Publicidad

¿Quieres publicar aquí?

Sólo contáctanos


Telefónica deja ver que la brecha europea en la adopción de nuevas tecnologías irá en aumento

Telefónica deja ver que la brecha europea en la adopción de nuevas tecnologías irá en aumento

Cuando pensamos en la próxima generación de conectividad, solemos enfocarnos en las promesas de velocidad: fibra óptica a 10 Gbps, Wi-Fi 7, o un 5G ultrarrápido. De hecho, Telefónica, en su nuevo plan estratégico, ha puesto el foco en estos avances, reforzando su liderazgo en infraestructuras como la fibra, donde ya tiene la mayor cobertura en España. La intención es clara: convertirse en un líder tecnológico que ofrezca servicios premium basados en estas redes de alta capacidad.

Sin embargo, esta ambición tecnológica choca de bruces con una realidad más profunda y compleja. La verdadera batalla por la autonomía y el liderazgo digital no se juega solo en la fibra, sino en el 5G SA (StandAlone), la versión completa y real de la tecnología que permite innovaciones críticas como el network slicing (priorización de tráfico para servicios específicos). 

Y en este campo, Europa arrastra un retraso estructural significativo frente a Estados Unidos y China. Lo que pocos esperaban es que la estrategia de eficiencia de Telefónica, con una reducción en la inversión a medio plazo, pudiera ser una señal de que esta brecha no solo se mantendrá, sino que podría aumentar, condicionada por decisiones que van más allá del control de la propia operadora.

El dilema del 5G SA: ¿inversión o eficiencia?

Diferencias de 5G entre Europa, EEUU y China en 2024

El 5G SA no es un simple capricho tecnológico; es la base sobre la que se edificarán dos pilares esenciales del plan de Telefónica para el futuro de las telecomunicaciones: los nuevos servicios digitales avanzados y la capacidad de escalar para liderar. Si esta infraestructura no está desplegada a tiempo, el continente se queda sin la autopista necesaria para el vehículo autónomo, la cirugía a distancia, la fábrica totalmente conectada y la creación de nuevos servicios.

Entre líneas, Telefónica vincula la aceleración del despliegue del 5G SA a una condición clave: un cambio de postura de Bruselas sobre la consolidación del mercado. Lo que Telefónica lleva tiempo pidiendo es pasar de cuatro a tres grandes operadores por país, lo que permitiría a las telecos ganar la escala necesaria para rentabilizar las costosas inversiones en redes. 

Si el nivel actual de inversión (cercano al 20% de los ingresos) ya ha dejado a Europa rezagada con el 2% de 5G SA frente al 24% de EEUU, la reducción del CapEx a cerca del 12% de los ingresos (similar al de sus homónimos estadounidenses y chinos) para 2028 no es, precisamente, una señal de que el despliegue vaya a acelerarse. Lo curioso es que el recorte se justifica en una mayor eficiencia, pero, sin un cambio regulatorio, el efecto neto puede ser el de frenar una adopción que ya va a paso lento.

Europa contra el mundo

Los motivos de Telefónica para exigir mayor apoyo de Europa

Para entender la encrucijada europea, es útil comparar los tres modelos dominantes de telecomunicaciones a nivel mundial:

China: el modelo de capital ilimitado. Las operadoras chinas (China Mobile, China Telecom, China Unicom) son herramientas del plan industrial del Estado. Invierten con objetivos políticos y despliegan redes 5G a una escala inalcanzable, sin la presión de una rentabilidad inmediata que sí existe en Occidente.

Estados Unidos: el mercado unificado y desregulado. Operadores como Verizon, AT&T o T-Mobile (filial de Deutsche Telekom) disfrutan de un mercado vasto y con menos trabas regulatorias. Pueden fusionarse con mayor libertad, lo que les permite fijar precios y obtener márgenes altos para autofinanciar la inversión en nuevas tecnologías, como el 5G avanzado.

Europa: competencia sin escala y márgenes estrechos. Los operadores europeos están atrapados en el equilibrio de mantener precios bajos por la alta competencia, a la vez que deben gestionar un exceso de regulación. Europa tiene más de 40 grandes operadoras, frente a las tres en EEUU y tres en China, lo que diluye el capital y frena la capacidad de innovación. El veto al uso de equipos chinos de Huawei y ZTE tampoco ayuda a que Europa juegue con las mismas reglas.

La fragmentación regulatoria: el lastre invisible

Las telco pueden ayudar a la UE en reducir su dependencia tecnológica

El verdadero enemigo de la infraestructura europea no es solo la falta de inversión, sino la fragmentación regulatoria. El continente se enfrenta a un entorno complejo: más de 270 organismos reguladores y un sinfín de normativas técnicas y de privacidad diferentes. Esto tiene consecuencias directas que afectan al bolsillo y a la experiencia del usuario:

Consecuencias financieras: El cumplimiento de normativas distintas en cada país dispara los costes operativos. Este sobrecoste se traduce en una pérdida de valor para los operadores europeos, que han visto una capitalización de mercado estancada o en declive, mientras que sus homólogos estadounidenses crecen.

Consecuencias técnicas y de innovación: El ejemplo más claro es el Network Slicing del 5G SA, una tecnología clave. Su despliegue se ve obstaculizado porque la neutralidad de la red se interpreta de hasta diez formas distintas en la UE. Lo que es legal para priorizar tráfico de coches conectados en Alemania, podría violar la norma en otro país vecino.

El tabú de la consolidación

Telefónica y otros gigantes europeos argumentan que la única forma de conseguir la escala necesaria para cerrar la brecha es que Bruselas permita la consolidación y pasar de cuatro a tres grandes operadores en cada país de la UE. Esta es la llave que les permitiría rentabilizar la inversión y competir de tú a tú con las grandes operadoras de EEUU y China.

El problema es que Bruselas, históricamente, ha priorizado la competencia de precios sobre la escala de inversión. La reciente fusión de Orange y MásMóvil (MasOrange) en España solo se aprobó bajo la condición de vender activos y espectro a Digi. Esta postura, que busca proteger al consumidor a corto plazo, corre el riesgo de condenar a Europa a largo plazo, al impedir que sus empresas puedan generar los altos márgenes necesarios para liderar la próxima ola tecnológica.

El riesgo de quedarse sin futuro digital

Plan estratégico de Movistar para España hasta 2030

El plan de Telefónica es una apuesta por la eficiencia y la tecnología premium basada en su actual fortaleza (la fibra), pero revela la debilidad estructural de Europa en el 5G SA. La paradoja es evidente: el continente promueve una feroz competencia que beneficia al consumidor con precios bajos, pero le niega a sus operadores la escala necesaria para competir en el tablero global.

Si Europa no revisa su regulación, no facilita la consolidación y no incentiva un marco de inversión a gran escala, la promesa del 5G SA (la base de una economía digital avanzada) seguirá siendo un proyecto con fecha de entrega incierta. La carrera no es solo de velocidad de red; es de soberanía tecnológica, y el tiempo corre en contra.

En Xataka Móvil | Que no te líen: esta es la verdad sobre el 5G y el 6G.

-
La noticia Telefónica deja ver que la brecha europea en la adopción de nuevas tecnologías irá en aumento fue publicada originalmente en Xataka Móvil por plokiko .

Noviembre 6, 2025 • 9 horas atrás por: XatakaMovil.com 95 visitas

Ver noticias completa

Comentarios

Comentar

Noticias destacadas

Publicidad

¿Quieres publicar aquí?

Sólo contáctanos


Contáctanos

completa toda los campos para contáctarnos

Todos los datos son necesarios
Banner imascotas.cl