Terremoto en Perú de casi 9 grados: por qué la costa central es más vulnerable y cómo prepararse, según el IGP
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Terremoto en Perú de casi 9 grados: por qué la costa central es más vulnerable y cómo prepararse, según el IGP

El Indeci enfatiza en la importancia de que la ciudadanía tome medidas preventivas, como revisar los artículos esenciales de la mochila de emergencia y practicar la evacuación en familia
La posibilidad de un terremoto de gran magnitud sacude la tranquilidad en el Perú, especialmente en la costa central, donde se prevé que un sismo de hasta 8.8 grados podría generar devastadores efectos. Expertos del Instituto Geofísico del Perú (IGP) alertan sobre este riesgo, y las autoridades tienen claro que la preparación puede marcar la diferencia ante lo que sería uno de los eventos telúricos más destructivos de la historia reciente del país.
Pero, ¿por qué la costa central estaría más expuesta y cómo debemos prepararnos? La respuesta está en la actividad tectónica y en las medidas preventivas que ya se deben tener en cuenta.
La vulnerabilidad de la costa central ante un terremoto de 8 grados radica en su ubicación geológica. Esta región se encuentra cerca de la convergencia de las placas de Nazca y Oceánica con la placa Sudamericana.

Como explicó Hernando Tavera, jefe del IGP, “la mayor frecuencia de eventos sísmicos siempre se da frente a la zona costera, desde Tumbes hasta Tacna”, lo que convierte a las zonas de Lima, Ica y Áncash en las más expuestas a sismos de gran magnitud.
En la dinámica tectónica del Perú, los movimientos de las placas generan una acumulación de energía que, al liberarse, puede desencadenar un terremoto devastador. En este contexto, la costa central se encuentra en una zona especialmente activa, lo que aumenta la probabilidad de que un sismo de gran escala ocurra en cualquier momento.
“Esperamos un sismo por lo menos de magnitud 8.8 hacia arriba, que afecte a la zona costera de la región central”, afirmó Tavera en una entrevista con Canal N.
El peligro del silencio sísmico
Otro factor crucial para entender por qué la costa central es particularmente vulnerable a un terremoto de gran magnitud es el fenómeno del “silencio sísmico”.
Según Tavera, el último gran terremoto registrado en la región ocurrió hace más de 275 años, por lo que la energía acumulada podría liberarse en un sismo de gran magnitud. De acuerdo con las estimaciones del IGP, este podría ser un terremoto de casi 9 grados, con consecuencias realmente catastróficas.
Las características geológicas de la costa central, sumadas a esta energía latente, significan que un terremoto en Lima, Ica o Áncash podría tener efectos más graves que en otras zonas del país. La magnitud no es el único factor determinante en el daño, como subraya Tavera: “La magnitud no es lo que destruye las estructuras; es el sacudimiento del suelo”.

Preparación ante un evento sísmico
A pesar de la magnitud del riesgo, la preparación adecuada puede reducir considerablemente las consecuencias de un terremoto. Desde el Indeci (Instituto Nacional de Defensa Civil), se han emitido varias recomendaciones sobre cómo estar preparados. Entre ellas destaca la creación de un Plan Familiar de Emergencia, que debe incluir una mochila con alimentos no perecibles, agua embotellada, un botiquín de primeros auxilios, y otros artículos esenciales.
“Es importante que la población revise su plan de emergencia y se prepare para cualquier eventualidad”, comentó Tavera. Además, el experto recalcó la necesidad de realizar simulacros, como el que se llevará a cabo el próximo viernes 30 de mayo, para asegurar que las familias conozcan las medidas a tomar durante un sismo de gran magnitud.
Una herramienta crucial
Otro avance clave en la preparación es el Sistema de Alerta Sísmica Peruano (SASPE), que está en fase de pruebas y promete ser una herramienta crucial en la mitigación de los efectos de un terremoto. Este sistema, desarrollado en colaboración entre el IGP y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), emitirá alertas segundos antes de la llegada de un sismo, lo que permitirá a la población tomar medidas preventivas para reducir los riesgos.

Según Tavera, los sensores instalados a lo largo de la costa peruana ya están en funcionamiento, y las pruebas continúan para garantizar su efectividad. “El sistema de alerta sísmica emitirá avisos previos, lo cual puede salvar vidas”, agregó. Aunque aún está en fase de implementación, la pronta activación del sistema será clave para la preparación y respuesta ante un terremoto de gran magnitud.
La exposición de Lima
Un sismo de magnitud 8.8 en la capital peruana podría traer consigo una devastación inimaginable. De acuerdo con las proyecciones, el impacto podría destruir miles de viviendas, colapsar establecimientos de salud y dejar a millones de personas sin acceso a servicios básicos. El IGP estima que más de un millón de viviendas serían destruidas en Lima y Callao, y más de ocho millones de personas se verían afectadas por el desastre.
Además, tras el temblor, se espera un tsunami con olas que podrían superar los 6 metros de altura, inundando las zonas costeras de Lima, Ica, Áncash y Callao. Ante este panorama, las autoridades insisten en que la preparación es clave, no solo para salvar vidas durante el sismo, sino también para enfrentar las secuelas que seguirían.

Recomendaciones claves
El Indeci enfatizó la importancia de que la ciudadanía tome medidas preventivas, como revisar los artículos esenciales de las mochilas de emergencia y practicar la evacuación en familia. También se recomienda estar familiarizados con los sonidos de las alertas sísmicas y saber cómo actuar rápidamente ante uno de estos movimientos de la tierra. La participación activa en los simulacros nacionales es crucial, ya que permite que la población se acostumbre a los procedimientos de seguridad en caso de desastre.
Así, aunque el riesgo es alto, una adecuada preparación puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en un evento sísmico de gran magnitud. A medida que se intensifican los esfuerzos para educar a la población y fortalecer las infraestructuras, la esperanza es que, con el tiempo, Perú logre minimizar los efectos de los terremotos que inevitablemente afectarán a la costa central.
Agáchate, cúbrete y agárrate

En la mayoría de los terremotos, los expertos aconsejan tres acciones sencillas para protegerte: agáchate, cúbrete y agárrate.
Los terremotos hacen que el suelo se mueva de forma impredecible, a veces con bruscas sacudidas, otras oscilando como un barco en mar agitado. Para evitar caerte, ponte a cuatro patas (o si vas en silla de ruedas, bloquea las ruedas). Cúbrete la cabeza y el cuello con los brazos. Arrástrate bajo una mesa o escritorio resistente si está cerca, o si no junto a una pared interior. (Ya no se recomienda buscar refugio en el umbral de una puerta).
Luego agárrate. Si estás debajo de una mesa, agárrate a una pata con una mano y quédate quieto hasta que deje de temblar. Cuanto mayor sea el temblor, más durará. Por ejemplo, el terremoto de magnitud 9,1 que sacudió Japón en 2011 duró casi seis minutos.
Si estás en el interior, resiste el impulso de salir corriendo. Podrías ser golpeado por los escombros que caen o caer al suelo. Si estás en el exterior, permanece fuera e intenta alejarte de edificios, farolas, líneas eléctricas y árboles. McBride advirtió que cualquier movimiento durante un sismo puede ser peligroso. Incluso mantenerse erguido durante una sacudida intensa es difícil.
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