Se enreda la discusión de la reforma laboral en el Senado: se rompieron los acuerdos

Se enreda la discusión de la reforma laboral en el Senado: se rompieron los acuerdos

Hasta el momento, de los 77 artículos que componen el texto de la reforma, 65 ya fueron discutidos y votados en la plenaria del Senado

La reforma laboral, una de las principales apuestas del Gobierno Petro en materia social, afronta una semana decisiva en el Senado de la República. Con el tiempo legislativo en su contra y un entorno político marcado por tensiones y ausencias, el proyecto está a punto de agotarse sin llegar a su meta: ser aprobado en su totalidad antes de que concluya el actual periodo ordinario de sesiones, el próximo 20 de junio.

Hasta el momento, de los 77 artículos que componen el texto de la reforma, 65 ya fueron discutidos y votados en la plenaria del Senado. Sin embargo, aún restan 12 disposiciones por abordar, precisamente, las más sensibles y polémicas del paquete legislativo. Estas incluyen temas como la ampliación de la jornada nocturna, el pago dominical al 100 %, la creación de una jornada 4x3, la formalización de trabajadores informales, y nuevas reglas sobre el contrato de aprendizaje y la contratación parcial.

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La jornada de este lunes 16 de junio representó un avance parcial. Aunque el Senado aprobó cinco artículos y eliminó dos, el debate se vio alterado por un hecho inesperado: la bancada del Centro Democrático abandonó el recinto tras el deterioro en el estado de salud del senador Miguel Uribe Turbay, cuya situación médica fue calificada por la Clínica Fundación Santa Fe como crítica. A ese retiro se sumaron otros senadores de distintas colectividades, reduciendo por momentos el cuórum en el recinto.

Pese a la situación, el debate continuó con la aprobación de artículos relacionados con la promoción de competencias para el crecimiento verde, la protección del empleo frente a la automatización, la formalización de manipuladores del Programa de Alimentación Escolar, la prescripción de derechos laborales y la creación de políticas públicas en estas áreas. No obstante, fueron eliminadas propuestas clave como la ampliación de garantías al derecho de asociación sindical y mecanismos de protección de derechos sindicales.

En paralelo, crecieron los desacuerdos entre los partidos. Los coordinadores ponentes del proyecto, Juan Felipe Lemos (Partido de La U) y John Jairo Roldán (Partido Liberal), solicitaron suspender la sesión al denunciar el ingreso de proposiciones no concertadas en pleno debate, lo que consideraron un incumplimiento de los acuerdos previos. Ambos congresistas pidieron un espacio para dialogar con los ministros Antonio Sanguino (Trabajo) y Armando Benedetti (Interior) en búsqueda de consensos que permitan avanzar en la discusión antes del cierre legislativo.

La plenaria del Senado deberá retomar este martes 17 de junio la discusión de los artículos restantes. Se trata de disposiciones neurálgicas que tocan aspectos estructurales del modelo laboral colombiano:

• Estabilidad reforzada para trabajadores vulnerables.
• Modificación del inicio de la jornada nocturna (7:00 p. m.).
• Jornada 4x3 (cuatro días de trabajo por tres de descanso).
• Pago del 100 % extra por trabajo en domingos y festivos.
• Reformulación del contrato de aprendizaje del SENA.
• Posibilidad de monetizar la cuota obligatoria de aprendices.
• Regulación del trabajo a tiempo parcial.
• Creación de una unidad especial de inspección laboral.
• Protección para empleados afectados por la transición energética.
• Formalización de madres comunitarias y sustitutas.
• Regulación del trabajo en transporte de carga y pasajeros.
• Establecimiento de la vigencia de la reforma y derogatoria de normas previas.

En caso de que estos artículos sean aprobados a tiempo, el proyecto pasará a conciliación entre Senado y Cámara de Representantes, instancia encargada de unificar el texto definitivo. Si, por el contrario, no se logran votaciones completas antes del viernes 20 de junio, la reforma se hundirá por falta de trámite.

En medio de este panorama, la discusión laboral se encuentra cruzada por factores políticos, urgencias médicas y desacuerdos procedimentales que, más allá del contenido mismo del articulado, están marcando el rumbo de una de las reformas más ambiciosas y controvertidas del actual gobierno.