de la candidata y dirigentes del PC que explicitaron desavenencias internas. Eso se mira en cuanto a que la gente estaba/está cansada de ver las controversias mediáticas y de boxeo político/comunicacional y donde finalmente no vieron diferencias, en este aspecto, de lo que ocurría en el oficialismo y la oposición. Claro que en la semana hubo una mayoritaria evaluación positiva al desempeño, perfil, táctica, discurso e instalación de Jeannette Jara, estableciendo que, al fin y al cabo, ella fue un factor positivo para la votación que se tuvo o que se pudo tener.
7.-En estos días de análisis volvió a aparecer el tema de las comunicaciones en el campo del progresismo y la izquierda. La no ocupación de atender en toda se complementariedad este asunto, de repente prendiendo velitas a un formato/instrumento y descuidando las distintas herramientas (tradicionales, digitales). El exalcalde Jorge Sharp escribió que “somos incapaces de entender la importancia de los medios de comunicación para informar, por décadas le regalamos ese espacio a la derecha y los resultados están a la vista”. En estas horas, entre comunicadores y periodistas del sector, se comenta la falta de atención informativa hacia medios de prensa de izquierda, la prevalencia de la mirada duopólica, la mantención de una línea editorial vaga y rayando en lo conservadora en el caso de TVN, y de errores y debilidades en la instalación de narrativas e iniciativas comunicacionales provechosas, creativas y de impacto.
8.-Son muchas cosas, muchas reflexiones, muchas experiencias, muchas miradas. Algunas pueden irse por el lado del autoflagelo, otras por el lado de sentido de realidad, pero lo primordial sería tener a la mano conclusiones claras, aunque sean diferenciadas. Es difícil pensar que no llegue “el análisis concreto de la situación concreta”, la tan mentada pero poco aplicada autocrítica en el campo de la izquierda. En esta semana varias/varios dirigentes apuntaron a que el análisis de la derrota en gran medida puede contribuir al diseño de lo que vendrá, no sólo como fuerzas de oposición sino en la construcción de una propuesta y una acción desde el progresismo y la izquierda. Sin dejar de tener en cuenta lo que planteaba un académico de que, al final de cuentas, aquí hay temas estructurales, culturales, intelectuales, sistémicos, que hay que enfrentar, porque estas cosas no se quedan en un liderazgo, un presidente, un comando, un partido.
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